El sinvivir de Bea tras perder a Faruq: “El perro es mi vida y ofrezco 600 euros a quien lo encuentre”


Una vecina de Redondela (Pontevedra) lleva 43 días buscando a su perro: “No ha podido tragárselo la tierra”, sostiene
Para ella Faruq no es un animal, es un miembro más de su familia: “Es como el hijo que no he podido tener”, cuenta a NIUS
Ha colgado en sus redes sociales un vídeo desesperado dirigiéndose a quien podría tenerlo: “Faruq no te quiere a ti, quiere a su familia”
“No es un perro, es mi hijo”. Así describe Bea su relación con Faruq, un perro mestizo que desapareció el 18 de enero en un pueblo de Redondela (Pontevedra). Desde entonces, ella y su familia han movido cielo y tierra para encontrarlo. Han hecho batidas por montes y caminos. Lo han buscado en cunetas, matorrales y en la vía del tren. Y hasta han timbrado, una por una, en todas las casas del pueblo. En total, hay unos cincuenta voluntarios tratando de localizarlo. Pero Faruq no aparece.
Bea quiere creer que está vivo. Y por eso ofrece una recompensa de 600 euros a quien se lo devuelva. “A la semana de desaparecer, una persona me llamó desde un número oculto. Me dijo que se lo habían llevado el primer día, que estaba con otra familia y que no tenían la intención de devolvérmelo”, relata Bea Rodríguez entre lágrimas.
Faruq llevaba casi seis años viviendo con ellos. Lo salvaron de terminar en una perrera cuando otra familia pretendía deshacerse de él. Con él, Bea iba de paseo, a la compra y a navegar. “Hasta se subía conmigo a la tabla de paddle surf”, añade. Era un miembro más de su familia. “Tuve dos operaciones de brazo y él fue mi enfermero. Se desvive por todos y cada uno de los miembros de nuestra casa”, afirma.

Bea, que sufre una depresión, reconoce que Faruq ha sido una pieza fundamental para ayudarla a salir de casa. “Me tiraba hasta del pantalón para que me levantase del sofá y saliese con él a pasear. Hay gente que no lo entiende. Pero el perro es mi vida, es como el hijo que no he podido tener”, relata.
Ha perdido once kilos de peso
El desgaste de buscar a Faruq a lo largo de estos 43 días de ausencia no está siendo solo emocional, sino también físico y económico. “Me he gastado cerca de mil euros en carteles. Los vamos repartiendo casa por casa. Llamamos al timbre con la esperanza de que si está dentro de alguna reconozcamos su ladrido. Los montes y caminos de la zona ya los tenemos peinados, hasta nos hemos metido en moto por las zonas de más difícil acceso”, cuenta Bea.

Se pasa horas al día delante del ordenador, enviando correos y dando difusión a la imagen de su mascota en redes sociales. “Llamo cada cierto tiempo a tráfico, a conservación de carreteras, a la empresa de basuras, a las perreras y a los veterinarios de la zona. Pero nada, nadie lo ha visto”, asegura. Reconoce que ha recibido algunas pistas, sobre todo desde que hace quince días anunció que ofrecía una recompensa a quien le devolviese a Faruq. "Pero no han servido de nada", explica.
A lo largo de este mes y medio, Bea reconoce haber perdido once kilos de peso. “Estoy en un estado de ansiedad constante. La angustia me consume”, confiesa. Por eso, hasta ha decidido grabar y colgar en sus redes sociales un vídeo dirigiéndose directamente a la persona que puede tener a Faruq. “Las perreras y los centros de adopción están llenos, pero Faruq no te quiere a ti, quiere a su familia. Así que, por favor, suéltalo y déjalo venir de vuelta. Devuélvenos al perro”, le dice Bea.
#faruqvuelveacasaAyudadme a traerlo de vuelta a casa!! El estará sufriendo tanto como nosotros. Mirar en las fincas de los vecinos y si os parece verlo, mandarme una foto al 678239200. Desaparecido desde el 18/01/21 en Cesantes Redondela. Tamaño medio, 10 kg. pelo gris y blanco. En el momento de la desaparición tenia collar y chapa con todos los datos. Tiene chip. Entre todos podemos traerlo de vuelta!! Muchas gracias de corazón!!
Posted by Bea Rodriguez Veiga on Sunday, January 31, 2021
Faruq es similar a un terrier, pero no es de raza pura. "No tiene valor económico, pero sí sentimental", explica. En el momento de su desaparición llevaba un collar y una chapa identificativa. También tenía chip. Bea quiere darle toda la difusión posible a su imagen, a la espera de que alguien pueda aportar alguna pista que le ayude a encontrarlo. “Faruq tiene que estar en algún sitio. No ha podido tragárselo la tierra”, sostiene Bea.