La diplomacia del coronavirus: Taiwan ofrece millones de mascarillas y enfada a China

El éxito de Taiwan, que no está en la OMS, incomoda a China y asombra al mundo
El 25 de enero España no había detectado ningún caso de coronavirus. Ese mismo día Taiwan informaba de 4 contagios. Diez semanas después, Taiwan tiene 400 infectados y cinco muertes. España supera los 130.000 infectados y 10.000 fallecidos.
La isla de Taiwan tiene 24 millones de habitantes, España, 47 millones. Tanto Taiwan como España cuentan con un sistema sanitario público muy valorado en las clasificaciones internacionales. Ahora Taiwan, territorio rebelde reclamado por China, quiere exportar su éxito en una suerte de "diplomacia sanitaria" que le abra las puertas de organismos internacionales como la Organización Mundial de Salud (OMS).
Al régimen de Pekín no le hace ninguna gracia que Taiwan ahora ofrezca mascarillas gratis a países como España. Acusan de hipocresía a los dirigentes de la isla: Taiwan prohibió la exportación de mascarillas a la China continental cuando arreciaba lo más duro de la epidemia de COVI-19.
¿Qué explica el éxito de Taiwan?
La isla de Taiwan está a 180 kilómetros de la China continental, origen de la pandemia. España, a 8.600 kilómetros. La cercanía y la lejanía explican muchas cosas.
Taiwan sufrió 181 muertes y puso en cuarentena a 150.000 personas durante la epidemia del coronavirus SARS entre 2002 y 2003. Visto lo de ahora parece una minucia frente al impacto del COVID-19, pero fue suficiente para que los dirigentes taiwaneses estuvieran más que avisados. No en vano, el vicepresidente del país es un epidemiólogo que fue ministro de Sanidad en la epidemia del SARS.
En cuanto China informó a la OMS del brote de un nuevo virus respiratorio similar al SARS, la reacción fue inmediata. Comenzó por el control en los aeropuertos, el 20 de enero la isla ya a estaba en máxima alerta y el 21 prohibió exportar mascarillas y expandió su producción.
En esos mismos días en España, el Ministerio de Sanidad daba la primera respuesta oficial a lo que entonces parecía una lejana epidemia: "No es imposible que vengan personas potencialmente infectadas, pero el número no es suficientemente alto como para pensar que va a haber una importación importante de casos", dijo el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias del ministerio, el epidemiólogo Fernando Simón, el 25 de enero.
“Taiwan rápidamente implementó una lista de al menos 124 medidas en las cinco semanas [del 20 de enero al 24 de febrero] para proteger la salud pública”, señala el profesor de origen taiwanés Jason Wang, de la Universidad de Stanford, en un artículo publicado en la revista de Journal of the American Medical Association. “Las políticas y acciones van más allá del control fronterizo porque sabían que eso no era suficiente”. En ningún caso han llegado al confinamiento de la población, ni se han cerrado comercio e industria, ni siquiera las escuelas, más allá de alargar 10 días las vacaciones de febrero.
Lo primero que hicieron, por ejemplo, fue cruzar las bases de datos del sistema sanitario con las de inmigración para detectar de inmediato los casos sospechosos.
A lo largo de estas semanas, un mando centralizado ha tomado infinidad de medidas que van desde el aislamiento de los infectados a la fuerte penalización a los que violan su cuarentena o difunden bulos. Por encima de todo, el análisis de datos (Big Data). Lo primero que hicieron, por ejemplo, fue cruzar las bases de datos del sistema sanitario con las de inmigración para detectar de inmediato los casos sospechosos.
No sólo eso. “En Taiwan distintos partidos políticos han trabajado juntos para elaborar una respuesta inmediata al peligro”, apunta en el mismo artículo Robert H. Brook, de la Universidad de California. “La transparencia ha sido clave así como la comunicación frecuente a la ciudadanía por parte de un funcionario fiable que calme el pánico”.
Taiwan regala mascarillas (y a China no le gusta)
Ahora Taiwan se ha embarcado en la diplomacia sanitaria para gran enfado de China. El Gobierno de Taipei ofrece millones de mascarillas y otros equipos médicos de manera gratuita y urgente a otros países afectados por la pandemia, entre ellos España. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Layen, ha agradecido la oferta taiwanesa.
“Donaremos 10 millones de mascarillas que es, más o menos, la producción de un día, para ayudar a los países más afectados por el coronavirus”, ha dicho la presidenta del país, Tsai Ing-wen. “Más adelante daremos más apoyo a la comunidad internacional en función de nuestra capacidad de producción”. La presidenta también ofrece compartir todo el conocimiento y la experiencia del país en sistemas de cuarentena basados en el análisis de datos.
China ha reaccionado echando en cara a Taiwan que prohibió la exportación de mascarillas a la propia China continental en lo peor de la epidemia. Pekín advierte al país ‘hermano’ que no juegue con ‘trucos políticos’ para elevar su relieve internacional y conseguir su admisión en la OMS y otros organismos que no lo reconocen como estado de pleno derecho. Queda por ver cuántos países están dispuestos a soliviantar al gigante chino por unas cuantas mascarillas.
La isla de Taiwan se convirtió en refugio de las fuerzas anticomunistas derrotadas Mao a finales de los años 40. Desde entonces China nunca ha renunciado a la soberanía sobre la isla. Pekín no descarta recurrir a la fuerza para imponir su autoridad sobre el territorio rebelde. Sólo 15 países reconocen a Taiwan. España no está entre ellos aunque los dos países mantienen relaciones extraoficiales.