El 'riesgo de rebrote' que solo utiliza Cataluña: ¿qué es y cómo se calcula?

Cataluña ha alcanzado 256,3 puntos en riesgo de rebrote, un indicador que solo se emplea en esta Comunidad Autónoma
Se trata de un baremo que sirve para medir el nivel de peligro de expansión de la enfermedad
Lo acuñó la investigadora Clara Prats y desde entonces sirve de referencia para las autoridades catalanas
Cataluña alcanza los peores datos epidemiológicos desde el fin del estado de alarma. A fecha de este viernes 9 de octubre, ha notificado 2.326 casos positivos y 26 fallecimientos en las últimas 24 horas. Preocupa especialmente el riesgo de rebrote, que se ha disparado hasta los 256,3 puntos y se sitúa en cifras similares a las del mes de marzo.
El riesgo de rebrote, un índice que solo se emplea en Cataluña
El índice EPG o riesgo de rebrote lleva varias jornadas creciendo de forma acelerada. Se trata de un baremo que mide el crecimiento potencial de los contagios, un indicador epidemiológico que sólo se utiliza en Cataluña. Lo ideó un grupo de investigación liderado por Clara Prats, doctora en física y docente de la Universidad Politécnica de Cataluña. Desde entonces, las autoridades catalanas se sirven de este índice para determinar qué medidas restrictivas tomar en relación a la COVID-19. Prueba de ello es la marcha atrás que ha dado la Conselleria de Salut en la reapertura del ocio nocturno tras conocerse los nuevos datos.
Con el riesgo de rebrote se trabaja para poder predecir la evolución a una semana vista. Para ello el baremo establece unos umbrales de alerta: por debajo de los 30 el riesgo se considera bajo, entre 100 y 150 el riesgo de transmisión comunitaria se percibe como alto y si el indicador supera los 200 puntos, se considera que las probabilidades de que la epidemia se descontrole es muy alto.
Cómo se calcula
En una entrevista de Nius a Clara Prats, la investigadora explica que este índice surgió de unir dos datos básicos para controlar la expansión del virus. En primer lugar, recoge información sobre a qué nivel de incidencia nos encontramos, es decir, el volumen de personas contagiadas. En segundo lugar, se tiene en cuenta el número reproductivo, es decir, cuantas infecciones se generan por cada caso positivo.
El baremo surge de multiplicar ambos términos: la incidencia de los últimos 14 días y la media del número reproductivo de los últimos 7 días. Así es como se conoce si el nivel de incidencia de la pandemia va en aumento, disminuye o bien está estancado. Según Prats, permite conocer muy bien cuál es la situación en un contexto determinado:
"Funciona muy bien porque actúa como señal de alerta enseguida y determina cómo tendrá que manejarse el sistema de salud los próximos 14 días" Clara Prats
Clara Prats, la creadora del término
Clara Prats es doctora en física y hasta ahora se ha dedicado a investigar otras enfermedades infecciosas como la Tuberculosis. Con la llegada del coronavirus empezó a seguir la evolución de la pandemia para intentar hacer predicciones, junto a sus compañeros del grupo de Biología Computacional y Sistemas Complejos (BICOM-SC). A raíz de sus avances empezaron a colaborar con el departamento de salud de la Generalitat de Cataluña para monitorizar la pandemia.
Estamos ante el mayor problema de este siglo, explica Prats, pero a nivel profesional le reconforta poder trabajar el problema desde dentro, con una aplicación inmediata en la salud de las personas: "En este sentido, ver que tu trabajo es útil es muy satisfactorio, dentro de la gravedad de la situación".