El pueblo con más covid de Andalucía solo tiene un médico hasta las 15:00: “Por la tarde, no puedes enfermar”


Algámitas (Sevilla), con 1.255 habitantes, registra una incidencia de 6.533 casos por cada 100.000 habitantes
Con casi un centenar de contagios, solo tienen un médico de cabecera que atiende tanto consultas rutinarias como covid, de 8 a 15 horas
Las calles de Algámitas, con 1.255 habitantes, están vacías. Este pequeño pueblo de Sevilla consiguió llegar a la Navidad con cero contagios. Sin embargo, de un día para otro, las cifras se dispararon y, ahora, ostenta el récord de toda Andalucía con una incidencia de 6.533 casos por cada 100.000 habitantes. “Tenemos casi un centenar de vecinos contagiados. El 60 por ciento de las familias tiene algún positivo en casa”, explica a NIUS Isabel Romero, alcaldesa de la localidad.
Su teléfono echa humo. Acostumbrada al trato directo con sus vecinos, todos la llaman para dar queja. “No consigo hablar con el médico y tengo síntomas”, le reclama desesperada una vecina. Porque, a las cifras preocupantes se suma la escasez de recursos sanitarios. En el pueblo, solo hay un médico de 8 a 15 horas. “Por la tarde, no se puede poner nadie enfermo”, ironiza la edil.
Desde el consistorio, ha han reclamado a la delegación de Salud más medios humanos. “Es imposible que un solo médico haga el seguimiento de los pacientes covid y, a la vez, pase la consulta rutinaria del abuelo que necesita que le receten, el enfermo crónico o el que se parte un pie”, se lamenta.
En condiciones normales, reconoce Romero, sería suficiente para la población que tiene la localidad, pero no en la situación en la que se encuentran. “Los vecinos sufren la ansiedad de saber que cuando lleguen las tres de la tarde se quedan sin nadie que los atienda”, reconoce la alcaldesa. La única opción, desplazarse al centro médico de la localidad vecina, El Saucejo, a más de 10 kilómetros.
Es el drama de este pueblo que tiene que luchar contra el virus sin la atención sanitaria necesaria. “La gente tiene miedo porque, además, la mayoría lo está pasando con síntomas. Hay muy pocos asintomáticos”, señala. Hay quien, incluso, explica la alcaldesa, han pasado la convalecencia sin haber podido hablar con el médico, según le transmiten algunos vecinos.
Este pueblo sevillano pasó la primera ola sin ningún caso. Fue en la segunda cuando el coronavirus se coló, a través de la residencia de mayores. De la tercera se libraron hasta que llegó la Navidad. “El 1 de enero fue el punto de inflexión y, desde entonces, no ha parado. La velocidad a la que se han producido los contagios hace pensar que se trata de la cepa inglesa”, señala la alcaldesa que reconoce que el pueblo está sufriendo. “Se nota en el ambiente, la gente está asustada”, apunta.
En esta ocasión, el perfil de los contagiados se mueve en la franja de edad de los 20 a los 30. “Son jóvenes pero esos contagios luego pasan a personas de 40 a 50. Son familias completas en las que se transmite de hijos a padres y si los hay, a abuelos”, señala la edil que también lamenta la incidencia del virus en el único colegio del pueblo. “De 140 alumnos matriculados, hay 15 contagiados y 5 profesores”, se lamenta.
Tras su petición a la Junta de Andalucía, ha conseguido que un médico atienda a los pacientes covid, también durante la tarde, pero solo telefónicamente. “Ayuda pero no es suficiente. Necesitaríamos atención presencial, como mínimo, hasta las ocho de la tarde”, pide la alcaldesa que denuncia que esta lucha es la de muchos pueblos recónditos de Andalucía a los que la tercera ola no da tregua.