Valeria, la ‘voz’ tras el baile multitudinario en el centro de Córdoba: “Lo siento. No supe pararlo”


Valeria Delgado es la joven de 21 años que la tarde del sábado actuaba, como cada día, en la Plaza de las Tendillas de Córdoba cuando se empezó a formar la aglomeración: “Cada vez llegaba más gente y la policía no hizo nada"
La imagen de decenas de personas, cantando y bailando sin distancia de seguridad, en torno a la artista se ha hecho viral
A raíz del incidente, el ayuntamiento ha prohibido la presencia de músicos callejeros
Valeria Delgado es una joven de 21 años que persigue un sueño. Triunfar en el mundo de la música. Hace años que busca una oportunidad en los escenarios. Mientras, se gana la vida en las calles y plazas de Córdoba, donde tiene licencia como música callejera.
Normalmente, los transeúntes pasan, sin apenas mirarla, y solo dos o tres se detienen a escuchar sus temas, cuenta a NIUS. Sin embargo, el pasado sábado, la artista se convirtió, sin quererlo, en el alma de una fiesta multitudinaria cuya imagen, en plena pandemia, se ha hecho viral.
¡Feliz navidad! 🎉 Y en las próximas muertes no nos olvidemos de echarle la culpa al vecino, al gobierno, a la Junta, al ayuntamiento, a la hostelería,...
— RAFALCOR (@RafalcorS) December 12, 2020
A otros 😀 pic.twitter.com/SiVqEaZmGn
Eran las cinco y media de la tarde cuando Valeria, micrófono en mano, comenzaba su actuación en la Plaza de las Tendillas. Su ‘All I Want for Christmas Is You’ comenzó a congregar a un pequeño grupo de curiosos que terminó con decenas de personas, cantando y bailando al ritmo de la música, sin guardar la distancia de seguridad.
“Yo solo animé a la gente a tocar las palmas”, se defiende la joven que asegura que nunca ha tenido tanto éxito en una actuación. “En la vida me ha pasado algo igual. Cada vez, venía más gente y pedían una nueva canción”, señala.
Ahora, días después, lamenta la situación que se originó y se arrepiente de no haber sabido gestionarlo. “Pido perdón, me vine arriba y no supe pararlo”, confiesa. Aunque recuerda que ella solo es una artista que paga por tener una licencia que le permite hacer su trabajo, precisamente ese. “Soy cantante, no policía”, explica Valeria, que se ha visto sobrepasada por la repercusión.
“Es chocante que el día que más público tengo se forme este lio”, dice la joven que solo piensa en cómo arreglarlo y que no se la conozca por esta lamentable imagen. "No era normal tanta gente, las cosas como son", reconoce, pero defiende que no toda la culpa es suya. "En algunas zonas, no se podía ni andar, independientemente de que yo cantara o no".
Precisamente, a raíz de esto, el ayuntamiento de Córdoba decidía, este lunes, prohibir la presencia de músicos callejeros en la ciudad. “Nos han criminalizado a todos y la gente se gana el pan con esto”, lamenta la joven que se siente responsable por el daño que se le va a hacer a todo el colectivo. “Hubiera preferido, incluso, que tomaran medidas solo contra mí”, asegura.
En su defensa, alega que la policía pasó hasta en hasta en tres ocasiones e, incluso, le solicitaron el permiso de músico callejero, pero tras mostrárselo, le permitieron seguir con la actuación. Y con ello, con la imagen de una multitud cantando y bailando como si no hubiera una pandemia mundial que está provocando miles de muertos.