Los riesgos de ómicron: "Si hay más casos, algunos necesitarán ingreso. No podemos hablar de una gripe"


Médicos, científicos y expertos en salud pública advierten de los riesgos de que la atención primaria se sature con la ola de ómicron
"El problema es que la alta contagiosidad aumenta la gravedad, bloquea la atención primaria de forma espectacular, y algunos acabarán ingresados"
Hace solo un mes que nos enterábamos de su existencia. Hoy, vemos centros de salud que empiezan a saturarse, colegios que adelantan el cierre navideño, colas de varias horas para hacerse antígenos, cierta alarma social... y, planeando sobre nuestras cabezas, la reunión del miércoles entre Gobierno y CCAA en la que se endurecerán las medidas contra la covid, para hacer frente a ómicron. Porque esta nueva variante del coronavirus no solo tiene una elevada capacidad de contagio, también de causar estragos en el sistema sanitario.
Precisamente para evitarlo, virólogos y epidemiólogos llevan ya varios días llamando a adoptar más restricciones, a no relajarnos, a pesar de que las fechas en que estamos inviten a ello. Cuando veíamos lo que empezaba a ocurrir en Reino Unido y Dinamarca, países donde ómicron ya empezaba a imponerse hace una semana, saltaron todas las alarmas. “Estos datos no son más que un presagio de lo que viene a toda Europa Si aguardamos un par de semanas, tendremos este escenario”, advertía entonces el epidemiólogo Daniel López Acuña.
No ha habido que esperar dos semanas, solo una. La primera ola de ómicron en España se pronosticaba para enero, pero no hemos llegado a la Navidad y ya nos está pasando ya por encima. Ómicron corre como la pólvora. Y más que ola, lo que ha llegado parece un tsunami. Suficiente, desde luego para desatar la alarma social.
Mientras, paradójicamente, el comentario más escuchado en la calle, estos días, es: “No pasa nada, ómicron es más leve y además, estamos vacunados. Es como una gripe”. A pesar de que los expertos no paran de advertir que no, no es como una gripe. Ni a nivel individual -porque todavía no lo sabemos- ni a nivel social -porque una gripe no pone en riesgo de colapso el sistema sanitario-.
No está claro que sea más leve
Que la infección causada por esta variante sea más leve es algo que está por ver, todavía. Los datos de infecciones que empezaron a llegar desde Sudáfrica apuntaban a ello, es cierto. Las hospitalizaciones serían consecuencia de la rápida transmisión del virus y el elevado volumen de contagios, no tanto de la gravedad de los casos. Pero esos datos eran pocos y sesgados. En Reino Unido, los casos de ómicron han llegado a triplicarse en 24 horas, y las hospitalizaciones aumentan rápido también. Las autoridades sanitarias hablan ya de riesgo de colapso.
No hay, por tanto, evidencia suficiente de momento para concluir con certeza si esta variante es más severa o más débil. “Parece que es más leve, pero la levedad la hemos visto en Sudáfrica, de momento, donde la población es más joven que la europea”, advierte el experto en Salud Pública Joan Carles March.
Hace unos días, un estudio de científicos de Hong Kong aportaba algo de luz, también, sobre esto. Sus investigaciones concluyen que la variante ómicron se replica mejor en los bronquios que en los pulmones. Ello podría explicar, en parte, su mayor transmisibilidad y la menor gravedad de las infecciones. Aunque los propios investigadores piden cautela al respecto.
Un tsunami de casos leves puede colapsar el sistema
Pero incluso aunque finalmente se confirmara que esta variante genera casos más leves, hace ya días que los expertos advierten de que el “potencial tsunami de contagios acabará repercutiendo en más hospitalizaciones y muertes que con la variante delta”. ¿Por qué?
Porque lo que sí está claro ya es que ómicron es mucho más transmisible. Los contagios están disparados, también en España, y no sólo hay que achacarlos a la mayor interacción social por las fechas en las que estamos, también porque ómicron le está ganando mucho terreno ya a la variante delta, que era la dominante hasta ahora. Ómicron está ya detrás del 47% de los casos secuenciados, y subiendo. Delta, sin embargo, ha caído del 92% al 51%.
Y los expertos insisten, no es como una gripe. Una gripe no colapsa el sistema sanitario, pero un tsunami de ómicron puede hacerlo. “El problema es que la elevada contagiosidad aumenta la gravedad, en el sentido de que bloquea la atención primaria de forma espectacular. Y a la larga, si se elevan los contagios generan un incremento de casos en los hospitales. Si la primaria se colapsa, vamos más a urgencias, y además, alguna gente se queda: personas con enfermedades crónicas o inmunodeficientes, por ejemplo”, explica March.
Es algo de lo que advierten médicos, científicos y autoridades sanitarias. El riesgo es tanto individual, en estos momentos, como colectivo: el colapso sanitario. Todavía no hemos llegado a ello, pero la atención primaria empieza a estar saturada y los ingresos por covid se han triplicado en el último mes. Los propios afectados están dando la voz de alarma, en muchos casos, a través de las redes sociales.
Estamos llegando al límite de capacidad de atención de pacientes con sospecha de covid. Y
— Alejandro Martin Quiros (@MartinQuirosMD) 20 de diciembre de 2021
Tanto en Atención Primaria como en Urgencias y en Microbiología.
Pero da igual… mientras las UCIs no colapsen… para eso estamos… ¿no?
En fin…
Desde el Colegio de Médicos de Madrid piden medidas urgentes para hacer frente a esta ola, y advierten: “Ante la nueva situación epidemiológica, tanto a nivel estatal como en nuestra comunidad, de la pandemia causada por el Covid 19... nos enfrentamos al colapso de la Atención Primaria y a sus graves consecuencias sobre todo el sistema asistencial de nuestra comunidad”.
March lo tiene claro: esto no ha hecho más que empezar. “Va a haber un incremento de casos, seguro, y de personas que ingresan en los hospitales. Y ése es el gran problema. Las personas que lo pasan con síntomas leves pueden considerarlo como una gripe, sí, pero la realidad es que cuando hay más casos, algunos van a llegar a necesitar ingreso. No podemos hablar de una gripe o un resfriado, sino de una situación complicada. Nos podemos encontrar con situaciones graves que pueden generar ingresos, e incluso algunas UCI”, advierte.
Terceras dosis, mascarillas... y cenas navideñas
Porque lo que también parece claro ya, es que esta variante tiene más escape vacunal que las anteriores generados por la vacuna o la infección. De ahí el impulso que se está dando a las terceras dosis para hacerle frente. Este lunes llegaban nuevos datos de la vacuna de Moderna, y van en la línea de los aportados por Pfizer, que es la que más se está inoculando como refuerzo de momento.
Moderna asegura que su dosis de refuerzo multiplica por 37 los anticuerpos neutralizantes, los que bloquean la infección e impiden que se se convierta en una enfermedad grave. La tercera dosis de Pfizer ofrece una protección del 70% frente a ómicron. La eficacia baja, con respecto a las variantes anteriores, pero sigue siendo alta.
“Habría que aumentar el número de personas con terceras dosis, priorizar a todos los mayores de 40 años”, advierte March, y plantea algunas propuestas interesantes al respecto. “Creo que habría que plantear terceras dosis también para los profesores y los cuidadores de personas mayores, tengan la edad que tengan. Y también priorizaría las vacunas de los niños con enfermedades crónicas. No lo haría por edades, como se está haciendo, primero vacunaría a esos y luego ya bajaría por edades”.
En cuanto a medidas para tratar de contener esta ola, March descarta un confinamiento o medida similar, en estos momentos y este país. “No creo que tenga sentido plantearnos un confinamiento como el que tuvimos. Hay que insistir más en las medidas como la mascarilla, la ventilación... Y creo que habría que hacer recomendaciones por parte de las autoridades con respecto a las cenas navideñas. Debe haber normas sobre esto: dos grupos máximo, limitar el tiempo de las comidas, menos personas, no cantar, ventilar…”. Porque la ola de ómicron no se nos viene encima, es algo que ya estamos viendo.