Las universidades catalanas impartirán clases 'online' durante 15 días para frenar la curva de contagios


Aceptan la petición del Departament de Salut para reducir los desplazamientos de la comunidad universitaria
Variedad de opiniones entre estudiantes, que lamentan los costes en transporte y alquiler para estas dos semanas
Se empiezan a conocer las nuevas medidas adoptadas en Cataluña para frenar la segunda ola de coronavirus y una de ellas afecta a las universidades. El Consell Interuniversitari de Catalunya ha acordado reducir la actividad presencial en los campus de las 12 universidades a partir del jueves 15 de octubre durante 15 días, por lo que estas convertirán sus clases magistrales para impartirlas vía telemática.
"La reducción de la actividad docente presencial se centrará en las clases teóricas y, por tanto, no afectará ni a las prácticas ni a la actividad de investigación", tal y como sostiene en un comunicado. El Consell también ha acordado consensuar un criterio común de las universidades, tanto públicas como privadas, respetando su autonomía y sus rectores se han puesto a disposición de las autoridades sanitarias para adoptar nuevas medidas de contención de la pandemia "si es necesario en el futuro".
En un escenario de aumento persistente de contagios de covid-19, se trata de una medida que Salut Pública ha pedido a las facultades y que estas han aceptado. El Departament busca minimizar el riesgo que comportan los desplazamientos de los estudiantes y la socialización en las universidades durante, al menos, dos semanas. De hecho, con la llegada del frío, gran parte de esta socialización pasará de hacerse en exteriores como en terrazas a hacerse en interiores, algo que facilita la transmisión del virus.
Variedad de opiniones entre estudiantes, que lamentan los costes en transporte y alquiler
Más allá del riesgo que supone la movilidad de la comunidad universitaria, los responsables de las facultades las reivindican como espacios seguros. Precisamente, tanto en sus clases como en el resto de instalaciones de las facultades, estudiantes y profesores se protegen con mascarilla e intentan respetar las distancias de seguridad, según aseveran. Algunos de ellos, sin embargo, reconocen algún momento de "descontrol" en los cambios de clase. Robert, estudiante de la Universitat Politècnica de Catalunya, admite que al no tener a su disposición espacios comunes para trabajos en grupo, muchos recurren a los patios del campus y no mantienen las distancias, aunque hay muchas menos fiestas universitarias.
🧑🎓 El @govern i les 12 #universitats catalanes acorden reduir l’activitat presencial als campus durant 15 dies per reduir els contagis de #COVID19 https://t.co/T5luNZUD2s
— gencat (@gencat) October 12, 2020
ℹ️ Demà dimarts les classes es mantenen i la mesura es farà efectiva els propers dies. pic.twitter.com/lIBJxbYf27
Donde no se mantienen las distancias es en algunas de las clases de Laia, de la Universitat Autònoma de Barcelona, ya que tan solo pueden dejar un asiento libre entre alumno y alumno. La UAB retransmite vía 'online' el 50% de las lecciones que los profesores imparten a grupos reducidos en clase, para que estudiantes como Laia puedan seguirlas a distancia. Sin embargo, tanto ella como muchos otros alumnos tienen otras clases presenciales cada día, por lo que "te obligan a ir a diario y a coger el transporte público igual, e incluso a seguirlas con tus compañeros desde la biblioteca porque luego tienes que volver".
Por ese motivo y "atendiendo a la situación de la enfermedad", la decisión de las universidades es "lo más prudente" porque "se ha comprobado que se puede estudiar 'online' aunque no sea lo que prefiramos", según su criterio. No obstante, aquí surge un inconveniente: "Me he comprado la tarjeta de transporte, que son 80 euros y, si esto se alarga, no la gastaré", en palabras de Laia.
Este es un problema del que se ha hecho eco el Sindicat d'Estudiants dels Països Catalans (SEPC), que ha condenado lo que considera una decisión "unilateral" del Govern y de las universidades. El sindicato lamenta que los estudiantes ya han pagado algunos costes de la vida universitaria, como las tarjetas de transporte o el alquiler de sus pisos, para después tener que estudiar estas dos semanas de clases 'online'. Según la plataforma de estudiantes, el problema no es la presencialidad, sino que el riesgo de contagio "se da en el transporte público" y en los "trabajos precarios" a los que deben recurrir para pagar sus estudios.
📄COMUNICAT ENTORN LES RECOMANACIONS DE @salutcat
— SEPC (@SEPC_nacional) October 12, 2020
🗣Volem representació estudiantil a les decisions preses que ens afecten de manera directa.
La presencialitat és segura i necessària per la nostra formació!⚠️
Llegeix el nostre posicionament👇 pic.twitter.com/0E6uMxNORz
Por su parte, la rectora de la Universitat Autònoma de Barcelona, Margarita Arboix, insiste en que no ha habido brotes en las universidades, sino casos importados. Esta universidad, como el resto, mantendrá las clases prácticas, los seminarios interactivos y los exámenes presenciales. Según explica Arboix, Salut ha prometido que los efectos de esta decisión serán visibles en dos semanas y que las facultades tan solo deberán limitar la presencialidad 15 días, y espera que así sea.
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