Despedida a Francisco Castro, el octavo guardia civil que muere por coronavirus

Ingresó en el Hospital Universitario de Ciudad Real el 14 de marzo por una insuficiencia respiratoria
Sevillano de nacimiento y padre de tres hijos, le faltaban tres meses para jubilarse
Ya hay 1600 casos confirmados en la Benemérita y 1800 agentes en cuarentena domiciliaria
Francisco Castro tenía 64 años. Era cabo mayor de la Guardia Civil. Le quedaban tres meses para jubilarse. Sevillano de nacimiento había vivido en Madrid, La Rioja y Badajoz. Ahora estaba en reserva, destinado en la Plana Mayor de la Comandancia de Ciudad Real.
Este domingo de madrugada fallecía en el Hospital General Universitario de la ciudad manchega, donde se hallaba ingresado desde el día 14 de marzo con una insuficiencia respiratoria por Covid-19. Su familia y sus compañeros lamentan su pérdida. Es el octavo agente del cuerpo que fallece por esta causa.
El ministro del Interior Fernando Grande-Marlaska ya ha expresado sus condolencias y ha enviado un "caluroso abrazo" a su familia, amigos y todos sus compañeros, que además han elaborado un vídeo para rendirle homenaje, en el que puede vérsele en distintas fotografías durante sus años de servicio.
Muchas gracias a tod@s por las muestras de condolencia y mensajes de cariño que nos estáis enviando para los allegados de nuestro compañero Francisco, fallecido hoy víctima del #COVID19
— Guardia Civil 🇪🇸 (@guardiacivil) April 19, 2020
...Duerme en Paz, Hermano pic.twitter.com/YrpVLEvXXz
También el delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, Francisco Tierraseca, ha trasmitido su pésame a través de las redes sociales.
Una carrera ejemplar
Francisco ingresó en la Guardia Civil en enero de 1977, tras formarse en la Academia de El Escorial en Madrid. Tres años después se mudó a La Rioja, para formar parte del Grupo de Acción Rápida (GAR), en la lucha antiterrorista contra ETA.
Después se marchó a Madrid, estuvo entre los fundadores de otro grupo de élite del Instituto Armado, la Unidad Especial de Intervención (UEI), en el que permaneció una década. Los siguientes quince años estuvo destinado en Andalucía, Extremadura y la ciudad manchega desde el 2006.

Actualmente trabajaba en el el departamento de Acción Social, en labores administrativas y era instructor de tiro. Divorciado de su primera mujer, con la que tuvo 3 hijos, convivía con su actual pareja y estaba deseando jubilarse para retirarse a su Sevilla natal, donde quería empezar una nueva etapa.
Quienes trabajaron con él le describen como: "Un hombre extraordinariamente respetuoso en el trato, afable y servicial, muy querido por sus compañeros y por personal ajeno a la institución. Trabajador incansable, quiso mantenerse en activo hasta la edad de retiro, que hubiera sido este verano".
Otro compañero le define como "un hombre bueno, sencillo y humano, muy paciente. Siempre dispuesto a ayudar a los demás, era entrañable. De las personas que se puede decir que caía bien a todo el mundo".
Las cifras del covid-19 en la Benemérita
El Cabo Mayor Francisco Castro eleva a ocho el número de guardias civiles fallecidos por coronavirus. El primero fue Pedro Alameda, madrileño destinado en el puesto de Valdemoro. Además es el segundo guardia civil que muere en la provincia de Ciudad Real por Covid19. Francisco Javier Collado, de 38 años, murió el 21 de marzo y trabajaba en la prisión de Herrera de la Mancha.
También es el segundo miembro del GAR que fallece por esta pandemia. El teniente coronel que lideraba este grupo operativo, Jesús Gayoso, de 48 años perdió la vida en Logroño el pasado 27 de marzo después de ingresar con síntomas.
El pasado 31 de marzo comenzaron a hacer los primeros tests a los agentes del Instituto Armado, los únicos funcionarios del Ministerio del Interior a los que se les están realizando. Eso ha disparado el numero de casos confirmados, que han pasado de 460 a 1600 pero también ha bajado el de agentes que permanecen de baja, en cuarentena domiciliaria por sospechas que ha pasado de 3700 a 1800.