El compañero de piso de Kanyaa asegura que veía a todo el mundo como un "infiel"


Ayman, uno de los magrebíes que vivía con Kanjaa, asegura que se radicalizó en un par de meses
"Empezó a rezar. Se dejó la barba y empezaba a hablar de cosas que no tenían sentido", asegura
Yassine Kanjaa: el yihadista de la sonrisa que no abre la boca ante la Policía
Cuándo comenzó el proceso de radicalización de Yassine Kanjaa es lo que trata de averiguar la policía. Uno de sus compañeros de piso aseguraba este jueves que el asesino del sacristán comenzó a cambiar hace dos meses.
"Empezó a rezar. Se dejó la barba y empezaba a hablar de cosas que no tenían sentido. Hablaba del demonio, de Dios", ha dicho Ayman, uno de los hombres, también magrebíes, con los que el detenido vivía en una casa ocupada a apenas 150 metros de una de las iglesias en las que cometió su crimen. Ayman asegura que Kanjaa veía a todo el mundo como "infiel" desde que comenzó su transformación.
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"Se molestaba mucho y antes no", relata. En un momento dado, días atrás, sus compañeros llegaron a ver el machete, el arma que usó para el asesinato y, cuando le preguntaron qué hacía con eso, Kanjaa les respondió que no era asunto suyo pero que era para quitarle la vida "a algunas personas que molesten". Nunca pensaron que algo como lo que ocurrió el miércoles podría suceder. Conocer cuándo y como compró ese machete es otra de las prioridades que, según ha podido saber NIUS, servirá a los investigadores para conocer el plazo en el que preparó su ataque.
Una mínima planificación
Porque eso sí parece estar claro. Que se trataba de un ataque planificado. Aunque sea mínimamente, como afirmaba el fiscal jede de Algeciras. “Conocía los horarios de las misas, ha elegido iglesias cercanas por lo que, una mínima planificación, sí tenía. Si lo ha hecho solo o con alguien se tendrá que ver”, señala. Por el momento, en sus redes sociales y en la información del teléfono móvil no se relaciona con una gran organización, “lo que en cierto modo es tranquilizador”, aseguraba Juan Cisneros.
De momento los pendrive encontrados en el registro de la vivienda que ocupaba Kanjaa no parece que arrojen mucha luz sobre el asunto ya que, en principio, solo parece haber contenido yihadista muy básico. Tampoco el detenido parece que vaya a contribuir mucho con la investigación ya que, de momento, no ha querido prestar declaración.
Yassine Kanjaa está ya en la Comisaría General de Información en el centro policial de Canillas, en Madrid, para ser interrogado por los servicios antiterroristas antes de pasar a disposición del juez Manuel García-Castellón de la Audiencia Nacional.