La enorme sorpresa de Lulú en su 110 cumpleaños: “Fue espectacular, hasta los policías cantaban”

Paloma, su sobrina nieta, organizó la fiesta: contactó con la Policía Local de Pontevedra y cinco coches patrulla acudieron a la calle de la centenaria
Cuando se asomó a la ventana, los agentes le aplaudieron y le cantaron el cumpleaños feliz junto a otros cinco sobrinos nietos
Lulú, que ya superó la gripe de 1918, vive con el coronavirus su segunda pandemia: “es tremendo porque es algo mundial”, cuenta a NIUS
Era un día especial para Lulú. Cumplía 110 años. La cifra merecía una celebración a la altura. Algo imposible en tiempos de confinamiento. Pero la no celebración tampoco era una opción para su sobrina nieta Paloma. Quería que Lulú tuviese la fiesta de cumpleaños que se merecía. ¿Por qué no llevar el festejo a su balcón?, pensó. Por eso, decidió pegar unas letras a una pancarta y llamar a la Policía Local. Les planteó si era posible acudir ese domingo a los pies de su ventana para hacer algo de ruido. Ellos, encantados, aceptaron la propuesta.
Ese día, Lulú se levantó y se acicaló con la ayuda de su sobrina nieta Patricia. Ella no lo sabía, pero estaba preparándose para ser grabada y ovacionada por todos sus vecinos. A las doce en punto, Patricia le dijo que debía salir a la ventana, que algo estaba a punto de ocurrir. Cuando se asomó, la sorpresa fue mayúscula. Cinco coches de la Policía Local estaban entrando en su calle con las sirenas puestas. Pero su intervención no terminó ahí. Los agentes se bajaron de sus vehículos y empezaron a aplaudir a la centenaria. “Acabé muy cansada, pero fue espectacular, los policías hasta cantaban”, cuenta Lulú Vázquez a NIUS desde su casa de Pontevedra.
Cantaban el cumpleaños feliz junto a cinco sobrinos nietos de la centenaria. Porque, en estas circunstancias, a falta de los 87 que tiene, buenos eran cinco. Fue el número máximo de asistentes que la policía permitió reunirse para sujetar la pancarta que Paloma había preparado. “Estamos tan agradecidos. Tenías que ver lo cariñosos que los agentes fueron con ella. Le hablaron, le cantaron, le aplaudieron…”, cuenta a NIUS Paloma, la organizadora del festejo.

Mientras, el resto de vecinos se sumaban a la fiesta. Desde sus ventanas, muchos contemplaban atónitos lo que estaba sucediendo. Entre ellos, otra sobrina que vive en esa misma calle. “Parecía el Papa saludando. Fue todo muy gracioso y divertido. No pudimos reunirnos y hacer la comida familiar de todos los años, en la que nos juntamos unas trescientas personas, entre sobrinos, sobrinos nietos, primos… Pero lo importante es que ella se quedó feliz”, explica Pura Montenegro.

Dos guerras mundiales, una guerra civil, la gripe española y el coronavirus
Lulú ha vivido muchos acontecimientos históricos. Es la persona más longeva de Pontevedra. Nacida en 1910, su cabeza todavía le permite recordar a la perfección las dos guerras mundiales, la guerra civil y la pandemia que se produjo en el año 1918, la llamada gripe española. En aquel entonces tenía ocho años. “Era muy niña y nosotras no le dábamos mucha importancia a esas cosas. Pero recuerdo que murieron varios primos y mi padre, que era médico, andaba de aquí para allá curando gente”, explica esta centenaria viuda y sin hijos. Aunque a lo largo de la conversación nos recalca que, más que aquella epidemia sanitaria, los años de la Guerra Civil Española fueron, sin duda, los más terribles que le han tocado vivir.
Ahora, a sus 110 años, puede contar una segunda pandemia, la del coronavirus. “Es tremendo porque es algo mundial, no es de aquí, es mundial”, recalca. “Y es lo que nos tiene cerrados en casa”, añade. Un encierro que Lulú pasa haciendo lo que más le gusta: leyendo novelas históricas y haciendo calceta. Espera que todo pase cuanto antes para reunirse de nuevo, físicamente, con su gran legión familiar.