'El rapto de Lucas': roban a un perro en un supermercado de Madrid


El presunto autor portaba el animal en el interior de su mochila en el momento de la detención
Se trata de un hombre de nacionalidad española de 53 años y con numerosos antecedentes
El precio en el mercado del can hurtado oscila entre los 1.000 y 1.800 euros
La historia de Lucas, un pichón maltés robado en un supermercado de Madrid, ha terminado con final feliz. Agentes de la Policía Nacional han detenido a un hombre español de 53 años con 24 antecedentes, por haberlo sustraído en un supermercado del distrito madrileño de Arganzuela. Finalmente la mascota fue recuperada y entregada a su legítima dueña, en menos de 24 horas.
Los hechos tuvieron lugar el pasado 10 de noviembre cuando una mujer denunció en la comisaría que le habían robado a su perro llamado Lucas en el subterráneo de un supermercado de la cadena Alcampo situado en el número 45 del paseo de la Esperanza. Había ido a hacer la compra, dejando al animal atadao en una barandilla del aparcamiento del establecimiento comercial.
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Cuando acabó y regresó a por Lucas, había desaparecido. Empezó a llamarlo y a buscarlo por todo el aparcamiento sin encontrarlo. Las imágenes grabadas por las cámaras de seguridad permitieron identificar al sospechoso, que se aproximó al perro, lo liberó de la correa y salió corriendo del lugar con él en brazos.
Dentro de una mochila
Así lograron identificar al presunto autor. Establecieron un dispositivo de vigilancia en las inmediaciones para detenerle y recuperar al animal. Al día siguiente, le vieron caminando por el parque de Peñuelas con una mochila a la espalda. Inmediatamente le dieron el alto y al comprobar sus pertenencias, localizaron a Lucas en el interior de la bolsa, procediendo al arresto como presunto autor de un delito de hurto.
Los agentes llamaron a la dueña para que acudiera. Al llegar al parque, llamó a Lucas por su nombre, que saltó de los brazos del policía para correr hacia su dueña. El ladrón tenía uan larga lista de antecedentes por robos con fuerza, robos con violencia y amenazas. Todo hace pensar que su intención era poner a la venta al perro, valorado entre los 1.000 y 1.800 euros.