Sanidad avisa del riesgo de parto prematuro o pérdida del bienestar fetal por el Covid-19

Sanidad recuerda que existen "muy pocos datos disponibles" de embarazadas infectadas por el nuevo virus
Las embarazadas están incluidas entre los grupos con mayor riesgo de desarrollar una enfermedad grave por Covid-19
En caso de sufrir una "infección perinatal por el nuevo coronavirus , esta puede tener efectos adversos sobre los recién nacidos, como pérdida del bienestar fetal, parto prematuro, distrés respiratorio, trombocitopenia acompañado de alteración de la función hepática e incluso la muerte".
Así lo asegura el Ministerio de Sanidad en nuevo documento científico-técnico sobre el COVID-19, en el que se recuerda que, pese a este hallazgo, existen "muy pocos datos disponibles" de embarazadas infectadas por el nuevo virus y que parece que "no son más susceptibles" de padecerlo, como así lo confirma el hecho de que hay más hombres que mujeres afectados por el coronavirus.
Sanidad ha incluido a las embarazadas entre los grupos con mayor riesgo de desarrollar una enfermedad grave por COVID-19, junto a las personas que tienen más de 60 años, los que presentan enfermedades cardiovasculares e hipertensión arterial, diabetes, enfermedades pulmonares crónicas, cáncer e inmunodepresión.
De hecho, y tras repasar los trabajos publicados hasta la fecha sobre las mujeres gestantes, el departamento que dirige Salvador Illa asegura que la neumonía en ellas no parece "ser más grave" que en el resto de la población, y que "no hay evidencia" de que se transmita el virus cuando se adquiere la infección durante el tercer trimestre de embarazo.
No obstante, sí es probable la infección perinatal sí parece tener efectos negativos sobre los recién nacidos como, por ejemplo, distrés respiratorio, prematuridad, entre otros problemas mencionados anteriormente.
Para llegar a estas conclusiones, el documento tiene en cuenta un estudio elaborado con una muestra pequeña: nueve embarazadas en el tercer trimestre de gestación con COVID-19 y nueve mujeres después de dar a luz y diez bebés. Todas ellas tenían entre 26 y 40 años y ninguna presentaba enfermedades crónicas asociadas, aunque una de ellas había desarrollado hipertensión durante el embarazo, otra preeclampsia y otra tenía coinfección por gripe. Cinco de ellas tuvieron linfopenia, seis elevación de la PCR y solo una paciente tuvo elevación importante de transaminasas, sin fallo hepático.
La respuesta inmune
Por otra parte, el documento elaborado por el Ministerio de Sanidad señala la importancia de la respuesta inmune ante el virus ya que, además de jugar un papel clave en la curación, da soporte a que se pueda generar una vacuna que proteja de la enfermedad si dicha vacuna reproduce la respuesta inmune que generan las personas que se infectan y se curan.
Además, y respecto a la interacción del nuevo coronavirus con el sistema inmunitario, Sanidad informa de que las observaciones clínicas apuntan a que cuando la respuesta inmune no es capaz de controlar eficazmente el virus, como ocurre con personas mayores con un sistema inmune debilitado, el coronavirus se propaga de forma "más eficaz".
De esta forma, prosigue, la enfermedad provoca daño tisular pulmonar, activando a los macrófagos y granulocitos, y conduciendo así a la liberación masiva de citoquinas proinflamatorias. Esta hiperinflamación pulmonar estaría asociada al síndrome de insuficiencia respiratoria aguda o a síndrome de distrés respiratorio del adulto, principal causa de mortalidad por el COVID-19.