Por qué España no vacunará a los mayores de 55 años con la vacuna de AstraZeneca


España toma la decisión porque la muestra de la fase 3 del ensayo clínico de AstraZeneca de mayores de 55 años era demasiado pequeña
La vacuna de la famacéutica sueco-británica es segura y no existen pruebas de que no proteja a los mayores
España ha anunciado que no aplicará la vacuna desarrollada por la compañía farmacéutica AstroZeneca y la Universidad de Oxford a las personas mayores de 55 años. La decisión se ha tomado este viernes y, a juzgar por lo que se ha tardado en tomar, no ha sido sencilla.
La Comisión de Salud Pública, integrada por técnicos del Gobierno de las comunidades autónomas, había aplazado la decisión final hasta en dos ocasiones. En España hay 12'6 millones de personas en edades comprendidas entre los 55 y los 80 años. Son el segmento de la población más vulnerable a la COVID-19 y ahora no podrán recibir una de las dos vacunas de las que más dosis se fabrican.
La restricción de la aplicación de la vacuna de AstroZeneca a mayores de 55 trastoca las previsiones del Gobierno y a buen seguro obligará a modificar el plan de vacunación en España.
Por qué no se vacuna a mayores de 55 años si la vacuna es segura
La vacuna desarrollada por la farmacéutica sueco-británica es una vacuna segura. La Agencia Europea del Medicamento la autorizó en su día para los mayores de 18 años. Pero entonces, ¿por qué se limita su aplicación a los más vulnerables ante la enfermedad que genera el nuevo coronavirus?
La respuesta es muy sencilla, por falta de información. Las primeras dudas surgen desde el mismo momento en el que AstraZeneca presenta sus resultados. Anunciaron que su vacuna generaba una protección del 70%, pero que si se aplicaba una dosis menor a la estipulada en el ensayo clínico, la eficacia se disparaba hasta el 90%.
Se supo entonces que ese aumento del 70% al 90% se debió a un error durante los ensayos. Se había administrado menos dosis de la pretendida, lo que hizo saltar las primeras alarmas sobre la fiabilidad del ensayo. Eran dudas legítimas planteadas por los científicos más escrupulosos.
La vacuna es segura y eficaz, de eso no hay duda, y por eso la Agencia Europea del Medicamento dio su visto bueno, aunque su responsable, Emer Cook, reconociese desde el principio que “En los estudios que nos han enviado, la cantidad de gente mayor en el ensayo es muy pequeña”.
Es ahí donde radica el problema. En la fase 3 del ensayo clínico al que se tiene que someter todo medicamento, en la que se escalan las pruebas a una muestra generosa de población, participaron 11.636 personas. Sin embargo, sólo el 4% de esa muestra de voluntarios tenía más de 70 años. Además, en el grupo que experimentó una mayor protección de la vacuna (90%) no había nadie con más de 55 años.
Otro de los problemas que contribuyó a la poca presencia de mayores de 70 en el ensayo es que para comprobar la eficacia de un medicamento, hay que esperar a los contagios. Para cuando se reclutó a los más mayores, la pandemia ya golpeaba con fuerza a Reino Unido, por lo que los grupos de riesgo extremaron las precauciones. Finalmente, mayores de 65, dicen, sólo hubo un caso de 341 entre los vacunados y uno en el grupo de control de 319. Cifras estadísticamente irrelevantes.
La decisión de no vacunar a los mayores a pesar de contar con el visto bueno de la EMA se debe por tanto a una rigurosa y escrupulosa interpretación de la norma científica, y no porque existan dudas sobre su seguridad.
No existen pruebas de que la vacuna de AstraZeneca no proteja a los mayores
No existen pruebas de que la vacuna de AstraZeneca no proteja a los mayores de 55 años. De hecho, la evidencia con la que sí contamos apunta en sentido contrario.
La farmacéutica sueco-británica recuerda que en la fase 2 del ensayo participaron 400 personas mayores de 56 años y la vacuna provocó en ellos la misma reacción inmunológica que en el resto de edades. A partir de esos datos, señalan algunos expertos, se puede prever que la vacuna les ofrece el mismo grado de protección que al resto.
Tras las primeras semanas de vacunación en Reino Unido, que sí está vacunando a sus mayores de 55, la Universidad de Oxford ha publicado un estudio en la prestigiosa revista científica The Lancet en la que asegura que la primera dosis de su vacuna genera una protección del 76% tres semanas después de su aplicación y que esa protección dura 90 días incluso sin recibir la segunda dosis.
Una vez puesta la segunda dosis con el intervalo de 90 días se alcanza un 82,4% de eficacia, frente al 54,9% si se opta por uno inferior a las seis semanas; 59,9%, de seis a ocho semanas; 63,7%, de nueve a once semanas.
Hasta el momento, más de 10 millones de británicos (uno de cada cinco adultos) han recibido la primera inyección de las dos que componen la vacuna de AstroZenec. Nueve de cada 10 mayores de 75 años ya han recibido la vacuna en el Reino Unido.
Israel, líder mundial en lo que a porcentaje de población vacunado se refiere, ha suministrado la vacuna de AstraZeneca a la mitad de su población.