¿Puedo pasar la gripe después de vacunarme?

Se puede desarrollar la gripe una vez vacunado si la persona no ha generado anticuerpos o bien si el virus ha mutado
En ningún caso la propia vacuna puede provocar la gripe, ya que se inoculan microorganismos desactivados
La vacuna contra la gripe estacional se administra desde hace más de 60 años y actúa contra las tres cepas más prevalentes de cada año
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se entiende por vacuna cualquier preparación destinada a generar inmunidad contra una enfermedad, estimulando la producción de anticuerpos. La preparación consta de microorganismos muertos o inactivados, que se inyectan en el cuerpo para combatir una determinada enfermedad.
Pasar la gripe una vez vacunado
En el caso de la gripe, las vacunas estacionales se administran desde hace más de 60 años y actúan contra las tres cepas más prevalentes de cada año. Esto supone que la vacuna está preparada a base de cepas de virus de gripe de años anteriores.
Se puede dar el caso de que el virus de la gripe del año siguiente tenga una variación antigénica, es decir, que mute. De ser así, la persona vacunada puede contraer la enfermedad, ya que su sistema inmunitario no está preparado para combatir la nueva mutación.
“Puede ocurrir que el virus de la gripe mute, eso significa que tu estás vacunado contra agentes de la gripe anteriores, pero no contra su mutación”, explica Mª Dolores Lario, especialista en medicina familiar y comunitaria del Hospital de Palamós (Girona).
"Puede ocurrir que el virus de la gripe mute, eso significa que tu estás vacunado contra agentes de la gripe anteriores, pero no contra su mutación” Mª Dolores Lario
La variación antigénica es la principal razón por la que las personas pueden contraer la gripe después de ser vacunadas. Estas mutaciones ocurren constantemente con el paso del tiempo y a medida que el virus se reproduce.
Es el motivo por el que la preparación de la vacuna se revisa de forma anual. Para ello, la OMS se encarga de hacer recomendaciones dos veces al año con el fin de actualizar las composiciones inoculadas.
En algunas circunstancias, también puede ocurrir que, el usuario, a pesar de ponerse la vacuna, no genere anticuerpos que le hagan inmune a la gripe. En ese caso, cuando la persona entra en contacto con el virus, puede infectarse y desarrollar la enfermedad.
Es decir, sí, es posible pasar por la gripe después de vacunarse: bien porque no se ha creado inmunidad, bien porque el virus ha mutado. Sin embargo, en ningún caso, la propia vacuna puede provocar la gripe, ya que los microorganismos utilizados son inactivos y, por tanto, incapaces de desarrollarse, explica la doctora Mª Dolores Lario.
¿Qué diferencia hay entre la inmunidad de las vacunas y la inmunidad proporcionada por infecciones naturales?
Las vacunas producen una respuesta inmunitaria parecida a la generada por las infecciones naturales. La diferencia es que la persona inmunizada no desarrolla la enfermedad ni corre el riesgo de padecer posibles complicaciones.
Sin embargo, si la persona se inmuniza a través de la infección natural, contrayendo la enfermedad, se corre el riesgo de sufrir empeoramientos o complejidades que pongan en riesgo la vida del paciente.
Seguridad de las vacunas
En los últimos años, la lucha por revertir la inseguridad que suscita la vacunación se ha convertido en la preocupación principal de gobiernos y organismos de salud. En plena pandemia y en un intento por buscar fórmulas para combatir los movimientos antivacunas, la OMS ha desarrollado una Iniciativa Mundial sobre la Seguridad de las Vacunas (GVSI).
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), advierten que las vacunas son la forma más segura y eficaz de protegerse contra las enfermedades. En el caso de la gripe, según la OMS, es una enfermedad grave que causa entre 300.000 y 500.000 fallecimientos cada año.
Vacunación en España
Según la Asociación Española de Vacunología (AEV), a pesar de la creciente ola de desconfianza, España tiene una de las tasas de vacunación más altas de Europa. El 95% de los recién nacidos se vacuna en nuestro país. Esa es la cifra objetivo a la que Bruselas quiere llegar en todos los territorios de la Unión Europea.
Según la AEV, la alta tasa de vacunación es uno de los motivos por el que no se impone la obligatoriedad. Por el momento, vacunar es una recomendación y actualmente no se plantea ningún cambio legal.