Las residencias de ancianos se quedan sin enfermeras: la sanidad pública ofrece más sueldo por menos horas


Cobran un mínimo de 500 euros más al mes y trabajan 200 horas menos al año por convenio
El sindicato CCOO cifra en un 30% las enfermeras que han abandonado desde marzo las residencias rumbo a la sanidad pública
Los ancianos tienen que acudir a los ambulatorios para recibir curas, inyecciones o análisis que solo puede realizar el personal de enfermería
La complicada situación que viven las residencias de ancianos desde el inicio de la pandemia de coronavirus corre el riesgo de agravarse con la llegada de la segunda ola. Al elevado número de contagios y fallecidos entre los internos en los primeros meses de la alerta sanitaria, se añade ahora la falta de personal de enfermería para atender a los ancianos, ante la marcha de los profesionales sanitarios a los hospitales y centros de salud públicos necesitados de personal para afrontar la creciente carga asistencial.
Los datos que maneja la Federación de Sanidad y Sectores Sanitarios de CCOO en la Comunitat Valenciana, señalan que desde el pasado mes de marzo un 30% de las enfermeras de las residencias han abandonado estos centros para incorporarse a la sanidad pública. Una cifra que va en aumento con la irrupción de la segunda ola de la pandemia. “Llevamos tres años alertando de esta situación que ha estallado ahora con la pandemia. Las condiciones laborales en las residencias son muy malas para los sanitarios, no tienen futuro. Y ante la demanda de la sanidad pública se marchan, incluso dejando trabajos fijos”, explica Alfonso Valero, responsable de dependencia en CCOO.
Con las bolsas de trabajo de enfermería agotadas en la sanidad valenciana, los profesionales que ejercían en los centros de la tercera edad, han encontrado una oportunidad para dar el salto. “Muchos llevan ya un contrato de seis meses y que se va a prorrogar al menos hasta el año. Además, de esta forma consiguen puntos para poder acceder a puestos fijos en las próximas oposiciones que vayan a publicarse”, señala Carlos Bucho, secretario del sindicato de enfermería SATSE Comunitat Valenciana.
Para poner de manifiesto nuevamente estas deficiencias y exigir mejoras, este jueves, coincidiendo con la celebración del Día Internacional de las Personas Mayores, se han manifestado en Alicante, Castellón y Valencia decenas de enfermeras y auxiliares de enfermería.

Más salario y menos horas
Las condiciones laborales del personal de enfermería de las residencias de ancianos distan mucho de las que ofrece la sanidad pública.
Las enfermeras que ejercen en las residencias de ancianos en la Comunitat Valenciana cobran un sueldo bruto mensual que ronda los 1.600 euros, trabajando 200 horas más al año por convenio, que sus compañeras de la sanidad pública, que perciben un salario de 2.000 euros al mes, sin contar los complementos. “Los profesionales buscan únicamente mejorar sus condiciones de trabajo y de vida”, señala Valero.
A esto se suma la carga de trabajo y el estrés generado por la falta de personal y la situación de riesgo generada por la pandemia. El artículo 50 de la Orden de Acreditación de las Residencias de la Tercera Edad en la Comunitat Valenciana recoge que cada centro debe de contar con un mínimo de 8 horas semanales de enfermería por cada 10 plazas, lo que equivale a tan solo 2 enfermeras a 40 horas para una residencia con 100 ancianos. “La exigencia de personal es insuficiente. Además, en una situación excepcional como la que vivimos se están produciendo numerosas bajas y no hay profesionales para realizar sustituciones por lo que se han cancelado vacaciones y en algunos casos hasta se han triplicado turnos”, afirma Valero.
Los ancianos sin atención en los centros
La marcha de las enfermeras está dejando a numerosas residencias sin los profesionales necesarios para atender a los ancianos. Ante esta situación, los responsables de los centros tienen que recurrir a los ambulatorios que les corresponden según su demarcación para realizar curas o suministrar medicación que requiere de la intervención del personal de enfermería. “En otro momento, los centros de salud podrían atender a los ancianos, sin embargo, la carga asistencial que tienen por la segunda ola de la pandemia, deja a muchos residentes sin la atención adecuada”, asegura Alfonso Valero.
Una situación excepcional ante la que los sindicatos piden la intervención de la Generalitat Valenciana para conseguir una mejora de las condiciones laborales del personal sanitario de las residencias de la tercera edad y frenar la fuga de enfermeras a la sanidad pública. “Las empresas privadas tienen que mejorar los lamentables convenios que tienen actualmente y ofrecer unas condiciones dignas, no solo salariales, también disminuyendo la ratio enfermera/paciente, para poder fidelizar a sus trabajadores”, asegura Carlos Bucho.
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