Cotejan la ropa y el coche de Óscar con los indicios recabados en el crimen de Esther López en Traspinedo


Los investigadores sospechan que la mujer fue atropellada y ocultaron el cuerpo
El vehículo presenta una grieta en la parte delantera y analizarán el ordenador de a bordo
Han solicitado al sospechoso que entregue las prendas que llevaba puestas aquella madrugada
Óscar fue la última persona que vio a Esther López con vida. Reside con sus padres en un piso en Valladolid. No regresó a casa a dormir la noche que desapareció la mujer de 35 años en Traspinedo. El miércoles se presentó voluntariamente en la comandancia de la Guardia Civil. Los investigadores le habían pedido que entregara la ropa que llevaba puesta el pasado 12 de enero. Van a analizarla en busca de algún indicio que les permita resolver el caso. El cadáver fue encontrado en una cuneta 24 días después. Habían realizado intensas batidas buscando a la joven en la zona.
Creen que pudo ser arrollada por un vehículo. No descartan que el autor ocultase el cuerpo y después lo trasladaran hasta allí. La autopsia determinó que presentaba varios traumatismos, uno de ellos por un fuerte impacto a la altura de la cadera, por la parte posterior. Los especialistas de la agrupación de Tráfico estuvieron realizando una reconstrucción en el lugar del hallazgo para determinar si podría haberse tratado de un accidente. Por eso van a inspeccionar por segunda vez su coche pero ahora pensando en la hipótesis del atropello.
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Es un Wolkswagen Troc de color gris oscuro, prácticamente nuevo. No está a su nombre. Lo tiene alquilado con una empresa de renting. Lo ha lavado varias veces desde entonces. Una grúa lo trasladó a dependencias policiales. Presenta una pequeña grieta en la parte frontal. Van a retirar algunas piezas para enviarlas a los laboratorios y registrarlas exhaustivamente.
Además analizarán el contenido del ordenador de a bordo, que podría aportar datos del recorrido que hizo u observar si hubo algún comportamiento extraño durante la conducción, como cambios de dirección o algún frenazo brusco.
Mientras tratan de reconstruir lo que Esther hizo desde que salió del bar El Castillo, donde estuvo viendo un partido de fútbol con un grupo de amigos. Su teléfono estaba dentro de su bolso, junto a su cuerpo. Había sido limpiado a conciencia. Ni siquiera tenía huellas dactilares de su dueña.