El difícil luto por el anciano muerto en el lavabo de un hospital: "Esto no es un simple fallo, es algo más"


Manuel, de 89 años, se hizo un análisis en el Hospital Vall d'Hebrón, fue al lavabo después y encontraron su cadáver dos días después
"Es una mezcla de todo, lo más fuerte es el dolor por la muerte de mi padre, pero tenemos rabia e impotencia por cómo se produjo", lamenta la familia
El hijo de Manuel critica la supuesta falta de protocolos de limpieza y seguridad del centro barcelonés y reclamará responsabilidades civiles
Perder a un ser querido no es fácil, pero lo es aún menos menos con las circunstancias que rodean la muerte de Manuel: en el lavabo de un hospital público y permaneciendo en él dos días enteros mientras su familia lo buscaba a la desesperada. Unos hechos graves, según lamenta su hijo, todavía triste y conmovido por lo rocambolesco de la situación: "Que muriera no se podía evitar, pero sí que estuviera dos días tirado en un baño y nadie lo encontrara... esto pasa de un simple fallo, es algo más".
Manuel, un anciano de 89 años, acudió al Hospital Vall d'Hebron de Barcelona el miércoles 7 de octubre para hacerse una analítica. De hecho, se la hizo pocos minutos antes de las 13:30h, pero antes de salir del hospital para dirigirse a la parada de bus, pasó por el lavabo, "cerró la puerta y ahí se quedó: ya nunca más salió". Así lo explica Tomás (nombre ficticio), quien fue a poner una denuncia por la desaparición de su padre esa misma tarde, acompañado de su hermano y su madre.
"Al ver que no volvía para comer, mi madre y mi hermano fueron a buscarlo al hospital, preguntaron por él, pero nadie sabía nada y tampoco había constancia en ningún hospital de que hubiese sido ingresado o necesitado algún servicio de urgencia", lamenta Tomás. En la comisaría, los agentes "solo cogieron la denuncia, lo pusieron en la base de desaparecidos y difundieron su foto entre los cuerpos policiales", por lo que la preocupación de la familia aumentaba mientras debía esperar a que pasaran 48 horas para certificarse la desaparición y empezar a buscarlo.
Manuel era completamente autónomo, había hecho ese recorrido centenares de veces
A pesar de tener una edad avanzada, Manuel era completamente autónomo. De hecho, "no andaba largas distancias, pero se movía perfectamente solo" y había recorrido "centenares de veces" el trayecto de 20 minutos de bus que separan su casa del hospital barcelonés. Sin embargo, al ser diabético, necesitaba medicación urgente, motivo por el que la familia critica que la policía catalana no lo buscara desde el primer momento.
Finalmente, pasados tres días de llamadas y rastreo por parte de Tomás y los suyos, presionaron a los Mossos d'Esquadra para que accedieran a las cámaras de seguridad del hospital barcelonés, que hasta entonces tan solo confirmaba que el desaparecido se había practicado el análisis y que mientras tanto se encontraba en buen estado. No obstante, los responsables del centro ofrecieron voluntariamente a los agentes revisar las grabaciones, cuyas imágenes confirmaron dónde se encontraba Manuel. Fue entonces cuando el personal del hospital encontró su cadáver, el viernes, dos días después de que entrara, y la policía llamó a su familia para comunicar su muerte.
Las cámaras de seguridad indicaron la ubicación de Manuel: en los lavabos
Unos hechos que han llevado al entorno de Manuel a hace hacer balance de todo lo que puede haber fallado y a cuestionarse los protocolos de limpieza y seguridad del hospital: "Entendemos que ha habido una negligencia grave, no asumimos cómo puede haber pasado... con la pandemia de covid-19, debe haber un estricto protocolo de limpieza y está claro que no funcionó; también de seguridad, ya que igual que encontraron a mi padre muerto a los dos días, si alguien pusiera una bomba dentro de los lavabos, podría haber una masacre". Asimismo, lamenta que el centro le agendara el análisis a las 13:30h y no a primera hora de la mañana, cosa que obligaba al anciano a ir al hospital sin haber comido desde las 8:30h.
Los sentimientos que embargan a la familia son difíciles de explicar: "Es una mezcla de todo, lo más fuerte es el dolor por la muerte de mi padre, pero tenemos rabia e impotencia por cómo se produjo", lamenta Tomás, que pretende reclamar responsabilidades civiles por los hechos después de recibir los resultados de la autopsia y las explicaciones del centro. Precisamente, recibió una llamada del hospital dispuesto a dar explicaciones este martes, el mismo día en que incineró a su padre, por lo que "no era el día ni el momento". El centro ha emitido un comunicado expresando su compromiso por revisar los protocolos de seguridad para que no se vuelva a repetir. No obstante, el hijo de Manuel, que aún no conoce la versión que recibirá del hospital, augura: "No puede haber una explicación comprensible para esto".