El sistema de rastreo no funciona en Cataluña: no se está llamando a los contactos de los contagiados


Según ha podido saber NIUS, el personal que trabaja en el 'call center' de seguimiento no está recibiendo las listas de contactos
Actualmente hay 180 rastreadores y 120 administrativos que hacen el seguimiento telefónico
En las últimas 24 horas se han notificado 938 nuevos infectados en Cataluña
El sistema de rastreo y seguimiento de contagios en Cataluña no está funcionando como debería. La Generalitat lo ha reconocido y achaca la culpa al programa informático. Sin embargo, los expertos aseguran que faltan rastreadores y que 180 son pocos para abarcar todo el territorio. La situación en esta comunidad preocupa y mucho. La cifra de contagios no ha dejado de crecer. En las últimas 24 horas se han notificado 938 nuevos infectados concentrados principalmente en Barcelona, donde se han triplicado los contagios en tan solo una semana; en Hospitalet del Llobregat, que alcanza ya los 300 contagiados; y en Lleida, con unos 50 brotes activos.
Ante este creciente aumento de casos, el seguimiento de contactos de los positivos es determinante para detener la cadena de transmisión y, por lo tanto, evitar que continué avanzando el contagio. Sin embargo, según ha podido saber NIUS, no se están haciendo llamadas desde el 'call center' ni se tienen controlados todos los contactos de las personas que han dado positivo en coronavirus. La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau ha criticado que los actores que integran el sistema de rastreo no están lo suficiente coordinados, que faltan rastreadores para detectar contactos y que el engranaje del sistema no funciona como debería.
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Pero, ¿cómo se hace realmente el seguimiento de contactos positivos en Cataluña? Veamos como es el proceso de rastreo paso a paso para detectar los errores existentes.
Primera fase: los rastreadores detectan los contactos de un contagiado
Los primeros actores que actúan al detectar un caso positivo son los profesionales sanitarios de los centros de atención primaria o de los hospitales. Cuando una persona acude a un centro médico con síntomas compatibles con el coronavirus, se le hace una prueba PCR. En el caso de que de positivo, empieza la primera parte del proceso de rastreo: la identificación de los contactos que ha tenido la persona infectada. El médico que le atiende elabora una lista de las personas con las que el paciente vive, trabaja o se ha relacionado los tres días antes de empezar a notar los primeros síntomas.
Los médicos de la atención primaria tienen una ratio de referencia acotada, por ello, los segundos actores en actuar son los que forman parte de la vigilancia epidemiológica. Estos se encargan de realizar la encuesta epidemiológica y rastrear todos los contactos detalladamente. Una vez detectados, se estudian los casos de riesgo y se elabora una lista que se envía al Sistema de Emergencias Medicas (SEM).
Según el departament de Salut, actualmente hay 180 rastreadores para todo el territorio y se prevé contratar 65 más para reforzar las zonas más afectadas. La Generalitat considera que son suficientes y que no es tanto cuestión de personas sino de tecnología. De hecho, ha rechazado la oferta del Ayuntamiento de Barcelona de recibir entre 40 y 50 nuevos rastreadores al no considerarlos necesarios. Sin embargo, algunos expertos como el científico Àlex Arenas o el doctor del Hospital Clínic, Antoni Trilla, consideran que son insuficientes y que harían falta al menos 2.000 rastreadores para disponer de una red que permita dar respuesta a la actual situación de los brotes.
Segunda fase: el personal administrativo hace seguimiento de los contactos
La falta de rastreadores encargados de realizar la identificación de contactos durante la primera fase del rastreo repercute directamente en la segunda fase. En esta entra en juego el SEM, que a través de una filial de Ferrovial que tienen subcontratada, se encarga de hacer el seguimiento de contactos de los nuevos positivos. Estas personas no son consideradas rastreadores, sino personal administrativo cuya única tarea es informar por teléfono a las personas que han mantenido contacto con el contagiado de las medidas que tienen que seguir. Se les pregunta si han tenido síntomas, se les explica cómo aislarse 14 días y se les advierte de que acudan a los servicios médicos si su estado de salud empeora.
Para que este seguimiento telefónico pueda realizarse se necesitan las listas de contactos actualizadas diariamente que deben elaborar los rastreadores. El problema es que el personal administrativo que trabaja en el call center de seguimiento de contactos no está recibiendo estas listas, según ha podido saber este diario. Las 120 personas que se encargan de hacer el seguimiento telefónico están prácticamente paradas.
De hecho, la Generalitat ha reducido la contratación de personal que trabaja en el call center. A principios de junio había más gente trabajando que ahora. Según el departament de Salut, con Ferrovial se firmó un contrato acordeón que permite ampliar o reducir en función de las necesidades del sistema sanitario. El documento contempla una contratación de un máximo de 900 personas, pero la Generalitat ya ha avanzado que tiene pensado rescindir el contrato.