Segovia: desierta, asustada y a la cabeza de nuevos infectados por coronavirus en Castilla y León

En la UCI del Hospital General de Segovia quedan seis camas libres de las 28 que tiene
109 muertos confirmados por coronavirus y 1.252 positivos en la segunda provincia menos poblada de Castilla y León
Cada día a las tres de la mañana, Francisco Vicente, propietario de una pescadería en el mercado segoviano de La Albuera, va a Mercamadrid a comprar el género que después vende en su puesto. Le preocupa que allí la gente está "muy junta", pero tiene que ir porque los clientes no han dejado su mercado de barrio totalmente desierto. Sigue habiendo actividad, aunque "hay muy poca gente", responde Francisco a NIUS por teléfono, su centralita principal de ventas estos días.
Cada día, desde que se declaró el estado de alarma, recibe varias llamadas idénticas: "Te dicen quiero esto y esto, por favor me lo tienes puesto, lo recojo y me voy", todo rápido y sin contacto, explica desde una ciudad que está sufriendo el COVID-19 con especial virulencia.

Así las cosas, no es de extrañar que los mercados estén medio vacíos. Francisco no puede repartir a domicilio porque se ha quedado solo en el puesto. Su única empleada se ha tenido que quedar en casa cuidando de su hija pequeña y él no puede salir a repartir pedidos. Eso sí, como en muchos sitios pequeños, donde la gente se conoce de toda la vida, la cadena humana funciona: "Si Aníbal, el carnicero, va a llevar algo a alguno de los clientes comunes, le pido que lo suba. O cuando alguien me llama le pregunto si también necesita algo de la carnicería, por ejemplo".
"Se notan los nervios, estamos todos un poco nerviosos", admite Francisco, cuya caja registradora también nota el coronavirus, "sobre todo por los restaurantes".
Tasas alarmantes y médicos desesperados
Los nervios, como no, se notan en cada rincón de la ciudad del acueducto. Segovia, con 52.000 habitantes es segunda capital menos poblada de Castilla y León después de Soria. Y lo mismo ocurre con la provincia, que tiene 153.000 habitantes. En cambio, en el ranking de nuevos infectados está a la cabeza. Este lunes, la provincia ha confirmado nada más y nada menos que 104, un tercio de los nuevos positivos de toda la comunidad autónoma.
Esos 104 casos se atienden en el Hospital General de Segovia, que está al límite. Este lunes le quedan libres seis de sus 28 camas de cuidados intensivos. Las otras 22 están ocupadas para desesperación de los médicos de toda la comunidad autónoma.
Hace unos días, el Colegio Oficial remitió una carta a la Consejería denunciando que Segovia y Soria están saliendo peor paradas que el resto de provincias en la gestión de la crisis sanitaria. En ella reclamaban a la Consejería de Sanidad una "correcta distribución de recursos asistenciales".
La conexión con Madrid ¿la clave?
Quince minutos de conversación con la alcaldesa de Segovia, Clara Luquero, dan tiempo para oírla preocupada, orgullosa de su ciudad y hasta con la voz quebrada por la situación que ha generado esta pandemia: "Segovia está vacía, está desierta, no parece la misma" nos cuenta Luquero al principio de la charla.
Poniendo por delante "todas las cautelas", la alcaldesa afirma que según sus datos la presión más preocupante, la hospitalaria, está disminuyendo: "Hay menos ingresos, más altas, parece que estamos empezando la fase de estancamiento".

En cuanto al porqué de los números que sitúan la incidencia del COVID-19 de Segovia cerca de las tasas de Madrid, Luquero lo tiene claro, tiene que ver directamente, con la influencia de la capital de España, a sólo 90 kilómetros de distancia: "Esta ciudad siempre ha vivido en conexión con Madrid. Es muy positivo, siempre lo ha sido, pero en este caso, nos ha llevado a una situación muy dura".
Por un lado, continúa la regidora "hay muchos estudiantes que van a diario a Madrid y muchos trabajadores que cada día acuden allí a trabajar". Por otro, la alcaldesa señala que "hay muchas familias madrileñas que tienen aquí su segunda residencia y que se han venido a ella a raíz de la situación que se vive allí". Al final, en Segovia existe el convencimiento de que ahí está la clave, aunque "no se trata de buscar culpables".
De conserjes de colegio a repartidores de comida
Como en la mayoría de ayuntamientos, en el de Segovia tienen claro que ahora es tiempo de buscar freno a los contagios, luego llegará el momento de afrontar la "dura crisis económica" que vendrá encima, dice Luquero.
En el plano social y sanitario, se ha puesto en marcha, por ejemplo un servicio de reparto de alimentos municipal. Los ciudadanos pueden llamar y pedir que les lleven la compra a casa. De eso se encargan funcionarios del ayuntamiento, por ejemplo los conserjes de los colegios, que como en todas partes están cerrados.
Jardineros y bomberos que desinfectan calles, trabajadores municipales que llaman por teléfono a todos los segovianos de más de 70 años para ver cómo están y qué necesitan, psicólogos que escuchan, también por teléfono, y dan consejos a personas "asustadas y tristes"... Así están las cosas en Segovia, mientras preparan un plan de choque para recuperar una parte del turismo que les da la vida en tiempo normal: "De momento nos centraremos en recuperar turismo nacional, después llegará el internacional, que va a ser más difícil".
Mientras los corzos se pasea por debajo del acueducto, una empresa de drones graba las calles y declara que debe ser "la ciudad más responsable de España", dice orgullosa Clara Luquero que a la vez habla de un panorama "durísimo, triste y excepcional" a nivel global, pero también local.
Ahora nos preocupa la situación de las residencias. Son el muro de contención para la población diana del Covid. (Miguel Ángel Vicente, presidente de la Diputación de Segovia)
En el despacho del presidente de la Diputación de Segovia también se respira preocupación por la altísima incidencia de la pandemia, "a pesar de que los datos dicen que se atenúa": "Segovia merece especial atención, porque aquí la incidencia ha sido muy alta por diversas circunstancias", dice Miguel Ángel Vicente.
Miguel Ángel Vicente, prefiere hablar de "circunstancias varias", a la hora de hablar de los motivos de las altas de enfermos en su provincia: "Es cierto que hay mucha movilidad, pero pido que no se estigmatice a ningún madrileño, les pedimos que pongan un poco en pausa sus viajes a Segovia, pero que después sigan viniendo, porque Segovia siempre se ha valido de Madrid".

A lo largo de la conversación con NIUS, insiste en que hay que mirar a las residencias de ancianos, porque "no estaban preparadas" para algo así, no son centros sanitarios y las residencias y las personas que trabajan en ellas "son el muro de contención de la población diana del COVID-19".
Vicente pone el foco en las residencias a nivel nacional, pero lo cierto es que en Segovia los datos son más que duros. Es la provincia castellanoleonesa con más fallecidos en residencias con positivo por coronavirus (85) y con más muertos con síntomas compatibles (141), por delante de todas las demás. No se trata de números relativos, sino totales. Por ejemplo, en Valladolid, la provincia más poblada con casi cuatro veces más habitantes que Segovia, ha habido 56 fallecidos con positivo confirmado y 99 con síntomas compatibles en residencias.
El aislamiento convierte en más necesarios que nunca los servicios de cercanía. Los Centros de Acción Social, CEAS, se encargan del reparto de medicamentos y de alimentos de primera necesidad a los que están más aislados.
Pero además, resalta el presidente de la Diputación "están las mallas comunitarias" como los batallones de costureras. La solidaridad entre vecinos que funciona especialmente bien en los lugares pequeños, señala: "nosotros tenemos poca densidad de población, pero a la vez nos conocemos todos, todos estamos pendientes de todos".
Eso también hace que allí sea más fácil poner nombre, apellidos y rostro a una enfermedad que ya se ha cobrado 109 víctimas mortales con la enfermedad confirmada y un total de 1.252 positivos por coronavirus.