Rastreo de casos, restricciones y prudencia, claves para que el fin del estado de alarma no lleve a la quinta ola


Los expertos advierten que sin un buen sistema de rastreo de casos y contactos, puede haber grandes repuntes
El fin del estado de alarma no es el fin de la pandemia. No deja de repetirlo Óscar Zurriaga, vicepresidente de la Sociedad Española de Epidemiología. "Con incidencias acumuladas estancadas por encima de los 200 casos por cada 100.000 habitantes, la pandemia todavía está lejos de ser controlada", aseveran los epidemiólogos. "Nos preocupa especialmente el estancamiento de la incidencia acumulada, y que la mayoría de las comunidades autónomas están situadas en niveles de riesgo de rebrotes de 3 o 4", advierten.
- Levantamiento del estado de alarma y consiguiente relajación de restricciones.
- La llegada de la época estival.
- Los avances en la vacunación.
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Todo esto, en su opinión, puede implicar que las medidas más básicas, como la mascarilla y la distancia social, tiendan a olvidársenos. Y puede haber repuntes.
Vigilar los brotes
Hay que vigilar los brotes, afirma Zurriaga. Porque no hacerlo puede devolvernos a la casilla de salida. En junio de 2020, con el fin del confinamiento y la desescalada, no se tardó ni un mes en tener brotes entre los temporeros de la fruta de Lleida, por ejemplo. "Y eso que estos repuntes fueron controlados, localizados y rastreados. Mucho peor fue lo que vino después, la transmisión comunitaria otra vez", explica el epidemiólogo.
Por eso Ildefonso Hernández, portavoz de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria, insiste en el mismo mensaje que hace un año: hay que invertir en salud pública. "Es importantísimo rastrear los contactos de los positivos, hacer que se cumplan las cuarentenas, saber cómo se contagia la gente para actuar en esos ámbitos", opina. Considera que "el decaimiento del estado de alarma debería haber estado apoyado por un refuerzo claro de los sistemas de vigilancia epidemiológica. Necesitamos una agencia de salud pública del siglo XXI, una gestión de datos moderna".
La Sociedad de Epidemiología insiste en que "es imprescindible realizar estudios de contactos exhaustivos tanto en convivientes como en no convivientes, monitorizando el cumplimiento de aislamientos y cuarentenas en todos los ámbitos". Asimismo, apuntan que es importante "recoger adecuadamente los antecedentes epidemiológicos de los positivos para conocer cómo se han contagiado y poder controlar posibles casos no detectados de la misma cadena de transmisión".
Rafael Ortí, presidente de la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene, va más allá y pide a las comunidades que mantengan las restricciones necesarias, y que estén amparadas por la ley, para evitar una explosión de casos. "Es cierto que con el porcentaje de vacunados y la prevalencia de actividades en exterior, no es previsible una ola como las que hemos vivido, pero hay que intentar restringir contactos para poder seguir manteniendo la situación bajo control", advierte.
Una ley que permita más restricciones
El Consejo de Estado ha aconsejado al Gobierno la necesidad de actualizar y mejorar la legislación sanitaria que, entre otras cosas, sirve a los Ejecutivos autonómicos como marco jurídico para tomar medidas contra la pandemia, cuando no está vigente el estado de alarma.
Se trata, en concreto, de la ley orgánica de 1986 de Medidas Especiales en Materia de Salud Pública, cuyo contenido entienden que "podría estar necesitado de una adecuación legislativa que le aporte mayor detalle y concreción, en orden a proporcionar a las autoridades sanitarias competentes el mejor marco jurídico posible para afrontar las situaciones presentes y futuras de riesgo grave para la salud pública".