Descubren un tentadero para peleas de gallos en un establecimiento dedicado a la venta de pienso en Murcia


El responsable había construido una estructura de madera a modo de foso y una máquina artesanal para el entrenamiento profesional de gallos de pelea
En la trastienda los agentes descubrieron 20 gallos, uno de ellos gravemente herido
Un hombre avisó a la Guardia Civil de que en el interior de un establecimiento comercial dedicado a la venta de piensos se organizaban peleas clandestinas de gallos. Agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) acudieron al local para realizar una inspección, en la pedanía murciana de Molinos Marfagones.
En la trastienda descubrieron un tentadero portátil, construido con una estructura de madera, de forma circular de dos metros de diámetro y 50 centímetros de altura. El suelo estaba lleno de arena a modo de foso y las paredes interiores presentaban gran cantidad de restos de sangre, como si se hubiera producido un encuentro recientemente.
Además los investigadores encontraron 20 gallos en el local, uno de ellos con graves heridas punzantes en la cabeza, el cuello y los párpados, la cresta arrancada, restos de sangre coagulada fresca y los globos oculares inflamados, por lo que en ese mismo momento recibió atención sanitaria primaria por parte de un veterinario.

A los agentes les llamó la atención además una máquina construida de forma artesanal para el entrenamiento profesional de los animales, compuesta por una caja de metacrilato y una especie de cinta de correr. También se incautaron de diversa medicación, ungüentos, complejos vitamínicos y potenciadores energéticos para estas aves.
Una vez obtenidos todos los indicios necesarios, el responsable fue detenido, como presunto autor de un delito relativo a la protección de la flora, fauna y animales domésticos, por maltrato animal.

El delito relativo a la protección de la flora, fauna y animales domésticos, conocido como maltrato animal, se encuentra recogido en el Código Penal, que lo define como el hecho de maltratar injustificadamente a los animales, mediante cualquier medio o procedimiento, causándoles lesiones que menoscaben gravemente su salud y está castigado con penas de tres meses y un día a un año de prisión e inhabilitación especial de un año y un día a tres años para el ejercicio de profesión, oficio o comercio que tenga relación con los animales y para la tenencia de animales.