Los efectos del GHB o éxtasis líquido: la droga del asesino en serie de Bilbao

GHB es como se conoce al gamma-hidroxibutirato o 'éxtasis líquido'. Suele adquirirse en pequeños botes o 'biberones'. Es insípido e incoloro. Se vierte en el agua y se consume por vía oral. Es un potente depresor del sistema nervioso central. Es difícil calcular la dosis. Al principio produce euforia y bienestar, un fuerte "subidón". Pero al mezclado con alcohol puede provocar un desvanecimiento y la pérdida de conciencia.

Los jóvenes lo utilizan con fines lúdicos en macrodiscotecas y raves. La comunidad gay, en sesiones de 'chemsex'. Algunas organizaciones criminales para narcotizar y robar a sus víctimas. También se conoce como la 'droga de las violaciones', ya que hay hombres que lo usan para anular la voluntad de las mujeres con el fin de agredirlas sexualmente.

Apareció por primera vez en Estados Unidos y quedó prohibido en 1995 después de provocar varias muertes por ingesta. También se han confirmado varios fallecimientos por este tóxico en distintos países europeos. En el mercado ya hay disponibles distintos productos que permiten detectarlo en la bebida.

José Rosado, exconsejero delegado de la compañía de Astilleros Barreras fue encontrado muerto en un hotel de Vigo el 30 de octubre de 2021. Puertorriqueño de 54 años, la Policía Nacional descubrió que la noche anterior había subido a su habitación acompañado por dos hombres. Analizando las imágenes grabadas por las cámaras de seguridad consiguieron identificarles y detenerles.

Eran un rumano de 39 años y un marroquí de 29 años. El juez decretó su ingreso provisional en prisión por homicidio, robo con violencia y estafa. Uno de ellos ya había cometido dos robos en la capital empleando la sumisión química.

En julio de 2015 la Guardia Civil abrió una investigación por el fallecimiento de un joven en Totana (Murcia) tras ingerir GHB. Otros dos chicos tuvieron que ser atendidos por los servicios sanitarios después de encontrarlos en coma en las inmediaciones de una discoteca. Establecieron un dispositivo de seguimiento y control para localizar a las personas que distribuían esta sustancia. Estaba provocando trastornos, lesiones y graves secuelas a sus consumidores. Consiguieron identificarles y detener a ocho personas. En los registros de sus domicilios se incautaron de 10.000 dosis de GHB, además de cocaína y speed, las sustancias que más se consumen después del cannabis.

El término chemsex, de origen británico, surge de la fusión de las palabras chems (derivada de chemicals) y sex (sexo). Hace referencia a un tipo de consumo de drogas y patrón de comportamiento sexual concreto. Se da entre hombres gays, bisexuales y otros hombres que tienen sexo con hombres. Las sesiones pueden ser en parejas o en grupos. También hay quienes lo practican en solitario, visionando material pornográfico o interaccionando online con otros consumidores, por ejemplo, a través de cámaras web.

Aunque lo más habitual es que tenga lugar en casas particulares, también se da en diferentes negocios dirigidos al público gay, como saunas, clubs de sexo, hoteles, fiestas en locales privados, locales con cuartos oscuros, festivales que disponen de áreas designadas para tener sexo, así como en zonas de cruising o encuentros sexuales al aire libre.

En octubre de 2020 el actor porno Nacho Vidal declaró haberla consumido, tras ser detenido en Valencia por conducción temeraria. Los agentes notaron que estaba bajo los efectos de algún psicotrópico y le hicieron las pruebas de alcohol y drogas. Dio negativo en las dos pero confesó que había consumido GHB en una fiesta privada a la que asistió.

El Ministerio de Sanidad publicó en el año 2020 un informe sobre estas prácticas en España. "Se trata de un fenómeno predominantemente urbano, por lo que resulta más frecuente en grandes ciudades como Barcelona y Madrid, donde existe una comunidad gay relevante. También está presente en los destinos turísticos más populares entre el colectivo gay, como Torremolinos, Maspalomas, Sitges, Ibiza, Valencia, entre otros", señala.

Según la encuesta europea EMIS 2017 sobre conductas sexuales dirigida a la comunidad gay, en España entre los hombres que habían tenido relaciones sexuales en los últimos 12 meses, el 14,1% había usado drogas estimulantes para que el sexo fuera más intenso o durara más tiempo en ese periodo y el 7,6% lo había hecho en las últimas 4 semanas.

Es muy habitual el policonsumo o administración de varias sustancias por distintas vías: oral, esnifada, inhalada, fumada, rectal, intravenosa e intramuscular. El objetivo es favorecer la erección y que la persona se sienta completamente excitada, eufórica y desinhibida. Pueden presentarse dificultades para establecer límites, rechazar parejas sexuales, o abandonar la propia sesión sexual. En ocasiones se generan dinámicas que conducen a prácticas de alto riesgo, así como a juegos sexuales extremos.

El pasado mes de diciembre la Policía Nacional detuvo al bailarín Rafael Amargo por un delito contra la salud pública. En su piso de Malasaña -en pleno centro de Madrid y al lado de Chueca- tenía GHB, ketamina, 2CB, mefedrona y Popper. Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad llevan a cabo controles rutinarios en zonas de ocio y macrodiscotecas para evitar el tráfico de drogas. En estas intervenciones comprueban además qué tipo de sustancias consumen los jóvenes.

En el año 2005 llevaron a cabo la denominada Operación Troya. Los agentes de la Brigada Central de Estupefacientes de la Comisaría General de Policía Judicial descubrieron medio litro de butirolactona, que es una sustancia no fiscalizada y precursora del GHB y está fiscalizada desde el año 2001.

En noviembre de 2021 alertaron de que habían detectado en algunas zonas de ocio de Sevilla partidas de GHB al realizar varias detenciones. Un camarero denunció que había visto a una persona echando unas gotas de un bote en las bebidas de los clientes.

El GHB también se conoce como "la droga de las violaciones". Algunos delincuentes lo echan en la bebida sin que la víctima lo sepa para agredirla sexualmente. También lo emplean algunas organizaciones criminales con el fin de robar a sus víctimas. Por ejemplo las mafias de trata de seres humanos, que obligan a las mujeres a prostituirse y a drogar a los clientes. Les desvalijan y vacían sus cuentas o sus tarjetas de crédito. Muchos tienen vergüenza a la hora de presentar la denuncia.

El Plan Nacional sobre Drogas advierte de que "en los últimos tiempos, además se ha detectado en el mercado la presencia de GBL (Gamma butiro lactona), con estructura muy similar al GHB, y que el organismo humano transforma en este mismo, por lo que provoca idénticos efectos. Ambos han sido relacionados con las denominadas "agresiones sexuales inducidas por drogas”.

Seguir el rastro de estas sustancias en el organismo no siempre es posible. Según recoge el Ministerio de Sanidad en su web del Plan Nacional contra las Drogas, los efectos del GHB se perciben a los 10 o 20 minutos del consumo, duran de 60 a 90 minutos, y desaparecen por completo a las tres o cuatro horas.

Ese es el problema si no se detecta a tiempo. En las pruebas forenses en casos de muerte en circunstancias extrañas no se busca habitualmente el GHB, sólo los tóxicos más habituales. La persona sufre una parada cardíaca y aparentemente no presenta ninguna prueba de violencia externa. Eso es lo que pudo ocurrir con las víctimas de Nelson David Moreno Bolaños, el asesino en serie al que atribuyen cuatro homicidios en Bilbao. Según las autopsias murieron por causas naturales.

Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad han constatado que hay organizaciones que se encargan de adquirir y recepcionar el precursor GBL de terceros países, normalmente de Centroamérica.

Lo hacen de forma clandestina a través de internet o a través de grupos privados de Telegram en los que se ofertan. Así evitan su detección en los controles aduaneros. Luego preparan la distribución del producto como GBL o lo transforman en GHB. Otros miembros de la red se encargan de comercializarlo en el mercado negro.