Quique Bassat, epidemiólogo: “Ómicron será posiblemente la variante que se quede tras el fin de la pandemia"


"Se me hace complejo imaginar una variable más contagiosa, porque en un mes ha dominado el mundo prácticamente", señala este epidemiólogo y pediatra
Pero apunta que "hay una discordancia muy clara entre lo que pasa en los hospitales y en los centros de salud" y el mensaje de "tranquilidad" ante ómicron que le llega a la población
Llevamos 74 días en los que los contagios no paran de subir en España. Ahora la variante delta convive con la ómicron en hospitales, bares, oficinas... El coronavirus, reinventado, sigue causando estragos, aunque la proporción entre contagiados e ingresados y fallecidos es mucho menor que en otras olas. "Puede pasar que dejemos de crecer y nos estabilicemos en una meseta y no bajemos. Lo que sería igual de peligroso", señala Quique Bassat.
Este epidemiólogo y pediatra de ISGlobal insta a no bajar la guardia y adoptar medidas ante ómicron porque la alta incidencia de casos, que no muestra señales cercanas de disminuir, satura ya algunos eslabones del sistema sanitario. Pero, en esta entrevista con NIUS, reconoce que es difícil imaginar una variante más contagiosa que la supere y es probable que esta, con cuadros clínicos más leves, sea la que perdure tras el fin de la pandemia. Ahora sí, cuando llegue ese día es más complicado de predecir.
P. La situación causada por ómicron es diferente a la derivada de las primeras variantes del virus. Las vacunas se están demostrando efectivas ante los casos graves, pero los contagios están disparados. ¿Nos estamos adaptando bien?
R. Es difícil responder a eso. El número de casos es bestial, sobre los 150.000 diarios. Es cierto que la trascendencia clínica es menor. Pero hay una discordancia muy clara entre lo que pasa en los hospitales y en los centros de salud, desde donde nos llegan señales de alarma. Sobre todo en la Atención Primaria. Está en contraste clarísimo con el mensaje que le llega a la población, de tranquilidad absoluta. Es como si estuviéramos en dos dimensiones paralelas: la hospitalaria, en la que los médicos están desesperados, pidiendo ayuda a gritos, y la política, en la que nos están vendiendo la moto de que esto es el principio del fin.
Entiendo los mensajes de optimismo después de dos años de malas noticias. Faltaría más. Pero tal vez hubiese sido prudente esperar a la bajada de la curva para mandarlos. Lo peor es que llevamos muchos días con ese discurso, y las cifras siguen empeorando, sin que nadie haga nada para controlarlo.
¿Qué medidas habría que tomar?
El impacto de las mascarillas en exteriores es muy modesto en cuanto a la transmisión. Lo que hubiese hecho faltan son medidas estrictas hace tres semanas. No sé si están esperando a Reyes para dar por "salvada" la Navidad.
¿Estamos viendo ya el efecto de las fiestas en la curva o lo peor está por venir?
Creo que no puede ir mucho peor. La subida cada día es notable y seguro que estamos viendo el efecto de las fiestas. No necesariamente de fin de año pero si de Navidad. [El reflejo de estas en las cifras] va más rápido que con otras variables.
Los casos de ómicron han subido muy rápido. ¿Es probable que veamos una caída igual de rápida en las próximas semanas como en otros países?
Solo conozco un caso de una caída rápida de casos de ómicron y es en Sudáfrica, en la zona de Johanesburgo y Pretoria. Ni si quiera en todo el país. Pero se ha corrido el rumor de que ómicron sube y baja muy rápido. Pero no hay otros ejemplos, sobre todo donde no se han tomado medidas muy restrictivas. En Alemania y Austria los casos han disminuido, pero son países que prácticamente se cerraron. El mensaje [sobre ómicron] es un poco peligroso; iría con cautela. Puede pasar que dejemos de crecer y nos estabilicemos en una meseta y no bajemos. Lo que sería igual de peligroso.
Muchos expertos apuntan a qué nos acercamos al final de la pandemia. ¿Qué criterios científicos marcan el final de una?
Para definir que se ha interrumpido en una región, tiene que dejar de haber transmisión comunitaria. Puede seguir habiendo casos importados. Para que se considere acabada una pandemia, básicamente tiene que dejar de haber casos en todo el mundo. Y eso es muy difícil de determinar. Pero que pase de ser pandémica a endémica, que solo se transmita en algunos lugares es más fácil de acotar.
Incluso si se diese por terminada la pandemia, ¿nos encontraremos con nuevas variantes del coronavirus? ¿Cómo serán estas?
Es difícil predecirlo y este virus ya nos ha sorprendido. Pero en general los virus evolucionan, e históricamente siempre lo han hecho así, hacia variantes más transmisibles pero menos graves. En el fondo, lo que al virus le "interesa" es poder seguir replicándose e infectar al siguiente. Ómicron podría ser el ejemplo de esto. Se me hace complejo imaginar una variable más contagiosa, porque en un mes ha dominado el mundo prácticamente. Así que probablemente sea la variante que se "quede". Aunque costará librarnos de ella.
Usted es también pediatra. ¿Cómo valora la campaña de vacunación de los niños?
Va lenta. Lo ideal hubiese sido tener al 50% de los niños vacunados con la primera dosis antes del inicio de las clases. Y vamos sobre el 28-30%. Entiendo que las fechas no han ayudado y que muchos niños no se han podido vacunar al infectarse. Animo a los padres que no los han llevado que miren a su alrededor y vean que este grupo tolera la vacuna bien. Está claro que cuando empiecen las clases los vacunados serán los más beneficiados.
Una de las grandes dudas a la vuelta de las vacaciones era, precisamente, si los colegios retomarían el formato presencial. Al final así ha sido. ¿Ha sido la decisión adecuada?
Absolutamente. No tenía sentido dejar que haya fiestas de 10.000 personas en fin de año y que luego los niños en el colegio, que están un ambiente reglado y protocolizado, tengan que hacer semipresencialidad. Pero se ha impuesto el sentido común. Se tendrán que seguir las medidas rigurosamente, que se habían relajado un poco en diciembre y ya está. Todas las cosas en las que dudamos se las queremos aplicar a los niños y no a los adultos. Deberíamos pensar primero en dejar de ir de compras o de fiesta.
¿Cree que, si los casos siguen disparados, sería una medida a considerar?
Solo se deberían cerrar las escuelas si se nos confina a todos. Pero si no, no. Para que pueda ser lo último en cerrar hay que proteger a los profesores también. Hay que darles su tercera dosis, que no se les ha priorizado y les estamos pidiendo mucha responsabilidad. No se lo estamos poniendo fácil.