¿Se pueden cumplir el confinamiento por áreas de salud en Madrid?


"Las medidas hay que tomarlas si se pueden cumplir", advertía hace días el viceconsejero de Salud
Hace poco más de una semana, el viceconsejero de Sanidad de Madrid, Antonio Zapatero -el Fernando Simón de Madrid- reconocía a NIUS la dificultad de realizar confinamientos selectivos y perimetrales en Madrid:
“Aquí, ¿qué hacemos con los distritos del sur? Si planteamos confinamiento, salvo para ir a trabajar... ¿Estamos preparados para confinar 900.000 personas habiendo metro, transporte público…? Las medidas hay que tomarlas si se pueden cumplir. Yo propongo medidas que sean realistas”. Apenas una semana después de la entrevista, el propio Zapatero anunciaba el posible “confinamiento selectivo” de las zonas más afectadas por la epidemia.
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Entre una declaración y otra, no había cesado la progresión de los contagios y, como contó NIUS, la presión de las comunidades vecinas y del Ministerio de Sanidad había ido en aumento. Madrid debía tomar medidas, "cuanto antes y más contundentes, mejor".
Y Madrid las acaba de tomar. A partir del lunes se restringen las salidas y entradas en las zonas con mayor incidencia, se limitan aforos, horarios y se reduce a seis el número máximo de personas que se pueden reunir en público o en privado. ¿Son realistas las medidas que ha adoptado el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso? ¿Se pueden cumplir?
Centrémonos en “la reducción de la movilidad” en ciertos barrios, la medida más efectiva para "evitar que la enfermedad se propague a otras zonas", en palabras del consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero. "Restricción de la movilidad", lo llaman. Hubo un especial empeño en la rueda de prensa de la Puerta del Sol en evitar la palabra "confinamiento".
Confinamiento, palabra maldita
No es casual. Hay palabras que las carga el diablo (de la política). El médico Antonio Zapatero, artífice del hospital de IFEMA y fichaje estrella de la presidenta Ayuso, no lo sabía. Su mención de un posible “confinamiento selectivo” provocó tal desconcierto que el Gobierno de Madrid suspendió por primera vez su habitual rueda de prensa. Paralizados por una palabra.
Nadie dio la cara hasta bien entrada la tarde, cuando salió el consejero de Justicia madrileño, Enrique López: “No podemos confinar, que la gente esté muy tranquila”. La imagen de descoordinación era inevitable. No es lo mejor mientras gestionas una pandemia. En una entrevista con NIUS, López ha reconocido que la palabra “confinamiento genera zozobra”, porque lleva a la gente a temer un nuevo encierro domiciliario.
Ciertamente, no es eso lo ha decidido el Gobierno de Ayuso. Lo que se restringe es la movilidad que no sea imprescindible fuera de ciertas zonas, dicen. Vamos, lo mismo que hemos llamado "confinamiento" -perimetral, no domiciliario- cuando se ha aplicado durante el verano en la comarca leridana del Segría, en Aranda de Duero, en Santoña y en tantos pueblos y barrios de España.
el confinamiento que en otras zonas se ha ejecutado con cierta facilidad (y con la ayuda de la Guardia Civil), en Madrid se complica extraordinariamente, porque el Gobierno regional ha decidido delimitarlo por Zonas Básicas de Salud.
¿Alguien en Madrid conoce su Zona Básica de Salud?
Ahora bien, el confinamiento que en otras zonas se ha ejecutado con cierta facilidad (y con la ayuda de la Guardia Civil), en Madrid se complica extraordinariamente, porque el Gobierno regional ha decidido delimitarlo por Zonas Básicas de Salud, áreas atendidas por un centro de atención primaria, para entendernos. Puede haber una o varias por distrito. Cubren a una población que puede ir de las 5.000 a las 25.000 personas, aproximadamente.
Las que superen una incidencia de 1.000 casos por cada 100.000 habitantes ven “restringida su movilidad de entrada y salida” o quedan confinadas, lo que ustedes prefieran. Pero ¿alguien sabe cuál es el límite de su Zona Básica de Salud? Aquí damos alguna pista.
Decenas de miles de vecinos deberán aprender a no cruzar ciertas calles sin motivo. En una acera tendremos bares abiertos sólo hasta las 22:00, con aforo reducido y sin consumo en barra y enfrente, locales con las cañas y los boquerones sobre la barra y las luces encendidas hasta la una de la madrugada… ¿Cómo se hace respetar todo esto? ¿Con un agente en cada calle? ¿Pidiendo documentación a diestro y siniestro para comprobar la residencia?
Si algo se repite en esta pandemia en España, es que las decisiones drásticas siempre se han tomado tarde, mal y a rastras.
“Las medidas hay que tomarlas si se pueden cumplir”, decía el viceconsejero de Sanidad a NIUS. Veremos en cuánto se reduce la movilidad en estos barrios de los que miles de personas seguirán saliendo a trabajar -y podrán hacerlo- a otras zonas de Madrid. ¿Hasta dónde tiene que bajar la incidencia para reabrir de nuevo las zonas básicas de salud? ¿Y si al reabrir vuelve a subir?
De entrada, parece que las medidas tienen más fundamento político que epidemiológico. Había que actuar. Igual que los publicitados test masivos realizados hace unas semanas en los mismos barrios que ahora se confinan. ¿Han servido de algo?
Añadía Antonio Zapatero en la entrevista a NIUS: “El problema de Madrid es que es una región muy pequeña donde vive mucha gente y tiene una movilidad tremenda, muchísimas personas se desplazan a otras ciudades, otros barrios, otros distritos para trabajar”. Cierto, sería más fácil confinar todo Madrid que sus “Zonas Básicas de Salud”. Si algo se repite en esta pandemia en España, es que las decisiones drásticas siempre se han tomado tarde, mal y a rastras.