Caso Nacho Vidal: el veneno del sapo bufo y los rituales chamánicos con sus efectos


Sus escamas se fuman en pipa, el clímax llega a los tres minutos y el viaje dura alrededor de un cuarto de hora
En España se detectó su consumo durante el verano de 2017 en Ibiza, Tarifa y Marbella
Hay listas de espera para el 'turismo chamánico', dedicado a los viajes espirituales
Bufo es un género de anfibios anuros de la familia Bufonidae. Tienen forma achaparrada y patas cortas, lo que los hace unos malos saltadores. Con las pupilas horizontales, carecen de cola y dientes. Su piel es gruesa, seca y verrugosa.
Detrás de sus ojos, tienen las glándulas parotoides, una especie de verrugas que segregan una sustancia blanca, grasosa y venenosa que les sirve para disuadir o matar a sus predadores. Es la única especie de sapo del mundo que la produce. Pueden encontrarse en el desierto de Sonora -uno de los más grandes en el mundo, con territorio mexicano y estadounidense-aunque sólo salen durante tres meses al año, que es cuando se recolecta el veneno y después se devuelven a su hábitat natural.
La bufotenina se deja secar hasta que queda como pequeñas escamas. Después se fuma en una pipa. La ingestión del sapito provoca síntomas a los pocos minutos como irritación e hipersensibilidad. También depresión, debilidad, derrumbamiento pulmonar o convulsiones que pueden derivar en un paro cardiaco si no se le proporciona el tratamiento adecuado.
Es lo que le ocurrió al fotógrafo toledano José Luis Abad, que falleció el 27 de julio de 2019 tras someterse a un ritual chamánico en la casa del actor porno Nacho Vidal en el que consumió esta sustancia.
Una droga psicodélica
Técnicamente la droga del sapo bufo se llama 5-MeO-DMT (5-metoxi-N,N-dimetiltriptamina). Es una poderosa droga psicodélica de la familia de las triptaminas. Igual que la DMT y la bufotenina (5-HO-DMT), ha sido usada por los chamanes americanos como un enteógeno en rituales de sanación durante miles de años.
Los animales más intoxicados por este tipo de compuesto son los perros. Cuando meten en la boca uno de estos sapos, estimula la secreción de toxinas desde la glándula paratoidea del sapo hasta la boca del perro, produciéndose la absorción de la toxina a través de la mucosa bucal.
La bufotoxina se absorbe rápidamente, originando numerosos síntomas tales como irritación de la mucosa oral, salivación, disnea, dificultad de movimientos, arritmia, aumento de la defecación y la micción, dolor abdominal, depresión a nivel deel sistema nervioso central, convulsiones, edema pulmonar, cianosis y finalmente la muerte.
El ritual y el viaje
El veneno que se obtiene en la piel del sapo Bufo alvarius del desierto de Sonora (México ) está considerado el enteógeno más potente que existe. Se consume inhalando en una pipa el humo, con efectos alucinógenos.
Los chamanes se encargan de guiar a los consumidores, este proceso suele ser grupal. Uno a uno va suministrándoselo y el clímax se alcanza a los tres minutos. Es entonces cuando el consumidor entra en una especie de trance, un estado de calma y serenidad. Los chamanes deben guiar y orientarles en esta experiencia mística que se presenta como una "unidad cósmica, que facilita la visión iluminadora de uno mismo y de la propia existencia."
El viaje dura entre 15 y 20 minutos pero el que la vive pierde la noción del tiempo. Puede sufrir momentos de gran angustia o pánico, aunque según los chamanes son "la antesala del encuentro con lo divino, momentos previos al éxtasis", por lo que también suele conocerse como la molécula de Dios.
Después se realizan sesiones de integración y reequilibrio energético. Incluso se puede experimentar lo que Stanislav Grof llama el rescoldo psicodélico refiriéndose a posibilidad de revivir la experiencia en otros momentos.
En Baja California un equipo de médicos y psicólogos trabajan con esta droga para disolver las memorias celulares traumáticas que se encuentran en la génesis de muchas adicciones. Octavio Rettig Hinojosa - originario de Jalisco- también lo está investigando y se ha convertido en uno de los chamanes mexicanos más populares. Desde el año 2017 ha realizado varios rituales en España, sobretodo en Tarifa, Marbella o Ibiza.
Asegura que es medicina Otac y que la molécula neurotransmisora de bufotenina y la enzima capaz de metilarla pueden ayudar a superar la adicción a la heroína y a las drogas químicas. Los 'facilitadores' ofrecen el ritual a los turistas en las playas a un precio de 200 euros. Ya hay listas de espera y lo que se conoce como el 'turismo chamánico' dedicado a los viajes espirituales.