Drones con ganchos o cuerdas para colar droga y móviles: así intentan meter en las cárceles objetos prohibidos


Grupos organizados pretenden colar drogas, teléfonos móviles, dinero o medicinas
Algunas aeronaves llevan un gancho con un botón para soltar la carga y otros una cuerda con un paquete colgando
Instituciones Penitenciarias anunció en mayo que va a implantar el Sistema de Información Global Contra Drones en todas las prisiones
Drogas, teléfonos móviles, dinero, medicamentos, son algunos de los objetos que está prohibido introducir en las cárceles. Su precio se multiplica dentro de los muros, donde existe un mercado negro. Los internos los consiguen en los encuentros vis a vis con sus parejas, ocultos en paquetes que les llevan sus familiares o ahora también mediante drones. Los funcionarios ya han informado a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado de este modus operandi.
Los trabajadores penitenciarios creen que detrás hay grupos organizados. Actúan por la noche, por encargo. De forma teledirigida sobrevuelan los centros penitenciarios desde zonas próximas al perímetro. Antes avisan por teléfono de que ya están preparados. Algunos llevan una cuerda, donde cuelgan los paquetes a modo de caña de pescar. En la punta colocan una cuchilla para que puedan cortarlo y desprenderlo. Otros llevan un gancho que se acciona con un botón para soltar la mercancía. Algunos cuentan con cámaras que les permiten vigilar lo que ocurre. Después acercan los drones a las ventanas de las celdas, donde esperan los receptadores.
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Tras dejar el pedido despegan y se alejan. Hasta el momento donde más se han avistado es en Alhaurín de la Torre (Málaga), aunque en Botafuegos (Algeciras) los trabajadores penitenciarios aseguran que la frecuencia de estos vuelos ha ido en aumento durante los últimos meses. En Ceuta el pasado lunes, agentes de la Policía Nacional que patrullaban por las inmediaciones penitenciarias interceptaron una aeronave que trasportaba hachís y teléfonos de última generación. Estaba cerca de la cárcel, aunque la carga terminó cayendo sobre el tejado de una de las aulas del centro de menores Piniers I.

El secretario general de Instituciones Penitenciarias, Ángel Luis Ortiz, admitió el pasado mes de febrero que la presencia de drones que sobrevuelan las cárceles en España se ha convertido en un "problema" que afecta a la seguridad. Puede verse agravado si los internos intentan introducir armas, munición o explosivos. Por eso los funcionarios solicitan la adquisición, instalación y uso de equipos que bloqueen, cancelen o anulen la utilización de estos aparatos en todos los establecimientos lo antes posible.
Los trabajadores cuentan con protocolos de actuación que incluyen la supervisión de patios, zonas comunes y zonas de riesgo. Han recuperado algunos aparatos que se habían estrellado durante algunas maniobras fallidas y en las inspecciones que realizan en las celdas realizan incautaciones que permiten determinar quiénes son los responsables.
Sistema SIGLO-CD
Instituciones Penitenciarias anunció el pasado mes de mayo que va a implantar el sistema SIGLO-CD (Sistema de Información Global Contra Dron), que ya funciona en las cárceles de Madrid, en todos los centros dependientes de la Administración General del Estado. Los primeros drones que localizaron fue en la prisión de Valdemoro en el año 2019.

Según han informado, en lo que va de 2022, los funcionarios han vislumbrado más de una veintena de drones en las prisiones o en las cercanías del perímetro de seguridad, llegándose a interceptar tres aeronaves. Los particulares tienen prohibido sobrevolar el espacio aéreo de estos recintos.
La instalación del sistema anti dron conlleva la formación de los agentes intervinientes para resolver las incidencias que se produzcan. Además, pondrán en marcha otras "herramientas técnicas" ajustadas a las especificidades de las prisiones. Estos cuadricópteros pueden alcanzar una velocidad de 65 kilómetros por hora con una autonomía de 30 minutos.