Oleada de robos en casas de futbolistas: "¿Dónde está el reloj de 50.000 euros de Instagram?"

Sábado 28 de septiembre, nueve de la noche. Real Madrid y Atlético se disputan el derbi en el Wanda Metropolitano. Casemiro está entre los convocados. El centrocampista merengue juega todo el encuentro. Su familia lo sigue por televisión. Su mujer y su hija se encuentran en una habitación, en la planta superior de la vivienda, un chalet de La Moraleja, en Alcobendas (Madrid).

En el intermedio, la madre baja las escaleras y se encuentra con una escena terrorífica: la casa revuelta, hay cosas por el suelo… el pánico se adueña de ella pensando que los ladrones pueden seguir dentro. Llama a la Policía. Una patrulla acude a los pocos minutos. Agentes de científica se desplazan al inmueble para tomar muestras con el fin de obtener huellas e identificar a los cacos. En la casa no hay alarma ni cámaras de seguridad. Tampoco ningún testigo.

Descubren que los ladrones han forzado una ventana con una palanqueta en una de las estancias de la planta baja. Así se colaron dentro. Afortunadamente los murcigleros- como se llama a los ladrones que actúan de noche, con sus moradores en el interior- fueron discretos y las víctimas no se enteraron de nada. Tras desvalijar la vivienda se fueron.

Casimiro salió corriendo al enterarse después del enfrentamiento. Este lunes su entrenador Zinedine Zidane ha hablado del tema en una rueda de prensa. “Son cosas que no son agradables para ninguno. El otro día le pasó a Casemiro pero por suerte no hay que lamentar nada, son cosas materiales.”

El francés también fue víctima de uno de estos robos el pasado mes de junio, por eso al hablar del tema se le entrecorta la voz y se emociona. “Espero que no vuelva a pasar. En estas situaciones nosotros sólo podemos hablar con el jugador para que él y su familia estén tranquilos. Pero ¿qué más vamos a hacer?”, dice.

El de Casemiro ha sido el último de una oleada imparable. En un año y medio los cacos han entrado en las casas de 18 estrellas del fútbol. Lucas Vázquez también fue víctima. Por eso su esposa, Macarena Rodríguez ha mostrado en su Instagram su indignación y su temor: "Uno detrás de otro. ¿Para cuándo el poder vivir tranquilo en tu propia casa? ¿Para cuándo el poder ir a trabajar tranquilo?”.

La semana pasada fue en Barcelona. Samuel Umtiti estaba lesionado pero el central francés acudió al Camp Nou para seguir el encuentro contra el Valencia. Siguió el triunfo azulgrana desde la grada. Mientras, cuatro encapuchados entraban en su casa en Esplugues de Llobregat forzando la puerta, abrían su cajafuerte y se llevaban todo el dinero, varios relojes y ropa de marca. Varios testigos lo vieron.

Está claro que estos ladrones vigilan de cerca a sus víctimas, controlan sus movimientos y saben bien cuándo actuar. Estos jugadores ganan millones pero no invierten lo suficiente en medidas de seguridad. Junio fue uno de los meses con más robos en viviendas de estos deportistas de élite: en Madrid, Sevilla, Valencia y Barcelona.

Morata, del Atlético de Madrid, jugaba con la selección en las Islas Feroe, a casi 2400 kilómetros de su casa, en Alcobendas y no se enteró de nada hasta su regreso. En Sevilla también Carvalho. En Valencia, Paulista, Garay y Kondogbia; en Villarreal, Ekambi y Funes Mori y en Pontevedra, Emre Mor. En la mayoría de casos, los asaltos han coincidido con un partido de los jugadores o las vacaciones.

Isco Alarcón estaba esperando su primer hijo cuando los ladrones entraron en su piso, en el centro de Madrid. Su mujer, Sara Sálamo, se llevó un disgusto terrible. En Cataluña, unos ladrones entraron en casa de Arthur Melo el pasado mes de mayo. Redujeron al hermano del jugador del Barça y a la asistenta y les obligaron a abrir la caja fuerte.

En abril le tocó a Joaquín Sánchez, durante el derbi Sevilla- Betis. No había nadie en su chalet de Mairena del Aljarafe cuando los ladrones entraron. Rebuscaron por encima pero no se llevaron nada. Gerard Piqué también han sido víctima de un hurto en sus domicilio y a Raphael Varane, defensa del conjunto blanco, le robaron joyas, ropa y dinero valorados en 70.000 euros en diciembre de 2016.

Ya se ha abierto una investigación para estudiar la conexión entre todos estos robos. Se analiza el entorno de los jugadores aunque la clave podría estar en las redes sociales. Tienen la mala costumbre de alardear de su riqueza subiendo imágenes de sus casas, en las que se ve su boyante interior, sus coches y pertenencias valoradas en miles de euros.

Es lo que le ocurrió a Álvaro Morata. Dos encapuchados se colaron en su chalet de la moraleja por el método del escalo. Dentro se encontraron con su mujer, la modelo italiana Alice Campello, sus dos hijos gemelos y una empleada del hogar. A punta de pistola le preguntaron sin rodeos "¿Dónde está el reloj de 50.000 euros que tiene en Instagram?".