Condenan a más de 30 años de prisión al asesino de Ana Enjamio

Además de la condena a más de 30 años de prisión, deberá indemnizar a los padres y hermano de la víctima con 201.000 euros
El tribunal ha considerado que el condenado tuvo "un comportamiento más que impropio de un ser humano"
La sección quinta de la Audiendia Provincial de Pontevedra ha condenado a 30 años y 4 meses de cárcel a César Adrio Otero por el asesinato de su expareja y excompañera de trabajo, Ana Enjamio. El veredicto del jurado, en el que también le atribuyen delitos de vulnerabilidad de la intimidad y acoso, le obliga a pagar una indemnización de más de 201.000 euros a los padres y hermano de la víctima, además de no acercarse a los mismos a menos de 500 metros en un periodo de 10 años.
Tal y como refleja el veredicto, queda probado que Adrio no aceptó la ruptura de su relación sentimental con Enjamio, a la que acosó y asesinó posteriormente. El suceso tuvo lugar durante la madrugada del 16 al 17 de diciembre de 2016, cuando el condenado le asaltó y apuñaló hasta 30 veces en el torso. “Esta muerte, la ejecutó el acusado sobre Ana María, a la que había cosificado, por así decirlo, a la que consideraba suya y de nadie más”, indica la resolución.
En la misma línea, la Audiencia señala que actuó con ensañamiento y alevosía, ya que pretendía infligir a la víctima “una especie de tortura, comportamiento más que impropio de un ser humano”. De otra parte aseveran que el acoso comenzó en verano de 2016, unos meses antes de acabar con su vida, al pretender “imponer su presencia” a la joven ingeniera, así como la vulneración a su intimidad al acceder al móvil de la misma para enviar una imagen de los dos a su exnovio, con el que retomó su relación.
Indicios
Pese a que nunca se encontraron el móvil de la víctima y el arma y ropa que empleó el condenado, la resolución expone que existen “una pluralidad de indicios y datos que lo vienen a situar como el autor material de la muerte”. Y es que el tribunal ha declarado como poco creíbles los argumentos que esgrimió Adrio en referencia a la buena relación que ambos mantenían.
Así, en la sentencia se describe como "llamativo" que la misma noche del crimen apareciese el coche de la víctima con una rueda rajada, por un arma de iguales características a la empleada para matar a Ana, y también se tilda de "curiosas" otras circunstancias, como que el acusado alegara haber perdido la cazadora que llevaba esa noche, o que su móvil estuviera sin datos desde la medianoche hasta las 9,00 horas.