La tasa de ingresos por covid en España es la menor de toda la pandemia pese al récord de incidencia


Por cada 100 personas que se contagian solo unas 2,4 terminan ingresadas, frente a las 12,5 de la tercera ola o los 6,4 de la quinta
Esto no quiere decir que haya pocos hospitalizados: hay 17.269 personas ingresadas por covid, 2.227 en unidades de cuidados intensivos
La sexta ola continúa escalando en España: la incidencia acumulada a 14 días se sitúa ya en los 3.156 casos por 100.000 habitantes, otro nuevo récord de la pandemia. Sin embargo, este dato, que en un primer vistazo resulta alarmante, convive con otro más positivo: la tasa de ingresos por covid es la más baja desde marzo de 2020. Actualmente, por cada 100 personas que se contagian solo unas 2,4 terminan ingresadas. Esto supone un 80% menos que hace un año, durante la tercera ola.
Esto no quiere decir que haya pocas personas que necesitan atención médica por el SARS-CoV-2. La ingente cantidad de contagios también ha acabado colándose en los hospitales. En estos momentos hay 17.269 personas hospitalizadas por covid, 2.227 en unidades de cuidados intensivos, según el último balance de Sanidad. La tasa ocupación en ambos indicadores está en riesgo alto (al 13,87% y al 23,62%, respectivamente), de acuerdo a los niveles aprobados en la Comisión de Salud Pública.
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Con estas cifras, esta ola ya ha superado las tasas ocupación en planta y UCI por covid de la quinta y cuarta olas. Ocho comunidades autónomas se encuentran en riesgo muy alto en sus unidades de críticos. Pero, a pesar de ello, al haber tantísimos contagios -la mayoría de carácter leve gracias a la vacunación y las variantes menos agresivas-, la proporción de los hospitalizados respecto a los positivos es menor que en episodios anteriores.
Como decíamos, en estos momentos 100 contagios equivalen a unos 2,4 ingresados. ¿Cómo calculamos esta cifra? Se tiene en cuenta la media diaria de los 702.548 casos diagnosticados en la última semana (100.364 por jornada) y los 2.428 ingresos comunicados en las últimas 24 horas. Luego dividimos el número de pacientes entre contagiados y multiplicamos por 100. Hacemos lo mismo con la semana con peor presión hospitalaria en cada ola:
- Segunda ola (3-9 de noviembre de 2020): 14 ingresos por cada 100 contagios
- Tercera ola (26 enero-1 de febrero de 2021): 12,5 ingresos por cada 100
- Cuarta ola (20-26 abril de 2021): 15,3 ingresos por cada 100
- Quinta ola (27 julio-2 de agosto de 2021): 6,4 ingresos por cada 100
Dado que para la primera ola no hay datos consistentes del número de contagios no podemos hacer el cálculo usando este método. Aunque sabemos que fue el episodio con más personas ingresadas: solo en Madrid había más de 16.174 hospitalizados a principios de abril, casi los mismos que ahora en todo el país.
Así, la mayor caída en los ingresos se nota a partir de la quinta ola, cuando ya el 55-60% de la población contaba con la pauta completa de vacunación. Ahora, estamos al 90% y con gran parte de la población más vulnerable con una dosis de refuerzo -que se ha ampliado a una cuarta para personas inmunodeprimidas, pacientes oncológicos o afectados por el VIH-.
A esto se suma que esta semana la presión asistencial parece haber tocado techo, variando apenas unas décimas al alza y a la baja hasta este jueves. Incluso Cataluña, donde las UCI están al 42,98%, ha tenido una leve disminución en su tasa de camas ocupadas por enfermos graves. Por ahora el sistema sanitario está aguantando. La cuestión es cuanto tiempo se puede mantener así, si los contagios no bajan y nos quedamos en una 'meseta' en la que se pueden ir acumulando casos que pueden derivar en pronóstico grave.
Si bien es cierto que la incidencia a 14 días lleva subiendo desde el pasado 3 de noviembre, algunos territorios como Andalucía o Madrid han sufrido bajadas estos últimos días. Navarra, la autonomía con más casos por población, ha conseguido descender de los 7.000 casos (252 puntos en un día). Y en los territorios donde se mantienen las subidas son más moderadas que en jornadas anteriores. Aunque no hay indicios de una bajada inminente si hay si son signos esperanzadores de que los contagios se están frenando.