La supremacía genética del coronavirus y las restricciones dejan un otoño sin otros virus


Apenas hay bronquiolitis, hay menos resfriados y se registran pocos casos de gripe
Los científicos lo explican por las medidas de distancia y la fortaleza genética del SARS-CoV-2
Cuando tienes una cama pequeña, si hay dos sobra uno. Y además, si pones un dique para contener el Amazonas, también paras al Tajo. Estas dos expresiones tan gráficas explican un fenómeno que se está detectando ya en hospitales y centros de salud: hay muchas menos enfermedades infecciosas que otros años.
La primera frase quiere decir que el SARS-CoV-2 es un virus fuerte, y no deja (apenas) espacio a los demás: "El R0 -número reproductivo o número de personas a las que contagia cada infectado con el SARS-CoV-2- del coronavirus es el triple que el de la gripe", explica Raúl Ortiz de Lejarazu, portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica. Porque los virus pueden convivir en una misma persona, pero sus epidemias no suelen hacerlo.
La segunda descripción la hace el mismo experto, que aclara: "Si para evitar el contagio de covid tomas medidas de distancia de seguridad, mascarilla, prohibición de grandes eventos masificados, etcétera, pues también evitas el contagio de otras enfermedades que se propagan de manera parecida, como son muchas otras respiratorias".
Los virus respiratorios son enamorados de la socialización, y ésta se ha limitado mucho", considera el portavoz de la Sociedad de Microbiología Clínica, Raúl Ortiz de Lejarazu
¿Es así? El fenómeno ya se ha documentado ampliamente en el hemisferio sur, donde la primera oleada de covid les coincidió con su pico de gripe, y donde los virus de julio, en su invierno, también han disminuido su incidencia. Y en países más al norte que España, donde las temperaturas bajan antes, han notado un descenso de patologías respiratorias muy acusado. Aquí los médicos empiezan a comentarlo, por ejemplo en redes:
A 2 de diciembre ni un solo caso de virus sincitial respiratorio en el hospital. Pediatras asombrados. ¿Quién contagiaba a quién?. ¿Alguien tiene una explicación convincente?
— Jose R Arribas (@jrarribas) December 2, 2020
Y lo corrobora en conversación con NIUS Cristina Calvo, jefa de sección del Servicio de Enfermedades Infecciosas de Pediatría del hospital La Paz, en Madrid: "Otros años entre finales de octubre noviembre y febrero tenemos muchos casos de virus respiratorio sincitial (VRS), que causa bronquiolitis y que obliga a ingresar a muchos niños sanos, y nos abarrota los hospitales. Suele causar un pico de trabajo enorme". Pero este año no hay apenas casos. No solamente en su hospital sino que "no hay casos de VRS en España en los registros de epidemiología".
Para comprobarlo, basta un vistazo a los informes epidemiológicos del Instituto de Salud Carlos III, que en su última actualización afirma:
- Sobre la gripe: "En la semana 47/2020 (16 - 22 de noviembre de 2020) no se notifican detecciones de virus de la gripe procedentes de los laboratorios". Y si nos remontamos, tampoco hay notificaciones. Es pronto para la temporada de gripe en España, que suele comenzar en diciembre y tiene su pico habitual en enero.
- Sobre el VRS: Según el Sistema de Vigilancia Epidemiológica del Carlos III "en la semana 47/2020 no se ha identificado ninguna detección de VRS entre las 91 muestras analizadas notificadas por Andalucía, Baleares y Galicia". Es decir, ninguna de las sospechas de virus respiratorio sincitial fue en efecto eso.
La supremacía del SARS-CoV-2
Para Calvo, la causa no puede buscarse solamente en las medidas de distancia y mascarilla. Sobre todo porque en su campo, la pediatría, la población más susceptible de sufrir estas infecciones no usa mascarilla. "Creemos que es también por la ecología de los virus: los virus compiten entre sí, las epidemias se suceden, no se suelen solapar. Y en este período está imperando el SARS-Cov-2 y desplazando a los demás".
Ortiz de Lejarazu explica que a esto se le llama interferencia viral: "Cuando hay una infección vírica hay una serie de factores de defensa e inflamatorios se ponen en marcha. Son acciones antivirales inespecíficas, células diana que producen proteínas e interferones con propiedades antivíricas. Y esa defensa inespecífica continúa después de haber terminado la infección, así que es más difícil que te contagie otro virus en ese momento".
Los virus compiten entre sí, las epidemias se suceden, no se suelen solapar. Y en este período está imperando el SARS-Cov-2", explica Cristina Calvo, pediatra especialista en enfermedades infecciosas del hospital La Paz
Añade la pediatra que la pandemia de covid-19 no solamente ha hecho disminuir la incidencia de otros virus sino modificando su patrón: "Por ejemplo, nosotros ahora en el hospital estamos viendo rinovirus. Es un virus que suele producir el pico de su epidemia anual en niños cuando vuelven al cole en septiembre, en tiempos no de invierno. Es el virus del catarro común. Pero este año seguimos teniendo rinovirus ahora, algo que no es habitual", explica.
Mascarillas y distancia, claves
El portavoz de la Sociedad de Microbiología Clínica, Raúl Ortiz de Lejarazu, opina que este factor influye, pero que no es ni de lejos el más importante en el frenazo de otras enfermedades infecciosas. "Es un conjunto de todas las cosas. En el hemisferio sur se vacunó a muchísima gente de la gripe y eso ayuda a que no haya otros virus. Mucha gente en países asiáticos llevan mascarilla per se, desde antes. Esto son barreras importantísimas", opina.
De hecho, considera que son principalmente las medidas de distancia social y el uso generalizado de mascarilla las causas de que la incidencia de otros virus haya descendido drásticamente. "Ha sido básico prohibir reuniones grandes, porque ya no hay aglomeraciones de cientos de personas en ningún ámbito. Y en los colegios, incluso en los niveles en los que los niños no llevan mascarilla los niños no se mueven igual: interactúan menos, están a más distancia... Los virus respiratorios son enamorados de la socialización". Y eso, como todos sabemos, se ha limitado al máximo.