Radiografía de un brote en un avión: el 'pasajero cero' contagió a 20 más, uno de ellos a 16 filas de distancia


Investigadores japoneses han analizado un brote en un vuelo en Japón en marzo de 2020
De todos los pasajeros que no se pusieron mascarilla, se infectó el 38%
El vuelo comercial se dirigía desde la ciudad de Kansai a la de Naha (Okinawa), ambas en Japón. El trayecto duraba dos horas. Era el 23 de marzo de 2020 y la pandemia del virus SARS-CoV-2 había estallado ya en casi todos los rincones del planeta. Uno de los pasajeros, de 30 años, se había levantado ese día con fiebre y tos. Aun así, había cogido el vuelo y no se había puesto mascarilla. Todavía no lo sabía, pero estaba contagiado de covid.
Días después, 20 personas más -14 confirmadas con PCR y seis probables (es decir, con fiebre y algún síntoma de la enfermedad pero sin someterse a alguna prueba de detección)- que habían viajado en ese mismo avión, estaban contagiadas del virus.
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Con estos datos, investigadores japoneses han ido desmenuzando milimétricamente este brote en un informe publicado por la revista de la Socierdad Internacional de Gripe y otros Virus Respiratorios. Su propósito, ahondar hasta qué punto el hecho de llevar mascarilla y guardar distancia con la persona infectada puede ser determinante para no contagiarse. Y la conclusión de los autores del estudio es esta: si bien el virus alcanzó a pasajeros sentados a varias filas de distancia, los que menos se contagiaron llevaban cubrebocas.
Ocupado al 80%
El avión era un Boeing 737-800 con 177 asientos en clase turista y ese día estaba ocupado al 80%. En él viajaban 148 personas: el paciente índice, 141 pasajeros más, cuatro auxiliares de vuelo y dos pilotos. La edad media de los pasajeros era de 26 años y el 50,7% eran hombres. El avión contaba con un sistema de recirculación de aire equipado con filtración de partículas de alta eficiencia (HEPA), que había sido instalado tres semanas antes.
Detectado el primer caso, los investigadores solo pudieron contactar con 125 pasajeros a los que hizo un seguimiento y preguntó en qué sitio se habían sentado y si se habían puesto la mascarilla durante el vuelo.
Sentado al lado del pasillo
El avión contaba con 31 filas, cada una con seis asientos, tres (ABC) y tres (FGH), separados por un pasillo. El paciente cero se sentó en la fila 23 en el asiento C, dando al pasillo. Al lado de él no se sentó nadie y el pasajero que se sentó en el asiento 23A, a lado de la ventanilla, es uno de los seis casos probables de contagio.
Muy cerca del pacientes cero, dieron positivo en covid los que se sentaron en los asientos: 22A, 22C y 21C. Del otro lado del pasillo, se contagiaron los pasajeros del asiento 21F, 24H, 25F y 25G.
El resto de contagiados se habían sentado a más de dos filas de distancia del caso índice. Uno de ellos, incluso, 16 filas más allá (fila 7).
Contagiados sin mascarilla
En cuanto al uso de mascarilla, de los 20 que se contagiaron, 11 reconocieron haber llevado la mascarilla todo el tiempo; cinco, la mayor parte del tiempo, y otros cinco, no la utilizó.
De todos los pacientes con los que se pudo contactar, de los que llevaron mascarilla todo el tiempo, el 12% se contagió; de los que se la pusieron la mayor parte del tiempo, se infectó un 25%, y de los que no se la colocaron en ningún momento, se infectó el 38%.
Según los autores del estudio, hubo algunos factores que contribuyeron a que se desatara este brote. El paciente se encontraba en el primer día de la enfermedad, un periodo de grandísima transmisión del virus. Tenía, además, una alta carga viral, y, por si fuera poco, no se puso la mascarilla durante el vuelo, a pesar de su intensa tos.
Ahora que los caso están cayendo en todo el mundo, que un gran porcentaj de la población de los países más desarrollados está vacunado, y que se han reanudado los vuelos, los investigadores subrayan la necesidad de seguir manteniendo medidas preventivas. El caso analizado era un vuelo corto, pero aun así se convirtió en un gran foco de contagio.