Dani Alves desde la cárcel: "Aceptaré lo que venga, no me asusta nada"


El futbolista ha jugado su primera pachanga en la cárcel y ha comprado en el súper productos de aseo, atún y yogures
Comparte celda con otro brasileño que trabajó como escolta del también futbolista Ronaldinho
La familia de Alves pide verle en el locutorio de la cárcel pero él se niega "por vergüenza"
Dani Alves cumple ya una semana en la prisión de Brians 2, a donde fue trasladado el lunes pasado tres días después de su ingreso en la cárcel por la presunta agresión sexual a una joven en una conocida discoteca de Barcelona en la madrugada del 30 de diciembre. Allí habría confesado a otros reclusos cómo encara la situación que está viviendo. Según Europa Press el futbolista brasileño habría confesado que aceptará lo que venga.
"Aceptaré lo que venga. Me fui de casa con apenas 15 años, he superado en mi vida situaciones muy difíciles y complicadas y esta será una más que pasará, no me asusta nada". "El futbolista se ha quedado fuera y el Dani que está aquí es uno más" habría dicho Alves que además reconocía haber mantenido relaciones sexuales con la joven que le ha denunciado pero que estas habrían sido consentidas.
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El brasileño insiste en su última versión sobre los hechos en la que asegura que en un principio negó los hechos fue por temor a la reacción de su mujer, Joana Sanz, a esta infidelidad. Mientras tanto su abogado, Cristóbal Martell, ha presentado hoy el recurso de apelación para conseguir la libertad provisional para su cliente, alegando que no hay riesgo de fuga una vez Alves ha sido despedido de Los Pumas mexicanos y garantizando que el brasileño permanecerá en su domicilio de Barcelona hasta que se celebre el juicio.
Pachanga y compra en el súper de la cárcel
Mientras el proceso judicial sigue su curso, Dani Alves se adapta a su nueva vida en prisión. Comparte celda con otro brasileño, Coutinho, que trabajó como escolta del también futbolista Ronaldinho y con el que, al parecer, ha hecho buenas migas.
Ya ha jugado, según publicó 'La Vanguardia' este fin de semana, su primera pachanga con otros reclusos. El partidillo parece ser que fue todo un acontecimiento en la cárcel y reunió como espectadores no solo a decenas de compañeros de prisión sino a un nutrido grupo de funcionarios de la cárcel.
Dentro de la rutina carcelaria Dani Alves ha recibido también su asignación semanal. Lejos de gastar los 100 euros que le dan, como a cada preso, el exjugador del Barça ha rechazado la posibilidad de tener televisión y de comprarse un chándal y tan solo ha usado 17 euros con los que ha comprado un champú, un desodorante, varios refrescos energéticos, cuatro yogures y cuatro latas de atún.