Un estudio alerta que la salud física y mental de los sanitarios está en peligro a causa del coronavirus

Un estudio alerta del gran impacto que supone para los profesionales de la salud la convivencia con el virus
El análisis desprende los diez síntomas físicos y psicológicos más frecuentes en las personas en contacto con esta enfermedad
Según los expertos, la salud pública debería formar estrategias para minimizar esta problemática
La pandemia provocada por el coronavirus Covid-19 ha hecho estragos en la población mundial. Mientras muchos se preocupaban por la crisis económica que traía consigo el confinamiento, el sector sanitario trabajaba a un 200% en centros hospitalarios de todo el mundo. Así, los sanitarios han sido los profesionales que más contacto han tenido con el virus, luchando en primera línea de batalla y cuidando a pacientes con altas cargas virales.
Un grupo de doctores ha querido demostrar con un estudio los efectos que las diferentes pandemias provocadas por los coronavirus que ha soportado el ser humano han provocado en los profesionales sanitarios, tanto a nivel físico como mental. Con este metanálisis, es decir, estudio con un nivel de evidencia científica mayor, publicado en la revista oficial de la Sociedad de Trastornos Afectivos 'Journal of Affective Disorders', se han identificado los principales síntomas que soportan los sanitarios infectados o expuestos a los denominados coronavirus.
Se trata de la primera revisión sistemática que ha abordado de manera integral el impacto de los coronavirus en la salud de los sanitarios
Se trata de la primera revisión sistemática que ha abordado de manera integral el impacto de los coronavirus en la salud de estos trabajadores. Sus hallazgos podrían dirigir las estrategias que debe llevar a cabo la salud pública para detectar los problemas más frecuentes entre esta población vulnerable y, así, monitorizar su curso e implementar medidas preventivas y de tratamiento que mitiguen su efecto.
Síntomas más frecuentes
Para los expertos es tan importante la salud del cuerpo como la de la mente. En este sentido, su trabajo, centrado en casi 3.000 referencias bibliográficas y concluido con una base de 115 estudios, expone los diez síntomas físicos más frecuentes entre los sanitarios con infección por coronavirus que son: fiebre, tos, mialgias, escalofríos, fatiga, dolores de cabeza, disnea, dolor de garganta, náuseas, diarrea. Mientras que los diez síntomas más frecuentes en la salud mental son: preocupación por la salud general, miedo, insomnio, malestar psicológico, agotamiento, ansiedad, síntomas depresivos, características del trastorno de estrés postraumático, somatización, y sentimientos de estigmatización.
Tras el estudio de estos síntomas, se aprecia que la exposición repetida a altas cargas virales de pacientes contaminados puede interactuar con un alto estrés ambiental, que se sabe que afecta el sistema inmunológico. En general, el impacto de la infección por coronavirus en los trabajadores sanitarios es profundo, hasta el punto de que se ha identificado como la causa más común de muerte para los médicos durante el brote, en particular a aquellos dedicados a la medicina general o a las urgencias.
se ha identificado como la causa más común de muerte para los médicos durante la pandemia
Siguiendo en esta línea, una característica asociada con frecuencia a los trabajadores de este sector es el agotamiento, que, según los expertos, ya era alto en épocas normales. Así, los turnos prolongados y las horas de trabajo han afectado en gran medida a la hora de desarrollar efectos más adversos a esta enfermedad.
Aunque la dedicación, el compromiso y la voluntad de lucha de los sanitarios superan todas las controversias que se encuentran, éstos reconocen estar en riesgo, principalmente debido a la falta de equipo de protección personal, la alta presión de trabajo y la falta de confianza cuando se trabaja en circunstancias extremas.
El estudio arroja, asimismo, que los trabajadores sanitarios presentan trastornos en toda regla, como el de estrés agudo. De este modo, se sugiere que la vigilancia de los trastornos mentales emergentes debería convertirse en la piedra angular de la atención preventiva durante las pandemias.
El coronavirus en el siglo XXI
La nueva enfermedad por coronavirus, llamado Covid-19 e identificado en Wuhan, no es el único virus de este tipo que se propagó rápidamente y causó estragos en el siglo XXI. El primero fue el SARS-CoV, en el 2002, convirtiéndose en la primera zoonosis de este siglo. Posteriormente llegó el MERS-CoV, identificado en 2012 en Arabia Saudita. Estos tres síndromes pueden ser transmitidos por personas infectadas levemente enfermas, presintomáticas o asintomáticas y están poniendo a los sistemas de salud bajo una presión sin precedentes.
La mitad de la población general calificó el impacto psicológico del brote de COVID-19 como moderado o severo. Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud ha identificado a los sanitarios como un grupo con un riesgo particular de desarrollar una amplia gama de problemas físicos y mentales como resultado de trabajar directa o indirectamente con pacientes con Covid-19.
Perfilar el impacto en la salud del sanitario es fundamental para realizar la detección, el monitoreo y las estrategias de prevención y tratamiento
Los sanitarios están particularmente expuestos a la amenaza de transmisión debido a su trabajo en primera línea con pacientes con altas cargas virales y con equipos de protección personal no del todo óptimos. Al mismo tiempo, el estrés severo, la alta carga emocional, las largas horas de trabajo, las preocupaciones de estar infectado o contagiar a sus familiares, el poco apoyo psicológico en el entorno de trabajo y la falta de tratamientos eficaces pueden afectar a la salud mental de los sanitarios.
Según los expertos, perfilar el impacto en la salud del sanitario es fundamental para realizar la detección, el monitoreo y las estrategias de prevención y tratamiento. Esta revisión, por tanto, proporciona la primera síntesis de evidencia cuantitativa del impacto del Covid-19 en la salud del personal sanitario y proporciona canales de ayuda para un sector, sin duda, esencial.