Qué es la diabetes y cuántos tipos hay

La diabetes es una enfermedad crónica que afecta a seis millones de españoles
Principalmente, existen la diabetes tipo 1 y la diabetes tipo 2
Una manera de prevenirla o retrasar su desarrollo es evitar el sedentarismo, el tabaquismo y la mala alimentación
Este sábado 14 de noviembre se conmemora el Día Mundial de la Diabetes. Se trata de una de las enfermedades crónicas con más incidencia en nuestro país, ya que afecta a seis millones de españoles. El lema de la jornada de este año es: “Diabetes y Enfermería: El personal de Enfermería marca la diferencia”, con el que se quiere reivindicar el papel de los enfermeros y la necesidad de la educación diabetológica, además de concienciar sobre esta afección y cómo tratarla y prevenirla.
En NIUS, os contamos qué es la diabetes y todo lo relacionado con la enfermedad.
La diabetes: qué es y tipos
La diabetes es una enfermedad crónica que se caracteriza por un aumento de la concentración de glucosa en la sangre. Esto tiene que ver con el hecho de que el páncreas no sintetiza la cantidad de insulina necesaria para el cuerpo o bien el organismo no la utiliza. A su vez, la insulina es una hormona imprescindible para que la glucosa llegue a las células, les suministre energía para que los músculos y tejidos funcionen correctamente y los valores de la glucosa en sangre sean adecuados.
Principalmente, hay dos tipos de diabetes: una de ellas es la diabetes mellitus tipo 1, “que afecta aproximadamente a entre el 10 y el 15% de las personas con esta afección”, según cuenta a este diario el presidente en funciones de la Federación Española de Diabetes (FEDE), Aureliano Ruiz. Esta se caracteriza porque el páncreas pierde la capacidad de generar insulina. Por eso, las personas que padezcan este tipo deberán suministrarse a diario y de por vida esta hormona, la insulina.
La diabetes tipo 1 suele darse a edades tempranas, por lo que aparece generalmente en niños y adolescentes.
La segunda diabetes más común es la mellitus tipo 2, que es la que tienen la mayoría de personas con esta enfermedad. El porcentaje, de hecho, “es del entorno del 85 y 90%”, en palabras de Ruiz. Su peculiaridad es la presencia de unos niveles de glucosa en sangre elevados debido a la resistencia del organismo ante la insulina, por lo que el cuerpo no es capaz de utilizar adecuadamente la insulina ni introducirla bien en las células.
La diabetes tipo 2 surge, esencialmente, en la edad adulta y su incidencia es superior en las personas de edad avanzada.
Otra clase de diabetes muy parecida a la 2 es la gestacional, que padecen mujeres embarazadas que no sufren previamente esta patología. Los cambios metabólicos derivados del embarazo también pueden producir cierta resistencia a la insulina. Esto significa que la madre tiene niveles muy altos de glucosa en sangre (hiperglucemia) y que se pueden transmitir a través de la placenta a la sangre del feto, pudiendo poner en peligro a ambos.
Afortunadamente, lo habitual es que la diabetes gestacional remita tras el parto, pero tanto la gestante como el bebé presentarán mayor riesgo para desarrollar diabetes tipo 2.
Causas de la diabetes
La principal razón de tener diabetes tipo 1 es la incapacidad por parte del organismo de producir insulina, lo que da pie a los niveles elevados de glucosa en sangre. Se desconoce con precisión qué reacción del sistema inmune impide la generación de la hormona, pero algunos expertos apuntan a la predisposición genética y a factores ambientales.
En referencia a la diabetes tipo 2, sus causas responden a una mezcla de factores genéticos y metabólicos. Por lo tanto, algunos indicadores pueden ser los antecedentes familiares, haber padecido diabetes gestacional y la edad avanzada, mientras que el resto obedece al exceso de peso (el tejido graso produce sustancias que pueden disminuir la sensibilidad de las células, receptoras de insulina), al sedentarismo, a la mala alimentación y al tabaquismo.
En cuanto a la diabetes gestacional, es factible que durante el embarazo, el organismo de la gestante desarrolle hormonas que den pie a la resistencia a la insulina. Esto ocurre, normalmente, a partir de las 24 semanas de embarazo. Como son normalmente las hormonas de la placenta las que pueden llevar a una situación de hiperglucemia, tras dar a luz, los niveles de glucosa acostumbran a volver a la normalidad.
¿Cómo sé si tengo diabetes?
Dado que la esencia de esta patología es que la sangre tiene altos niveles de glucosa por incapacidad de generar o usar adecuadamente la insulina, algunos síntomas son el aumento de la sensación de sed o la necesidad de orinar frecuentemente. El exceso de glucosa se elimina por la orina.
Las infecciones en el tracto urinario también son otro indicador, porque la acumulación de mucho azúcar en la orina favorece la proliferación de bacterias.
Por otro lado, destacan los signos de fatiga y cansancio o de mucha hambre. Relacionado con la comida, las personas que pierden mucho peso a pesar de alimentarse en cantidades importantes tienden a tener diabetes tipo 1. Otros elementos a tener en cuenta son la visión borrosa o el entumecimiento y hormigueo en las extremidades.
En cuanto a la aparición de los síntomas, los signos de la diabetes tipo 1 son mucho más claros y evidentes, mientras que los de tipo 2 se manifiestan gradualmente y puede que se tarde años en apreciar síntomas claros.
¿Cómo se diagnostica la diabetes?
Su diagnóstico es bastante claro cuando un paciente presenta algunos síntomas y se encuentra de manera consistente unos niveles elevados de glucosa en sangre, tras unos análisis. A grandes rasgos, hay tres pruebas diagnósticas:
- Test de glucemia basal: Es un análisis de sangre en ayunas. Si la glucosa plasmática supera los 126 mg/dl (miligramos por decilitro), se diagnostica diabetes.
- Prueba de tolerancia a la glucosa: El paciente también debe estar en ayunas. Se le extrae una muestra de sangre y se le administra una bebida con 75 gramos de glucosa. Posteriormente, se le toma dos muestras sanguíneas más: una cuando hayan transcurrido 60 minutos y, la otra, al cabo de dos horas. Si los niveles de glucosa están por encima de los 200 mg/dl, el paciente tiene diabetes.
- Medición de la hemoglobina glicosilada, una variante de la hemoglobina: Su abundancia aumenta cuando hay un exceso de glucosa en sangre. Su proporción equivale al promedio de glucosa en sangre desde los últimos 60 a 90 días. Si sus valores superan el 6,5%, se considera que la persona padece la afección.
Se suele hacer más de una prueba para corroborar la hipótesis. Cabe destacar que, cuanto más precoz sea el diagnóstico, mejor para su tratamiento.
Tratamiento
El objetivo para cuidarse es tener bajo control los niveles de glucosa en sangre. El tratamiento se sustenta en tres pilares: dieta, ejercicio y medicación.
Las personas con diabetes tipo 1 necesitan suministrar a su organismo insulina a través de varias inyecciones al día por vía subcutánea. Las de tipo 2 también la necesitarán, pero antes de llegar a este punto, se les suele recetar fármacos que controlan los niveles de glucosa en sangre. Son los antidiabéticos orales y el medicamento más habitual es la metformina.
Además de la insulina, todos los tratamientos de la diabetes tienen dos ejes comunes: el control nutricional (hay que vigilar las cantidades que se ingieren y los hidratos de carbono tienen un papel muy importante) y la práctica de ejercicio físico.
Para controlar los niveles de glucemia y ajustar mejor el tratamiento a estos indicadores, existe el glucómetro (se hace un pinchazo en la yema del dedo y se mide el valor de la glucemia con la gota de sangre extraída) y los sensores que se insertan debajo de la piel (los datos aparecerán en un monitor que se debe acercar al sensor para conocer los niveles).
En esta línea, Aureliano Ruiz, el presidente en funciones de la FEDE, explica que una de las demandas que hacen es que, además de las personas con diabetes tipo 1, “también exista esta tecnología para los pacientes con diabetes tipo 2, que aún tienen que pincharse en el dedo para conocer los niveles de glucemia”.
Preguntado sobre los efectos de la pandemia de la covid-19, Ruiz cuenta a NIUS que “la mitad de las personas con diabetes han tenido dificultades durante el confinamiento”. Lo que explica esta circunstancia es que “uno de los elementos básicos es el ejercicio, que en muchos casos no se ha podido practicar porque no se podía salir a la calle”.
¿Cómo prevenir la diabetes?
La prevención de la diabetes es difícil. En el caso del tipo 1, no es posible, puesto que se desconocen las causas que provocan una resistencia contra la insulina. En cuanto al tipo 2, es probable hasta cierto punto. Se sabe que la 2 está causada por algunos factores de riesgo, como el exceso de peso, el sedentarismo, el tabaquismo o la mala alimentación. Son, sin duda, hábitos de vida revertibles.
Las reivindicaciones del Día Mundial de la Diabetes 2020
El presidente de la FEDE detalla que “este año, debido a la pandemia, no podremos hacer controles de glucemia y poner paradas informativas que conciencien sobre la diabetes”, pero celebrarán sesiones por vía telemática para abordar la incidencia de la enfermedad.
La diabetes es una enfermedad que se cobra la vida de 25.000 españoles al año. Por ello, Aureliano Ruiz reclama que “se hagan campañas de prevención y concienciación de la enfermedad, es una reivindicación que venimos pidiendo desde hace años”.
Para ello, también pide que “se pongan en marcha los diplomas de acreditación en formación de diabetes para los enfermeros”. “Si tenemos expertos en educación diabetológica, los enfermos tendrán un tratamiento mucho más pautado”, afirma Ruiz.
Por otro lado, España está a la cola de Europa en número de enfermeros para atender las enfermedades crónicas, tales como la diabetes. Según las previsiones de la FEDE, en España hay unos 116.000 enfermeros y, para alcanzar la media europea, harían falta 140.000 más.