La vacuna de Oxford genera una fuerte respuesta inmunitaria también en los mayores

La vacuna desencadena una respuesta potente tanto de anticuerpos protectores como de células T en personas mayores
El Gobierno español anunció hace una semana que ya ha cerrado la compra de 31 millones de dosis de esta vacuna
La vacuna que desarrolla la Universidad de Oxford y la farmacéutica AstraZeneca, una de las más avanzadas, provoca una reacción inmune robusta en las personas mayores, el grupo más vulnerable ante este virus, según avanza el diario británico Financial Times citando a personas involucradas en el proyecto.
Según informa este diario, los investigadores han descubierto que la vacuna desencadena una respuesta potente tanto de anticuerpos protectores como de células T en personas mayores; ahora quieren saber si será capaz de evitar que padezcan la enfermedad en su variante más grave e incluso la muerte en el caso de que se contagiase.
El Gobierno español anunció hace una semana que ya ha cerrado la compra de 31 millones de dosis de esta vacuna, una de las más avanzadas en la carrera global.
La edad es el principal factor de riesgo de agravamiento ante el coronavirus porque el sistema inmunitario se debilita con la edad. En España, el 80% de los fallecidos tiene más de 70 años. Los científicos temían que la vacuna no fuera capaz de provocar una respuesta inmune robusta en los mayores, pero los resultados de Oxford apuntan en la buena dirección.
Las personas que conocen los resultados de los llamados análisis de sangre de inmunogenicidad realizados en un subconjunto de participantes mayores dicen que los hallazgos se hacen eco de los datos publicados en julio que mostraron que la vacuna generó "respuestas inmunes robustas" en un grupo de adultos sanos de entre 18 y 55 años.
Los hallazgos anteriores mostraron que la vacuna indujo dos formas de respuesta inmune humana, generando tanto anticuerpos como células T, durante al menos 56 días, según un análisis publicado en The Lancet. Las pruebas de inmunogenicidad positivas no garantizan que la vacuna finalmente resulte segura y eficaz en las personas mayores.
Eso no se sabrá hasta que se hayan analizado los datos completos de los ensayos para este grupo de edad. Sin embargo, los investigadores se han sentido alentados por el último desarrollo, cuyos detalles se publicarán en breve en una revista clínica.
La Universidad de Oxford no ha querido confirmar esta información, según Financial Times. Jonathan Ball, profesor de virología citado por el rotativo británico señala que “lo que se tienen son datos que muestran que la vacuna genera buena inmunidad, medida en el laboratorio, en el grupo de edad de más de 55 años, y eso también incluiría buenas respuestas en personas que son mayores, lo que es una señal prometedora ".
Sin embargo, advierte que, si bien los buenos datos sobre inmunogenicidad serían alentadores, "en última instancia, es crucial si la vacuna protege contra enfermedades graves y eso solo lo sabremos a partir de los ensayos de fase 3".
Aunque es probable que las primeras dosis de esta vacuna empiecen a administrarse a partir de enero, no será hasta primavera cuando la vacunación se haga de forma masiva.
El pasado viernes, se reanudaron los estudios clínicos de la vacuna de Oxford en todo el mundo después de que en Estados Unidos hayan estado paralizados desde el pasado 6 de septiembre tras conocerse que un participante había desarrollase síntomas neurológicos. Según los informes, estos síntomas fueron causados por mielitis transversa, una enfermedad grave de la médula espinal.
"El reinicio de los ensayos clínicos en todo el mundo es una gran noticia, ya que nos permite continuar nuestros esfuerzos para desarrollar esta vacuna para ayudar a derrotar esta terrible pandemia", señala Pascal Soriot, director ejecutivo de AstraZeneca, en un comunicado.
"Debemos estar tranquilos por el cuidado que han tomado los reguladores independientes para proteger al público y garantizar que la vacuna sea segura antes de que se apruebe su uso".
Hace solo unos días, transcendía la muerte en Brasil de otro voluntario, un médico de 28 años, que participaba en los ensayos de la vacuna de Oxford. Su fallecimiento se debió a complicaciones relacionadas por la covid. Sin embargo, este voluntario no había recibido la vacuna sino un placebo.
También la compañía Johnson & Johnson ha reanudado los ensayos de su vacuna, paralizados el pasado el 11 de octubre, después de que un voluntario de unos 20 años sufriese una hemorragia cerebral y trombosis venosa del seno transverso. El Washington Post, citando dos fuentes, aseguró que en este caso se debió a un derrame cerebral.