Encuentran ADN masculino bajo las uñas de Déborah Fernández, fallecida hace 20 años

Los forenses han encontrado muestras después de exhumar el cuerpo de la joven, que fue abandonado en una cuneta
La familia ha solicitado una ampliación de la prueba para identificar al hombre al que pertenece la muestra
El próximo viernes, el juzgado tomará declaración por primera vez como investigado a su exnovio
La joven de Vigo Déborah Fernández tenía ADN masculino bajo las uñas. Esa es la conclusión de los forenses del Instituto Nacional de Toxicología que analizaron el cuerpo después de que el juzgado encargado del caso aceptara la exhumación del cuerpo para buscar nuevas pruebas antes de que el crimen quedara prescrito tras cumplirse los 20 años desde que la joven apareció muerta en la cuneta de una carretera secundaria.
Débora desapareció de casa la noche del 30 de febrero de 2002, y su cuerpo apareció once días después, sin ropa y en una escena que la Policía cree fingida para hacer pasar el crimen por un asalto sexual con resultado de muerte. Los forenses determinaron que el cuerpo había sido guardado durante varias jornadas en una zona segura, para dejarlo después en la recta donde fue encontrado, junto al ADN de al menos dos varones, de identidad todavía no confirmada.
Sin embargo, los agentes que investigan el caso trabajan desde hace años con la tesis de que esas muestras fueron colocadas allí de forma deliberada para incriminar a terceros por el verdadero autor del crimen, que habría tomado esperma de alguna zona donde las parejas acuden a mantener relaciones sexuales.
En sus informes, los agentes que investigan la operación Arcano señalan en varias ocasiones como principal sospechoso a Pablo P.S, exnovio de la joven y que llegó a reconocer ante los agentes que mintió en sus declaraciones para no verse incriminado. El pasado 11 de febrero, el juzgado encargado del caso citó a declarar como investigado a la expareja de la joven, que tendrá que comparecer en sede judicial el próximo viernes. Esa imputación bloquea además el período de prescripción, que se cumpliría este nueve de marzo.
Una lucha por parte de la familia
Con la investigación prácticamente en vía muerta, la familia de la joven solicitó en varias ocasiones que el cuerpo de Débora fuera exhumado para que varios forenses pudieran estudiarlo y aportar certezas tanto sobre la causa de la muerte de la joven, todavía no verificada por los expertos, como por la posible existencia de pruebas en su cuerpo.
Ahora, la familia cuenta ya con los resultados forenses de las pruebas realizadas al cuerpo de la chica el 18 de mayo del año pasado por parte del Instituto Nacional de Toxicología (INT), y hay un nuevo e importante elemento: los expertos confirman que Débora tenía ADN masculino debajo de las uñas. Ahora queda por conocer si la muestra es lo suficientemente válida como para determinar los marcadores genéticos capaces de identificar a una persona sobre otras. “Vamos a solicitar la ampliación de la prueba pericial para intentar determinar los marcadores genéticos hallados”, explican fuentes de la familia de la joven gallega.
De hecho, buscar ADN debajo de las uñas es una práctica habitual en casos de agresiones y fallecimientos violentos, ya que el intento de las víctimas por defenderse hace que la muestra genética de su agresor quede debajo de las uñas, por lo que es complicado hacerla desaparecer, después incluso de haber limpiado el cuerpo. Lo extraño en este caso es que los forenses encargados de la investigación no detectasen la presencia de estas pruebas cuando fue encontrado el cuerpo de la joven.
“En cuanto al pelo que dijeron los forenses de Vigo haber encontrado durante la exhumación, tras el examen del INT se determina que era PVDC (material empleado para el envasado de alimentos entre otros usos),lo que demuestra una vez más la negligencia de la Autopista inicial”, explican las mismas fuentes.