Egoísmo en la nieve: roban las palas a los voluntarios en Moralzarzal


En algunas calles se han llegado a acumular hasta 50 centímetros de nieve
El Ayuntamiento ha dipersado más de 35 toneladas de sal, siete veces más que en toda la temporada invernal
Decenas de voluntarios de Protección Civil de la localidad madrileña de Moralzarzal llevan desde el viernes trabajando sin parar: retiran la nieve de las calles para poder abrir el paso, trasladan a los enfermos hasta los hospitales o hasta los centros de salud.
Este miércoles desaparecieron dos palas que tenían en un vehículo y con las que trabajaban. Lo han denunciado ante las autoridades municipales y lo han hecho público en un tweet, reprochando esta actitud a la persona o personas responsables.
Hoy queremos AGRADECER al vecino o vecinos que nos habéis sustraido 2 palas de quitar nieve de nuestro esparcidor de sal. Cada día os supierais más @Moralzarzal. También AGRADECEMOS al vecino que ha increpado e insultado a nuestro Jefe de Servicio. GRACIAS ¡¡ Mañana + trabajo pic.twitter.com/pkF81gkNMH
— PCivil Moralzarzal (@PCivilMoral) January 14, 2021
En algunas zonas se han llegado a acumular hasta 50 centímetros de nieve y muchas calles continúan intransitables. El alcalde de la localidad, Juan Carlos Rodríguez Osuna, ha sido el primero en solicitar la declaración catastrófica en la Comunidad de Madrid junto a Collado-Villalba. Ya ha remitido sus escritos a la Dirección General de Administración Local de la Comunidad de Madrid, a la Delegación del Gobierno, a la Federación Española de Municipios y Provincias y a la Federación de Municipios de Madrid.
Desde que se activó el Plan de Inclemencias Invernales hace una semana, ya han disperado más de 35 toneladas de sal, siete veces más que en toda una temporada invernal, cuando se suelen utilizar cinco mil kilos. Se están utilizando todos los recursos municipales para afrontar estas nevadas y las heladas que están provocando las bajas temperaturas.
Algunas zonas continúan acordonadas, por el peligro de desprendimientos y los carámbanos que se han formado. La declaración de zona catastrófica permitiría acceder a ayudas para hacer frente a los coste: sal, maquinaria, horas extras de los operarios, problemas con los suministros de luz, gas o agua, que están provocando cortes y desabastecimiento.