13 muertos en 10 días: el drama de una residencia vasca al inicio de la tercera ola

Hace sólo unos días que el centro de mayores de Aretxabaleta, Guipúzcoa, contaba con 81 casos activos
El brote detectado hace tres semanas en la residencia ha "disparado la tasa de contagios en el municipio"
"Antes les sacaban al balcón, ahora ni eso", se lamenta una vecina de Aretxabaleta que vive cerca de la residencia GSR Debagoiena. Porque el coronavirus continúa golpeando con fuerza los centros de mayores vascos y el que en estos momentos atraviesa una peor situación es, sin lugar a dudas, el de este municipio guipuzcoano.
Aretxabaleta, una localidad de apenas 7.000 habitantes, ha visto cómo en las últimas tres semanas los positivos por coronavirus se multiplicaban y la incidencia acumulada llegaba a dispararse por encima de los 900 casos a raíz de un foco originado en un centro con 160 residentes. Un brote que en sólo diez días ha dejado la triste cifra de 13 fallecidos.
"Hay varios contagiados entre enfermeras, médicos y pacientes", cuenta una anciana de 87 años, madre de una de las trabajadoras del centro. Aunque en estos momentos la cifra de casos activos dentro de la residencia no está confirmada, a finales de diciembre se llegó a 81 positivos.

Un brote que "disparó la tasa de contagios en el municipio"
El brote detectado en esta residencia de Aretxabaleta a mediados de diciembre se "expandió muy rápido", según ha explicado el alcalde del municipio Unai Elkoro. Pero este foco no sólo afectó al centro, sino que también "disparó la tasa de contagios en el municipio".
Entre la primera y la segunda ola en esta residencia se contagiaron al menos 90 ancianos, por lo que muchos de ellos ya estaban inmunizados. "El problema es que hay gente de edad avanzada, que es a la que más afecta el virus y por lo tanto ahora se están dando numerosos decesos", confiesa entristecido el alcalde.
Este lunes se realizó un cribado entre todos los residentes y trabajadores del centro. Los resultados que se han obtenido hasta ahora son cuatro nuevos positivos, tres ancianos y un empleado. Algo que, según Unai son cifras "controlables".
Elkoro asegura que en esta última semana el foco ha pasado de estar disparado a "bastante controlado". "Es un recinto cerrado así que esperemos que ese problema ya se haya subsanado", dice. "Ahora nos preocupa más el contagio comunitario que hay en el municipio".