Yamir Moreno, experto en biocomputación: “Estamos lejos de lo que necesitamos para impedir una segunda oleada del coronavirus”

Yamir Moreno: "El porcentaje de población inmune no es suficiente para evitar la segunda oleada"
Distanciamiento social y detección precoz, dos de las medidas más eficaces, según el investigador
Afirma que con las medidas adecuadas se puede llegar a la inmunidad de grupo en año y medio
Yamir Moreno (La Habana, Cuba, 1970) es profesor de Física de la Universidad de Zaragoza donde dirige el Instituto de Biocomputación y Física de Sistemas Complejos. Hace unos meses recibía un premio internacional por su trabajo sobre los ‘números de la vida’: la complejidad en las redes, en las ciencias sociales y en la epidemiología, entre otros ámbitos.
Junto a otros investigadores acaba de publicar un estudio que trata de responder a la gran pregunta del momento en todo el mundo: cómo relajar el confinamiento sin desbordar de nuevo el sistema sanitario
NIUS: Empiezo por lo último que hemos conocido. Los primeros resultados del estudio de seroprevalencia indican que sólo un 5% de la población española está inmunizada contra el coronavirus, un porcentaje que asciende a un 11% en Madrid. ¿Cómo valora estos datos de cara a la desescalada?
Yamir Moreno: Los resultados son compatibles con lo esperado, o sea, relativamente baja prevalencia en casi todas las provincias excepto en los focos importantes. En términos de desescalada, el porcentaje de población inmune no es lo suficientemente alto como para evitar la segunda oleada ni siquiera en los focos más importantes, aunque ahí la propagación de esta hipotética segunda oleada podría ser más lenta.
¿Será inevitable, entonces, ver rebrotes al relajar las medidas de confinamiento?
Si no se toman las medidas oportunas, si. La única forma de conseguir que una epidemia no afecte a la población es que esta última sea inmune. Como no tenemos una vacuna (ni se espera en un futuro inmediato), solo nos quedaría alcanzar la inmunidad de grupo de manera natural, o sea, a través de las personas que se recuperan. Debido a la alta tasa de mortalidad, está otra opción tampoco es posible en un futuro cercano. Todo ello implica que si se levantan las medidas actuales sin tomar otras, volveremos a (casi) la situación inicial.
¿No es posible controlar los rebrotes?
Si es posible, pero para eso tenemos que crear toda una infraestructura que creo que todavía no tenemos y que no hemos sido capaces de crear durante el confinamiento. Nuestros modelos dicen que si haces test, rastreo de contactos de aquellos que dan positivo y cuarentena de casos confirmados y de una fracción de sus contactos, puedes reducir mucho la incidencia de la enfermedad de manera que no saturas al sistema de salud y puedes tener una actividad económica, laboral y social menos restrictiva. Insisto en que para lograr esto, tenemos que tener una gran capacidad de hacer tests, pero sobre todo, de rastrear contactos. En este último aspecto es donde creo que estamos muy lejos de lo que necesitamos y, por lo que se, ni siquiera hemos dado pasos para montar la infraestructura de vigilancia epidemiológica necesaria.
En el estudio sobre Boston, estiman que si se identifica un 50% de los casos y se localiza al 40% de sus contactos y se aisla a unos y otros -lo que supondría confinar el 9% de la población- se podría reabrir la economía sin que se desborde el sistema sanitario. ¿Se podría aplicar esta estimación a España?
En ausencia de datos en España no lo puedo asegurar al 100%. Sin embargo, hay algunos indicadores (pruebas de robustez ante variaciones de los parámetros, por ejemplo) que nos dicen que aunque cuantitativamente esos porcentajes podrían variar, cualitativamente, o sea, a nivel de qué medidas tomar, éstas también funcionarían para las grandes ciudades o áreas metropolitanas de España. La metodología está ahí, y diría que es casi trivial hacer los cálculos para nuestro país. El problema son los datos, que no los tenemos para España (a pesar de ser completamente anónimos y cumplir estrictamente con la ley de protección de datos europea).
No hemos aprovechado el tiempo de confinamiento para crear la infraestructura que necesitamos para controlar la epidemia con el menor impacto social.
Confinamiento aparte, ¿cuáles son las medidas más eficaces? ¿Un sistema de detección precoz? ¿El cierre del sistema educativo? ¿Restringir la movilidad? ¿El distanciamiento social en la vida diaria?
Hay de dos tipos. Por un lado, las que están dirigidas a evitar los contagios. Entre las que mencionas, diría que las de distanciamiento social tienen el potencial de ser las más efectivas. Son muy importantes cuando no tienes la infraestructura a la que me refería anteriormente. Por otro lado, están las medidas encaminadas a cortar las cadenas de transmisión. De éstas, sin duda la detección precoz de positivos y contactos es la más eficaz, pero también la mas costosa/difícil de implementar con éxito, especialmente cuando la prevalencia de la enfermedad es alta.
El seguimiento de los contactos es un trabajo laborioso, puede llevar días y no cortar a tiempo las cadenas de contagio, ¿sería imprescindible buscar soluciones tecnológicas, usar aplicaciones de móviles, para acelerar el proceso?
No existe un método único e infalible. La mejor metodología es una combinación de rastreo digital con el manual de siempre. Si tuviese que apostar por uno solo, diría que mi respuesta dependería de la prevalencia y la penetración de la tecnología de rastreo. Si la prevalencia es muy alta, es muy difícil detectar contactos sin ayuda tecnológica, pues tendríamos que rastrear a un número demasiado alto de posibles contactos de interés. En estos casos, la tecnología puede venir en nuestro auxilio. Sin embargo, si la penetración de esta tecnología en la población es muy baja (exceptuando las situaciones en que ésta sea de uso obligatorio como en algunos países), no seríamos capaces de detectar muchos más contactos que con el método tradicional (por ejemplo, si la penetración es de un 50%, o sea, la mitad de la población, como para detectar un enlace necesito que los dos individuos que establecen el enlace tengan la App, sólo detectaría al 25% de los enlaces, o sea, 1 de cada 4).
¿Qué desafío plantean las grandes ciudades, como Madrid? ¿Es realista contar con un sistema de identificación y seguimiento de positivos y contactos en una conurbación de seis millones de habitantes, con una gran movilidad, concentración de gente y amplia red de transporte público?
Si, en principio es factible y realista en teoría. Pero como comentaba antes, hay que tener una infraestructura que no tenemos y que no estamos creando. No hemos aprovechado el tiempo de confinamiento para crearla y ahora estamos tratando de volver a la normalidad esencialmente con un poco más de conocimiento, pero sin tener las herramientas de vigilancia epidemiológica necesarias para tener alguna posibilidad de controlar la epidemia con el menor impacto social y económico posible. Y no lo digo sin fundamento, el ejemplo más obvio de que la pandemia se puede controlar en una gran urbe como Madrid es el caso de Seúl, Corea del Sur, que es una ciudad de 9.8 millones de habitantes (25.5 millones si incluimos el área metropolitana) y una densidad poblacional altísima.
Sostiene Moreno que si la epidemia se ha controlado en Seúl, con 9,8 millones de habitantes, también se puede controlar en Madrid.
Mientras no haya una vacuna, si contenemos la propagación también frenamos la inmunidad de grupo (herd inmunity) que los epidemiólogos cifran en un 70% de la población, ¿se podría alcanzar sin que se dispare la letalidad?
Si, es solo una cuestión cuanto tiempo estamos dispuestos a, y nos podemos permitir, convivir con el virus y la “nueva normalidad”. Si dejas que el virus circule libremente en la población, llegaras a obtener la inmunidad de grupo en 1-2 meses. El problema es que, como ya sabemos, un alto porcentaje de aquellos que enferman no podrán recibir atención y morirán por eso. Por lo tanto, esa opción se tiene que descartar absolutamente. Si implementamos las medidas que hablamos antes (test, rastreo, cuarentena de positivos y parte de sus contactos), llegaremos a la inmunidad de grupo poco a poco y ese 70% de enfermos que se recuperaron será en un espacio de tiempo de año y medio en lugar de 1-2 meses.
Recientemente, un estudio de investigadores de la Universidad de Edimburgo y del Imperial College, entre otros, planteaba la alternativa de confinar sólo a los grupos vulnerables, a los mayores, ¿le parece factible?
Teóricamente es factible. Nosotros también hemos evaluado escenarios similares y el modelo nos dice que podría funcionar desde el punto de vista epidemiológico. No obstante, socialmente eso implicaría tener a nuestros mayores aislados durante meses (un mínimo de 6 meses, según nuestro modelo de Boston). Personalmente me parece algo que ni siquiera pondría encima de la mesa visto que hay otras opciones en las que todos, no solo los mayores, compartiríamos el coste social de controlar la epidemia