Un año del cierre por covid del hotel al sur de Tenerife: primer 'ensayo general' del confinamiento


Tras el positivo de un turista italiano se ordenó el confinamiento del hotel de Costa Adeje, con casi un millar de turistas en su interior
Una decisión inédita hasta ese momento, anticipo de la cuarentena nacional que se decretaría el 14 de marzo
En NIUS hemos recuperado algunos de los vídeos que publicamos entonces, con el testimonio de turistas y empleados encerrados
Este miércoles se cumple un año de la primera cuarenta masiva que se produjo en España por la covid-19: la que sufrieron casi mil huéspedes y trabajadores de un hotel del sur de Tenerife que fueron confinados tras detectarse un positivo en un turista italiano alojado en el establecimiento.
Pocas semanas después de identificarse el primer caso de coronavirus en España en un viajero alemán recién llegado a La Gomera, volvieron a saltar las alarmas cuando un ciudadano italiano, alojado en un complejo hotelero de Costa Adeje, dio positivo, se convirtió en el primer caso registrado en Tenerife y dio paso a un "ensayo general" de lo que sería el confinamiento nacional decretado el 14 de marzo.

En una decisión inédita hasta este momento, las autoridades sanitarias canarias ordenaron el confinamiento del hotel, con su millar de turistas, de 24 nacionalidades distintas, y empleados en su interior.
Como "jornadas maratonianas, de esfuerzo sobrehumano", definía entonces una de las empleadas del hotel, Nieves López, su trabajo en el complejo del Sur de Tenerife. Ella fue una de las 15 trabajadoras, de los 300 que había, que se tuvo que quedar en el establecimiento tras ser clausurado y que estuvo atendiendo cada día a los 700 huéspedes que había en el hotel.

El hotel, aquellos días, se parecía más a los pasillos de un hospital que al de una residencia de vacaciones. El personal médico estaba cubierto de arriba a abajo con equipos de protección, había termómetros en cada una de las habitaciones, y personas con mascarillas por todas partes. "Hay gente que está en la piscina con niños y lleva puesta la mascarilla", comentaba a través del teléfono asombrada la británica Kathy, una de los 700 turistas confinados en el establecimiento.
Las autoridades les habían recomendado salir el menor tiempo posible de la habitación, así que Kathy agradecía haber traído muchos libros para no aburrirse y comentaba que se había hecho un despacho en la habitación porque tenía que trabajar allí dos semanas. Una situación inédita entonces, la del teletrabajo, que ahora se ha vuelto habitual.

Balance un año más tarde
Sin precedentes próximos, con los referentes más cercanos en Hong Kong en las cuarentenas de siete días de los hoteles Metropole, durante la epidemia del SARS en 2003, y Metropark, por el H1N1 en 2009, se adoptaron las medidas para poner en cuarentena el hotel, en el que se alojaban 893 huéspedes y con 263 trabajadores.
El objetivo claro era evitar la propagación del virus, tanto dentro del complejo y como en el resto de la isla.
"Y se consiguió", como recuerda Clara Gironés, directora médica de la Gerencia de Atención Primaria de Tenerife y coordinadora general del operativo sanitario, quien destaca que esta medida de control y acotamiento evitó también la alarma ciudadana por la posible dispersión y nivel de contagio.
Coordinación, colaboración, trabajo interdisciplinar, capacidad de respuesta y medios son las principales claves con las que resumen aquel episodio los profesionales del Servicio Canario de la Salud (SCS) y del Servicio Canario de Urgencias (SUC) que encabezaron la coordinación de ese operativo sanitario, que un año después podría verse como un "ensayo general" de las medidas y situaciones que iban a convertirse en cotidianas tan solo unas semanas más tarde.
Todos destacan el éxito del dispositivo, pero también como esa experiencia previa permitió avanzar en líneas de actuación, protocolos y medios de respuesta ante la pandemia en los siguientes meses, sentando una experiencia de referencia para el uso de los hoteles como recursos asistenciales y de confinamiento de pacientes leves.
Como ejemplos también citan medidas como la puesta en marcha desde los primeros días del teléfono de información ciudadana del SUC sobre la covid, la línea 900 112 061 aún operativa en las islas; el procesado de muestras en el laboratorio del Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria o la realización de pruebas y cribados, con más de 800 test PCR en esos 14 días.
Esa experiencia previa también facilitó el desarrollo de los equipos de rastreadores, siendo de los primeros territorios en ponerlos en marcha, como recuerda Ramón Pinto-Plasencia, director de Enfermería de la Gerencia de Atención Primaria de Tenerife, quien precisa que los profesionales que comenzaron a hacer los cribados en el hotel, continúan en el equipo de rastreadores covid de Tenerife.