Las razones por las que la OMS considera que ir a esquiar puede disparar los contagios


La Organización Mundial de la Salud pide a los gobiernos que valoren los riesgos de las concentraciones de gente en las actividades derivadas del esquí
¿Abrir las estaciones de esquí o no abrirlas? Europa se plantea qué hacer con la ansiada temporada de esquí en este 2020 pandémico. No hay consenso. Suiza, Austria o Andorra abogan por abrir sus estaciones. Hay mucho dinero en juego. Francia o Italia defienden el no, que Alemania quiere hacer extensivo a toda Europa. España se prepara para abrir sus estaciones cuando la nieve lo permita, con estrictos protocolos de seguridad.
Este lunes, una voz más se une al debate. La Organización Mundial de la Salud (OMS) asegura que las posibilidades de transmisión del virus bajando una pista de esquí son mínimas. Sin embargo, una cosa es esquiar y otra cosa ir a esquiar. Porque, al margen del acto meramente deportivo de deslizarse por la nieve con esquíes, snowboards o trineos, el 'plan de ir a la nieve' conlleva otras muchas actividades que la OMS sí considera altamente arriesgadas desde el punto de vista sanitario.
"Sospecho que muy pocos se contagiarán bajando una pista con los esquíes", ha dicho este lunes en Ginebra Michael Ryan, el máximo responsable de emergencias sanitarias de la OMS. Los verdaderos problemas, según Ryan, se encuentran en otros lugares y actividades relacionadas con el deporte de la nieve. Los aeropuertos, a los que llegan los turistas de nieve. Los autobuses que abordan los esquiadores. Los hoteles, albergues o pisos de alquiler en las estaciones. Las colas para subirse a un remonte. El apetecible 'après-ski'; las fiestas y locales de ocio de las estaciones...
De hecho, algunos de los mayores focos de propagación del virus a primeros de 2020 fueron algunas estaciones de esquí de Francia, Italia y Austria, antes aún de que en marzo la OMS decretara la pandemia.
Por eso, Ryan considera que los gobiernos deberían centrar sus esfuerzos en evitar grandes concentraciones de personas -sobre todo en interiores- más que en prohibir determinadas actividades como el esquí. "La cuestión es que cualquier actividad que implica grandes cantidades de población en movimiento y concentrada en un espacio concreto, como medios de transporte público para ir de un sitio a otro, necesita ser gestionada de una forma muy cuidadosa".
La OMS destaca que la semana pasada, por primera vez desde septiembre, cayeron los casos de coronavirus en el mundo, y destacó las restricciones impuestas en Europa. Por eso, el organismo nternacional pide a los ciudadanos que se lo piensen dos veces antes de asumir determinados comportamientos que puedan resultar arriesgados desde el punto de vista epidémico.