Segunda ola: lo que Madrid (y España) puede aprender de Melbourne


Melbourne impuso un estricto confinamiento con cuatro veces menos casos que Madrid
Melbourne, en el estado de Victoria al sur de Australia, está a más de 17.000 kilómetros de Madrid. Ambas ciudades tienen un número similar de habitantes, en torno a cinco millones sumando sus áreas metropolitanas. Pero a la hora de enfrentarse a los rebrotes del coronavirus se encuentran en las antípodas no sólo geográficas, también epidemiológicas.
A partir de este lunes, las autoridades australianas levantan el toque de queda y buena parte de las restricciones en la ciudad después vivir durante dos meses bajo un confinamiento similar al de España en primavera. Melbourne decidió actuar cuando el número de casos diarios superaba los 700 y el de fallecidos rondaba la decena. Hay que multiplicar esos números por cuatro para acercarse a la incidencia actual en la capital de España y sus alrededores. Según los últimos datos, la Comunidad de Madrid registró más de 3.000 positivos y 51 fallecimientos el pasado viernes 25 de septiembre.
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Confinados desde el 3 de agosto
El 3 de agosto el primer ministro del estado de Victoria, cuya capital es Melbourne, decretó “la situación de desastre”. Se impuso un toque de queda entre las ocho de la tarde y las cinco de la mañana. Con el confinamiento, se cerraron las escuelas, se prohibieron las bodas, sólo una persona por hogar podía salir de casa a hacer la compra y el ejercicio en el exterior no podía superar una hora.
En todo caso, nadie podía alejarse más de cinco kilómetros de su residencia fuera del toque de queda. Cerraron las empresas consideradas no esenciales, las tiendas de ropa, ciertas fábricas y parte de la administración. Otras, como la construcción, continuaron operando, pero con una reducción en el número de trabajadores. Supermercados, tiendas de alimentación, bancos, gasolineras, quioscos y oficinas de correos se mantuvieron abiertos.
Hasta cinco personas en exteriores
El 13 de septiembre se suavizaron algunas de las restricciones. Se permitió, por ejemplo, que pudieran reunirse hasta cinco personas de dos hogares diferentes en exteriores. O que pudieran celebrarse servicios religiosos en el exterior para un máximo de cinco personas.
El confinamiento en mayor o menor grado en la segunda ciudad más poblada de Australia ha durado hasta el domingo 27 de septiembre. Este lunes termina el toque de queda, 127,000 trabajadores volverán a sus empresas, las escuelas primarias abrirán a partir del 12 de octubre, los familiares podrán hacer visitas a los pacientes -uno por paciente al día y nunca más de dos horas.
Aumentan las multas
Eso sí, las multas por saltarse el número máximo en las reuniones se elevan a 5.000 dólares australianos (3.000 euros). Los rebrotes de Melbourne a partir de finales de julio se atribuyen a viajeros que no respetaron la cuarentena a la vuelta al país.
El objetivo era reducir el número de casos diarios a una cifra entre 30 y 50 y ya lo han conseguido. La media de las últimas dos semanas se sitúa en 22 positivos al día. Los rebrotes de Melbourne han supuesto la mayoría de todos los casos recientes en Australia, un país que ha sobrellevado la pandemia mucho mejor que otros en Europa y América. A finales de septiembre ha detectado 27.000 casos positivos y ha sufrido 872 muertes.