La difícil recuperación de uno de los cuatro españoles reinfectados de covid-19: "Esto existe y es muy duro"


Ramón Valls, médico reumatólogo del Hospital de Palamós (Girona) es uno de los cuatro casos de reinfección detectados en el país
Toleró bien su primer episodio, aunque los anticuerpos que desarrolló no fueron suficientes para evitar que el segundo lo llevara a la UCI
Investigado por Bonaventura Clotet, manda un mensaje a los negacionistas: "Que lo piense y no lo diga, el virus sí existe"
Ramón Valls vivió el inicio de la pandemia con fiebre ("no muy alta"), malestar general, infección bucofaríngea y pérdida de gusto y olfato en marzo. Fue un episodio bien tolerado, según explica, y lo que no se esperaba al superar el coronavirus es que, cinco meses más tarde, estaría postrado en una cama de UCI precisamente por el mismo motivo.
Este médico reumatólogo de 62 años, del Hospital de Palamós (Girona), es uno de los cuatro casos de reinfección de covid-19 que el Departament de Salut de Cataluña ha detectado, siendo la única comunidad que ha reportado alguno. "Como sanitario, quiero recalcar que la enfermedad es muy insidiosa porque es raro que empiece con síntomas graves y por eso engaña mucho a la gente", apunta Valls. El estado inicial de la enfermedad es fácilmente "tolerable", pero cuando aparece la inflamación pulmonar provocada por el virus y afecta al sistema respiratorio, constituye una emergencia hospitalaria y hay que actuar rápido".
De hecho, su segunda infección manifestó los primeros síntomas el 31 de agosto y lo hizo de igual forma que la primera: con un cuadro leve de febrícula, de malestar y de falta de olfato. No obstante, su desarrollo no fue el mismo y necesitó ser hospitalizado durante tres semanas: "Empecé a desaturar, me faltaba el aire, fui trasladado al Hospital de Can Ruti de Badalona a punto de ser intubado".
Fueron cuatro intensos días los que estuvo en la Unidad de Cuidados Intensivos, llenos de temores e incertidumbre. Precisamente, acusó la incomodidad de las gafas nasales y el miedo a dormirse y alterar la respiración en consecuencia. Todo ello "afecta psicológicamente, porque es muy duro estar constantemente pendiente de si te intuban o no, pero al final me salvé de ello porque me elevaron el flujo de oxígeno".
"Si alguien es negacionista, que lo piense y no lo diga: el virus existe"
El impacto del virus y la hospitalización de 20 días monitorizado en una cama le ha pasado factura. Como tantos otros afectados por la pandemia, Valls ha perdido la forma física y parte de su capacidad pulmonar. Ahora, caminando 9 kilómetros cada dos días, ("necesito descansar uno para asimilar el esfuerzo") recuerda cuando su cuerpo no le permitía andar ni uno porque "era una osadía".
De hecho, el deporte era una parte importante en la vida de este médico antes de su reinfección. Además, no tenía patologías previas y "nunca había estado hospitalizado", algo que lo lleva a atender a la prensa para combatir el negacionismo de la enfermedad: "Si alguien es negacionista, que lo piense y no lo diga porque no es verdad, esto existe".

A su vez, este médico del Hospital de Palamós lanza un mensaje de tranquilidad para "quien tema mucho al coronavirus: si se deja llevar por su médico actual, será bien tratado porque sabemos cómo actuar mucho mejor que en marzo".
Un caso investigado por Bonaventura Clotet
Tras la infección de marzo, Valls se hizo un test de inmunoglobulinas y "salió que no tenía nada", cosa que hizo pensar a este médico que "había otras vías de defensa", atendiendo al desconocimiento que se tenía de la enfermedad las primeras semanas de la pandemia. Y volvió a la rutina, extremando el uso de mascarilla, higiene de manos y distancia prudencial, pero su profesión dentro del hospital gerundense lo siguió exponiendo al virus: "Es verdad que estamos en un medio en el que la covid-19 abunda y creo que esa fue la causa de la reinfección".
La singularidad del caso de Ramón Valls ha llevado al equipo del doctor Bonaventura Clotet, jefe del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Germans Trias i Pujol de Badalona, a investigarlo. Identificó la cepa del virus y detectó anticuerpos, inmunoglobulinas y defensas, pero no fueron suficientes ante la carga viral tan elevada que asumió y que le comportó un estado tan grave.
Aun así, el suyo no es el único caso, ya que "ha habido comunicaciones médicas con un chico de 25 años de Nebraska que quizás sea el primer reinfectado en los Estados Unidos", según el médico, que analiza las similitudes de su historia con la del norteamericano: "Curiosamente, su primer episodio fue leve y el segundo, grave... tampoco tenía antecedentes y también hacía mucho deporte", explica Valls, que concluye: "Afortunadamente, de 40 millones de afectados, ha habido muy pocos casos de reinfección, pero sí que existen". De hecho, este sanitario es prueba de ello.