Colombiano, 26 años y antecedentes por estafa: así es el posible asesino en serie de Bilbao

Los agentes investigan si esta persona fue el causante de al menos cuatro fallecimientos que se tipificaron como muertes naturales
El caso se descubrió en noviembre cuando la familia de una de sus presuntas víctimas descubrió el vaciado de sus cuentas una vez muerto
Los agentes encargados del caso analizan el perfil de esta persona en una red de citas para saber si contactó con más posibles víctimas
Colombiano, 26 años, con antecedentes anteriores por estafa y con perfiles falsos en una conocida red de citas para público homosexual donde supuestamente captaba a sus víctimas para después someterlas por medio de drogas, obtener sus credenciales bancarias y después acabar con su vida.
Ese es, según confirman a NIUS fuentes de la investigación, el perfil del principal sospechoso, de la persona que la policía autonómica vasca ha identificado como el posible autor de la muerte de una víctima confirmada en Bilbao y por el que se investigan ahora los fallecimientos de al menos otras tres personas encontradas en unas circunstancias similares En todos los casos, su fallecimiento fue tipificado en un primer momento como acaecido por “causas naturales”.
Ahora, los investigadores analizan estas muertes con un nuevo prisma, ante la hipótesis de que pudieron ser víctimas de la misma persona. Su premisa se sustenta además, tal y como avanzó El Correo, en el testimonio de un testigo; una persona que consiguió escapar y pedir ayuda tras concertar una cita con este sospechoso.
Sumisión química
En el momento de su huida, la persona que ahora buscan los agentes se dejó parte de la documentación, además de una mochila donde según esta versión llevaba éxtasis líquido, un potente narcótico que además de su uso lúdico se emplea también como droga de sumisión, ya que con es prácticamente imperceptible al gusto, se puede mezclar con una bebida y tiene un importante efecto sobre el ser humano incluso en bajas dosis. Además, el rastro de esta sustancia en el cuerpo no aparece en los análisis rutinarios que se realizan en las autopsias, por lo que son necesarios nuevos procesos de laboratorio para encontrar rastros de esta sustancia específica.
Ahora, los investigadores tratan de recabar los máximos datos posibles y se retrotraen varios años en el tiempo, analizando los fallecimientos sucedidos en la zona en ese tiempo para conocer si el sospechoso pudo estar operando de la misma manera en episodios anteriores sin ser detectado.