Comunidades abiertas o confinadas: la falta de acuerdo amenaza con una Semana Santa a dos velocidades


Castilla-La Mancha está dispuesta a unirse a Madrid, Extremadura, Baleares y Canarias y abrir sus fronteras en Semana Santa
El resto de las regiones abogan por la prudencia y piden una respuesta consensuada en el Consejo Interterritorial de Salud
Salvar -económicamente hablando- el verano de 2020 abonó la segunda ola de la pandemia en España. No aprendimos. A 23 de febrero, todavía sufrimos la onda expansiva de la bomba pandémica detonada por salvar la navidad que trajo una tercera ola con récord de contagios y una Incidencia Acumulada del virus hasta picos inéditos: 899 casos por cada 100.000 habitantes el 28 de enero.
Ahora, a cinco semanas de la Semana Santa -con una incidencia acumulada (I.A) a la baja de 252,19 casos por 100.000 habitantes- la mayoría de las comunidades autónomas quieren evitar por tercera vez la peligrosa euforia que avive una cuarta ola que algunos expertos auguran inevitable.
"Lo importante no es salvar la Semana Santa, sino salvar vidas", ha dicho el consejero andaluz de Salud y Familias, Jesús Aguirre, que opina que no es el momento de decretar nuevas medidas aperturistas. Castilla y León (con una Incidencia Acumulada de 272,8) ha sido la primera en mover ficha. Este lunes ha anunciado que sus fronteras no se abrirán hasta abril, pasada la Semana Santa. El vicepresidente Francisco Igea ha pedido que "haya un criterio uniforme" entre las regiones. No parece que ese vaya a ser el caso.
Esa respuesta coordinada debería salir del Consejo Interterritorial de Salud. En este momento, todo apunta a una Semana Santa a dos velocidades, donde al menos cinco regiones tendrán sus fronteras abiertas, mientras el resto seguirán confinadas. Lo harán con la amenaza de las nuevas variantes del virus, que avanzan sin pausa, y con unos efectos de la vacunación todavía marginales.
La ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, ha indicado que "la pandemia nos marca el paso y hay que ser prudentes". Siempre que las condiciones epidemiológicas lo permitan, se empezarán a realizar los viajes con seguridad y en coordinación con las comunidades autónomas, ha avanzado.
Cuatro CCAA están abiertas
En este momento, cuatro comunidades autónomas mantienen sus fronteras abiertas: los dos archipiélagos, junto a Extremadura y la Comunidad de Madrid. En el caso de Canarias (I.A de 108,9) y Baleares (I.A de 118,5), su situación epidemiológica es la más favorable de España; las dos están en riesgo medio, según el semáforo establecido en el Consejo Interterritorial de Salud. Para ellas, el Gobierno estudia establecer unos corredores turísticos que faciliten cierto flujo de turistas.
En ese mismo nivel de riesgo medio se mantiene Extremadura (I.A de 111,2), que ha apostado por dejar sus fronteras abiertas durante la tercera ola de la pandemia.
El caso de Madrid (I.A de 383,4) es distinto: la Comunidad ha permanecido abierta contra viento y marea desde mayo. Actualmente, presenta los peores datos de la Península y sigue en riesgo extremo. Su incidencia a 14 días supera en un 34,2% a la media del país; la incidencia a siete días es casi un 39% peor que la media nacional. Pese a ello, sus medidas son las más laxas de España en lo referente a la hostelería, el comercio o el toque de queda.
Al margen de las cuatro comunidades abiertas y de Castilla y León, que ya ha anunciado que permanecerá cerrada en Semana Santa, esto es lo que otras regiones se plantean por el momento.
Castilla-La Mancha (I.A de 186,7)
De los territorios que permanecen cerrados, es el que más claramente ha expresado su intención de abrir en Semana Santa. Su presidente, Emiliano García-Page ha señalado que a la vista de la evolución de la pandemia en la región -que ha calificado de "extraordinaria y elocuente"- podría levantar el confinamiento perimetral en el plazo de diez días. Pretende "ir soltando la mano para ir recuperando la economía, de la mano de la salud".
La referencia será el modelo adoptado el pasado verano, que supuso "una bombona de oxígeno" para la economía regional.
Andalucía (I.A 281,5)
La Junta ha pedido a la ciudadanía "no llamarse a engaños" sobre la apertura en Semana Santa y que "todo se irá viendo". Sobre una relajación de medidas, el consejero Jesús Aguirre ha recordado que "de forma automática" se da una desescalada con apertura de municipios y actividad esencial al bajar la incidencia de 500 o 1.000 casos o cuando el nivel de alerta sanitaria desciende de cuatro a tres y eso permite también cuestiones como la ampliación de aforos.
Las decisiones que hayan de adoptarse en la región no se tomarán antes del 1 de marzo, pasado el Día de Andalucía, y siempre -según ha avanzado la Junta- se harán en el marco del grupo de trabajo sobre movilidad creado en el Consejo Interterritorial de Salud.
Aragón (I.A 279,7)
El Gobierno de Javier Lambán no se ha aventurado a avanzar qué pasará en Pascua. Por el momento, mantiene las restricciones perimetrales de la comunidad y de sus tres provincias, al menos hasta el 5 de marzo.
Hasta entonces, también seguirá vigente su política de confinar aquellos municipios de más de 10.000 habitantes con una I.A a siete días superior a 250 casos por 100.000 habitantes.
Galicia (I.A 216,5)
El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha enfriado las expectativas este lunes al decir que "no puede prometer" que Galicia estará "en la normalidad dentro de tres meses" porque, ha admitido, no lo cree, y de hecho ha avisado de que el puente de San José (el 19 de marzo es festivo en Galicia) y la Semana Santa "no serán como nos gustaría". Ha advertido de que la posibilidad de que haya más restricciones y una vuelta atrás en la desescalada dependerá del comportamiento individual, que puede evitar que los datos de incidencia vuelvan a empeorar.
"Estoy convencido de que no será como nos gustaría, no podemos descartar nuevas restricciones que ahora estamos abriendo y no descartamos tener que cerrar en Semana Santa si la situación epidemiologicamente no es abordable", ha enfatizado Feijóo, quien ha insistido en que la Administración autonómica "no descarta volver atrás" si es preciso.
Comunidad Valenciana (I.A 224)
El presidente Ximo Puig va a pedir al Gobierno de Pedro Sánchez un "gran acuerdo entre comunidades" para limitar los viajes en Pascua. La situación de la movilidad en la comunidad se abordará en la Comisión Interdepartamental de este semana. Es muy importante consolidar ahora" para avanzar más rápidamente en los próximos meses. Este lunes, la comunidad abandonaba la situación de riesgo extremo una situación en la que permanecía desde el 16 de diciembre.
La Semana Santa va a ser "un momento muy complejo", ha dicho Puig, que podría llevar incluso a perder la "trazabilidad del virus" que tenemos ahora. "No hay espacio para la sociabilidad asociado a la fiesta", ha dicho el presidente valenciano. "Ya habrá fiestas cuando podamos".
Navarra (I.A 164,1)
Fue la primera comunidad autónoma en echar el cierre el pasado 22 de octubre. Desde entonces permanece confinada. La próxima revisión de restricciones se hará el 11 de marzo. La presidenta María Chivite, al ser preguntada en el Parlamento Foral por la Semana Santa, dijo que "aún no podemos desescalar" y añadió que no quieren "generar falsas expectativas".
Su vicepresidente, Javier Remírez, también dijo la semana pasada que más allá de pensar en las vacaciones ahora mismo sus prioridades son luchar contra la pandemia y garantizar la vacunación. El gobierno navarro ha señalado que no tomará medidas unilaterales sobre apertura de fronteras sin contar con las comunidades vecinas.
Cantabria (I.A 174,7)
El presidente Miguel Ángel Revilla ha afirmado que veía posible desconfinar la comunidad en Semana Santa si previamente se había vacunado al 15%-20% de la población, un optimismo que por ahora no se ve respaldado por las cifras. "Hay que ser un poco optimistas y pensar que si llegan las vacunas podamos tener desconfinada Cantabria en Semana Santa y puede generarse de este modo cierta actividad económica que redunde en el sector hostelero", dijo el presidente cántabro.
Euskadi (I.A 297,2)
Cuando Revilla habló de abrir las fronteras en Semana Santa, el Lehendakari Íñigo Urkullu ya dijo que se le hacía "muy difícil" pensar que esos días pudiese haber una "movilidad indiscriminada". Además, el plan Bizi Berri III que el Gobierno Vasco presentó hace casi dos semanas habla de "espaciar las desescaladas y ajustar las restricciones en periodos de alta movilidad e interacción social", como pudiera ser Semana Santa.
En este momento, ni siquiera se permite la movilidad entre las tres provincias vascas, que siguen cerradas. Abrirán cuando se confirme una incidencia acumulada por debajo de los 300 casos por 100.000 habitantes.
La Rioja (I.A 146,8)
Hace unos días, la presidenta Concha Andreu dijo en una entrevista en Cadena Ser que de momento no podían "pensar" en Semana Santa y sobre las celebraciones de esos días avanzó que "no podrá haber ninguna aglomeración".
Asturias (I.A 261,15)
El presidente del Principado, Adrián Barbón lo ha dicho claramente: "Asturias tiene el propósito de mantener el cierre perimetral mientras dure el estado de alarma", es decir hasta el 9 de mayo. "Hay que pinchar el globo de si vamos a abrir en Semana Santa, no queda otra que sacrificarla", ha señalado. Barbón ha añadido que "no queremos cometer los errores que se cometieron en Navidad. Si no queremos una cuarta ola brutal hay que aprender, porque se trata de salvar vidas".
Barbón se ha mostrado convencido de que las medidas restrictivas que se están aplicando en los concejos están siendo efectivas.
Región de Murcia (I.A 151,6)
"No hay debate entorno a la Semana Santa", ha dicho el presidente murciano Fernando López Miras para descartar que la Región vaya abrirse. "Vamos a seguir inmersos en la lucha contra la pandemia y tendremos que mantener las medidas de seguridad sanitarias", que aconsejan las autoridades. "No vamos a generar falsas expectativas". Ha señalado que las administraciones tienen que transmitir certidumbres.
López Miras no quiere repetir las situaciones que se dieron tras las desescaladas de primavera y Navidad. El presidente regional se atrevió a afirmar que en Pascua no habrá "desplazamientos nacionales e internacionales" como en años anteriores.