Las mentiras del Cuco abren la puerta a un nuevo calvario judicial para la familia de Marta del Castillo


Sus padres han anunciado ya que seguirá el camino judicial hasta las últimas consecuencias para conocer el paradero del cuerpo de su hija
Su única posibilidad era presentar un recurso de revisión de sentencia ante el Tribunal Supremo
Su esperanza era que la declaración de El Cuco, de su madre o de Carcaño como testigo aportasen nuevos datos para modificar la causa.
Javier García Marín, conocido como El Cuco, ha reconocido que mintió en el juicio por el asesinato de la joven de 17 años Marta del Castillo, cuyo cuerpo permanece desaparecido desde enero de 2009. Tanto él como su madre se han reconocido hoy culpables de haber mentido en sus declaraciones judiciales en las que El Cuco negó haber estado esa noche en la vivienda donde falleció la chica y su madre mantuvo que le vio durmiendo de madrugada en su cama. Ahora, los dos han reconocido que todo era mentira y que la versión aportada era falsa. Su defensa se escuda en que El Cuco tendría derecho a mentir al ser acusado por los mismos hechos en otra causa paralela y su madre, derecho a encubrirlo.
Será la Justicia la que determine si madre e hijo son condenados por un delito de falso testimonio al mentir de forma deliberada durante el juicio, sin embargo, la decisión de reconocer los hechos abre además la posibilidad de un nuevo calvario judicial para la familia de la joven, que ha anunciado ya que seguirá el camino judicial hasta las últimas consecuencias. La familia de la joven, que busca sin descanso el cuerpo de Marta del Castillo desde hace más de diez años, buscaba con este procedimiento pruebas para intentar reabrir la causa y modificar de alguna forma la sentencia, que pese a ser firme reconoce que el único condenado, Miguel Carcaño, pudo actuar con ayuda de terceras personas que no han sido identificadas, y que por lo tanto permanecen sin castigo pese a su participación en el crimen.
Sin embargo, según los expertos judiciales preguntados por NIUS, el camino judicial que espera a la familia de Marta del Castillo si deciden seguir adelante es, cuando menos, dudoso. La legislación española solo contempla una posibilidad para modificar una sentencia firme ratificada por el Tribunal Supremo: es el llamado recurso de revisión. El artículo 954 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal refleja que es posible pedir al Supremo la revisión de una sentencia cuando una persona haya sido condenada con pruebas que después se hayan demostrado falsas, o cuando ese testimonio falsario haya modificado las consecuencias de la sentencia.

La modificación de la sentencia
En este caso concreto, las mentiras de El Cuco y su madre no afectaron de forma directa a la sentencia dictada contra Miguel Carcaño, único condenado mayor de edad y principal responsable confeso de la muerte de Marta del Castillo. Además, hay otro elemento que pesaría contra la voluntad de la familia de la joven de que el caso se reabra: el tribunal sentenciador ya valoró como una mentira evidente el testimonio de El Cuco, por lo que este falso testimonio no modificó la naturaleza de la sentencia.
Sin embargo y fuera de los formalismos jurídicos, el elemento importante no es la mentira que contó El Cuco, si no la información que dejó de aportar a la causa. Según reconoce ahora, y según quedó acreditado en la sentencia que le condenó, el joven sí estuvo en la vivienda donde murió Marta del Castillo la noche de su asesinato. Con su mentira, evitó en el juicio de los mayores tener que señalar de forma directa a la persona o personas que estuvieron con él en la casa de la calle León XIII, aquella noche, y que participaron presuntamente y según esta tesis en la muerte o el traslado del cuerpo de la joven, todavía en paradero desconocido. La familia de Marta del Castillo llegó a ofrecer a Miguel Carcaño esta vivienda si aportaba información veraz sobre el paradero del cuerpo de su hija.
Es por eso que la familia de Marta había fijado sus esperanzas en este juicio. No tanto por el resultado real de una condena para El Cuco y su madre, como por la necesidad de que los dos imputados prestasen de nuevo declaración, al igual que Miguel Carcaño que comparecía como testigo. Su objetivo era que tanto unos como otro pudieran aportar nuevos datos que sean de interés para localizar el cuerpo de su hija y conocer lo que de verdad sucedió aquella noche. Pero no ha sucedido.
La decisión de los acusados de reconocerse culpables ha provocado que la jueza encargada de este caso decidiera que no eran necesaria la mayoría de las comparecencias. Y por tanto, con la declaración del Cuco, de su madre y de Carcaño anuladas, esa oportunidad se ha perdido. “Este es un juicio por falso testimonio”, ha llegado a recordar la jueza a las partes tras un intenso debate jurídico planteado por la representación legal de la familia de la joven, que insistía en que se tomara declaración de todas formas tanto a los tres y Carcaño se viera además con la obligación de decir verdad al declarar como testigo.
La jueza ha rechazado la medida por economía procesal al considerarla innecesaria al estar las mentiras de los dos acusados ya confirmadas, pero sí ha permitido que los padres de la joven declaren este viernes, ya que la decisión judicial en este caso también debe valorar el posible daño moral provocado por estas mentiras a la familia de la joven.