Retrospectiva de un rebrote: así ha llegado Lleida al primer confinamiento posterior al estado de alarma


El primer brote se produjo a mediados de junio en una residencia; el resto, en empresas frutícolas, agroalimentarias y en un bloque de viviendas
La Generalitat ha ordenado el aislamiento perimetral del Segrià, cuya incidencia del COVID-19 es nueve veces mayor que la del resto de Cataluña
La amenaza era real y así se lo temía el Departament de Salut las últimas semanas. La incidencia del COVID-19 en Lleida es nueve veces mayor a la del resto de Cataluña, envalentonado por una tasa de contagios que no deja de crecer y que ha llevado a la Generalitat a ordenar el primer confinamiento perimetral por rebrote después del estado de alarma.
Son ocho los brotes activos en la provincia leridana, sin tener en cuenta el originado en una barbacoa de la Vall d'Aran y que se estudia aparte. Estos pueden volver a amenazar la capacidad del sistema sanitario tanto en recursos como en personal. El Hospital Arnau de Vilanova tiene a 23 pacientes de coronavirus ingresados en planta (cuatro veces más que hace una semana y media) y Salut ha habilitado junto a sus instalaciones el primer hospital de campaña, que por el momento funcionará como sala de espera para casos positivos y sospechosos. Mientras, sanitarios y autoridades lamentan una posible relajación de la ciudadanía y piden no bajar la guardia.
Los primeros brotes, entre ancianos y trabajadores del campo
Las alarmas de la Agència de Salut Pública saltaron por primera vez tras detectar el primero de los brotes. Se trataba de la residencia Castrillón, situada en la propia capital del Segrià, la comarca ahora confinada. 13 ancianos y cinco trabajadores dieron positivo en las pruebas PCR durante la semana del 20 de junio, por lo que cuatro usuarios fueron ingresados y, el resto, aislados en una planta del geriátrico.
❗️ El Govern de la Generalitat dicta el confinament per a la comarca del Segrià. S’activa avui dissabte a les 12 del migdia. Us facilitem les primeres indicacions sobre aquesta mesura: pic.twitter.com/wFSTNAEIRz
— Ajuntament de Lleida (@paerialleida) July 4, 2020
Un brote bajo control que dio paso al drama de los temporeros. Miles de personas llegaban a la provincia leridana para trabajar en la recogida de la fruta, muchas en situación irregular y sin tener una habitación en la que dormir siquiera. Por ello, las imágenes de centenares de trabajadores del campo durmiendo en la calle en plena pandemia activaron los esfuerzos de la administración local para acogerlos, con recelo a posibles nuevos contagios.
A pesar de ello, se produjeron los dos siguientes brotes y 60 temporeros fueron contagiados y aislados en la granja escuela La Manreana y en el hotel medicalizado Rambla de Lleida, que también acoge a decenas de sus compañeros por haber tenido un contacto estrecho. Mientras, la conselleria de Salut reforzaba el servicio de atención primaria, practicaba pruebas PCR y valoraba con el Gobierno de Aragón si los contagios catalanes estaban relacionados con los de Huesca debido a la alta movilidad entre ambas provincias limítrofes. Precisamente, la comunidad aragonesa había hecho retroceder a fase 2 a tres comarcas oscenses.
Consulta aquí:
— Salut (@salutcat) July 4, 2020
🔹 Nombre de proves diagnòstiques diàries i percentatge de positius
🔹 Tendència del nombre de noves hospitalitzacions
🔹Tendència de la taxa d’incidència dels darrers 7 dies per 100.000 h. de cada Àrea de Gestió Assistencial
de la Regió Sanitària de Lleida pic.twitter.com/exBl0F066c
130 infectados y un "paso atrás"
Precisamente, la tasa de contagio aumentó por encima de 1 (y, por tanto, cada infectado contagiaba a más de una persona) el 18 de junio, pocos días antes de detectar el primero de los tres brotes. A ellos, se han sumado cuatro más durante la última semana, detectados en una empresa frutícola, una agroalimentaria, un bloque de pisos y una residencia de servicios sociales básicos. El último, que ha acabado de motivar la decisión de confinar el Segrià, fue detectado el 3 de julio.
En total, unas 130 personas son las que han dado positivo en la Región Sanitaria de Lleida como consecuencia del rebrote y 38 de ellas están hospitalizadas. Además, la tasa de contagio se sitúa en 1,6: la mitad que a finales de marzo en la misma zona, cuando el confinamiento era obligatorio para todo el país. Aun así, la consellera de Salut defiende tener controlada la situación: "Podemos controlar la epidemia si lo hacemos específicamente en aquellas zonas donde tiene una incidencia mayor".
📡 #Consellera @AlbaVerges: "Podem controlar l'epidèmia si ho podem fer específicament en aquelles zones i context on té una incidència major." pic.twitter.com/q1B4IRFR0Z
— Salut (@salutcat) July 4, 2020
Eran los primeros indicios de lo que finalmente se ha convertido en un "paso atrás" para los más de 200.000 residentes de 38 municipios del Segrià, comarca de la que no pueden salir. Precisamente, el president de la Generalitat, Quim Torra, se ha referido así a la decisión que su gobierno ha adoptado este 4 de julio y que guarda grandes similitudes con la que tomó el 12 de marzo, cuando aisló a Igualada y el resto de ciudades de la Conca d'Òdena dos días antes del anuncio del estado de alarma.