La Audiencia Nacional decreta prisión provisional para Yassine Kanjaa por atacar varias iglesias de Algeciras y matar a un sacristán


Según el auto, es un lobo solitario, le realizarán una valoración psiquiátrica y no podrá abandonar el territorio nacional
Acabó con la vida del sacristán Diego Valencia tras perseguirle por el templo con un machete en lo alto
El sacerdote Antonio Rodríguez Lucena ha agradecido su labor a los policías que le asistieron tras resultar herido
La Audiencia Nacional ha decretado el ingreso en prisión provisional comunicada y sin fianza para Yassine Kanjaa, por atacar varias iglesias de Algeciras (Cádiz), matar a Diego Valencia -sacristán de Nuestra Señora de La Palma- y herir a otras cuatro personas, el pasado miércoles por la tarde. El magistrado considera que se trata de un 'lobo solitario' y ha solicitado que le practiquen una valoración psiquiátrica para determinar si se trató de un acto terrorista o fue fruto de su delirio.
Marroquí, de 25 años, está acusado de asesinato, otro en grado de tentativa y lesiones. Consideran que hay riesgo de fuga, de que pueda ocultar pruebas o cometer otros hechos delictivos de la misma u otra naturaleza, por lo que se ha tomado esta medida. Tampoco podrá salir de España, aunque tiene una orden de expulsión vigente.
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Los investigadores de la Policía Nacional habían solicitado una prórroga en el plazo de detención. No tenía residencia legal en España. Vivía en una casa okupa situada en la calle Ruiz Tagle, situada a apenas 150 metros de una de las iglesias en las que irrumpió durante su recorrido.
Según sus compañeros hace dos meses comenzó a transformarse y cambió su forma de ser: "Empezó a rezar. Se dejó la barba y empezaba a hablar de cosas que no tenían sentido. Hablaba del demonio, de Dios", relataba Ayman, uno de ellos, que se lamenta no haber avisado antes.
En el registro, los agentes han encontrado propaganda de corte yihadista que apuntan a una reciente radicalización. En sus redes sociales el joven también había realizado algunas publicaciones con contenidos extremistas durante las últimas semanas.

El arrestado se ha acogido a su derecho a no declarar. Varios testigos le grabaron con un machete en la mano después de entrar en el templo y perseguir al sacristán hasta la calle, donde le causó la muerte. Después se marchó jactándose de su hazaña, vestido con una chilaba negra. Iba solo. Ahora investigan dónde y cuándo adquirió el arma homicida.
Le constan antecedentes por problemas de salud mental y recibió tratamiento en su país de origen, una circunstancia que ha sido valorada por los investigadores para determinar si los hechos son o no de naturaleza terrorista. Tiene un expediente de expulsión por su situación irregular en España desde junio de 2022 aunque carecía de antecedentes penales.
La Fiscalía había solicitado su ingreso en prisión provisional, sin posibilidad de fianza, después de haber sido trasladado hasta Madrid y pasar el fin de semana en la Comisaría General en Canillas para ser interrogado por los servicios antiterroristas. "Una mínima premeditación sí hay, conocía los horarios de las misas”, aseguraba el fiscal jefe de la ciudad andaluza, Juan Cisneros.
Antonio, el sacerdote salesiano herido en #Algeciras la semana pasada, ha querido recibir a los @policia que le asistieron después del ataque y les ha agradecido su trabajo#SomosTuPolicía#EstamosPorTi pic.twitter.com/fTxaEUSrFD
— Policía Nacional (@policia) 30 de enero de 2023
Yassine entró primero en la iglesia de San Isidro. Eran las seis y media de la tarde. Trató de hacer salir a las personas que estaban en el culto mientras les exigía que cesaran en sus rezos a gritos. Los feligreses se opusieron y fue cuando agredió al sacerdote salesiano Antonio Rodríguez Lucena, que ahora se recupera de las heridas y del susto.
Este lunes ha querido agradecer su labor a los agentes que le asistieron nada más llegar. El atacante se marchó después hacia la iglesia de La Palma. Finalmente se dirigió a una ermita donde trató de esconderse y fue reducido por efectivos de la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana ante la mirada atónita de decenas de vecinos, que enviaban mensajes de alerta tratando de impedir que los viandantes se cruzaran en su camino.
Omar Khemlani, el responsable de la comunidad islámica de Algeciras, asegura que el chico había sido expulsado el lunes de una mezquita: “Decía cosas raras, quería que estuviera abierta las 24 horas y se veía que no estaba bien”, cuenta.