Las terceras dosis en los países ricos retrasarán la vacunación en el resto del mundo


Si bien en los países más desarrollados más de la mitad de la población tiene al menos una dosis, el porcentaje cae al 14% en los países de renta media-baja
Con el ritmo de vacunación actual, los países más desfavorecidos no alcanzarían un nivel de inmunidad sustancial hasta 2023
Un análisis reciente elaborado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que si los 11 países ricos que están considerando administrar una tercera dosis de la vacuna contra el covid a los mayores de 50 años, consumirían aproximadamente 440 millones de dosis de la oferta global, retrasando entonces la vacunación en el resto del mundo.
Así lo alerta la revista académica Nature en un artículo en el que añade que más de la mitad de la población de los países ricos ha recibido al menos una dosis de la vacuna contra la Covid-19 mientras que en los países con un PIB per cápita mediao-bajo el porcentaje baja al 14% e incluso al 1% en los países más desfavorecidos.
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La OMS sostiene que estas posibles terceras dosis serían más útiles para frenar la pandemia si se enviaran a países de ingresos medio-bajos y bajos, donde más del 85% de las personas, unos 3.500 millones, no han recibido ni un solo pinchazo. Así lo comunicó el pasado 12 de julio el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, quien dijo que tendría que ser "la prioridad".
El dirigente de la OMS ya recordaba esto mismo el pasado mes de mayo, cuando pidió a los países más ricos que reconsideraran la vacunación de los adolescentes y los niños y donasen más dosis para los países más pobres.
Este llamamiento choca con los planes de países como Israel, que planea administrar la tercera dosis a la población adulta más mayor a partir de la semana que viene. Mientras, en el continente africano, donde solo el 2% de las personas han sido vacunadas, las tasas de COVID-19 están aumentando, con tasas de mortalidad más altas que la media del resto del mundo.
Consecuencias económicas graves
Tal y como dicen los investigadores, mientras no haya vacunación las mejores medidas para frenar la propagación del virus son el cierre de empresas y escuelas y la limitación de la movilidad. Una decisión que puede tener consecuencias devastadoras en la economía mundial tras más de un año con restricciones.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) estima que, si bien 95 millones de personas se encontraron en situación de pobreza extrema el año pasado debido a la pandemia, estas cifras continuan aumentando, creándose una brecha cada vez mayor entre países de mayor y menor riqueza
Nuevas variantes más peligrosas
Otra de las razones más importantes por las que se debe primar la vacunación en todo el mundo es el riesgo de aparición de nuevas variantes más peligrosas, como la delta, que causen más muertes o contra las cuales las vacunas actuales no tengan la misma eficacia.
Además, con la cantidad de dosis y el ritmo de vacunación actuales, los países con las rentas más bajas no lograrían niveles sustanciales de inmunidad hasta 2023, por lo que este ritmo debería multiplicarse por 19 para que al menos un 40% de la población de estas naciones estuviera vacunada antes de fin de año.
Este modesto objetivo de vacunación del 40% está respaldado por la OMS, el Banco Mundial y el FMI como un umbral que reduciría significativamente las muertes y permitiría que las economías comenzasen su recuperación. Pero debido a que parece cada vez más fuera de su alcance, el FMI ha revisado sus pronósticos económicos para 2021, rebajando las proyecciones para las economías en desarrollo y emergentes. Advierte que las variantes altamente infecciosas podrían descarrilar la recuperación económica mundial y reducir 4,5 millones de dólares del PIB mundial para 2025.