Guerra abierta entre bandas latinas en Madrid


Dominican Don´t Play es actuamente la banda más peligrosa de España
La última reyerta tuvo lugar este lunes donde siete jóvenes resultaron heridos
Ataviados con gorras, pañuelos o collares suelen distinguirse los Dominican Don’t Play (DDP), traducido al castellano: “Los dominicanos no juegan”. Preferentemente de azul, blanco y rojo, los colores de su bandera. Originarios principalmente de este país caribeño, en sus filas también encontramos colombianos y ecuatorianos, muchos ya nacidos en España. Tienen entre 16 y 30 años y actualmente está considerada como la banda latina con más seguidores en nuestro país y la más activa. Sus enemigos acérrimos: Los Ñetas y Los Trinitarios.
Este lunes por la noche se enfrentaron a Los Trinitarios, otra banda dominicana de la que muchos miembros de los DDP se han desprendido en los últimos años. Según fuentes policiales “lo que en su argot coloquial denominan una caída, iban al ataque”. Los vecinos estaban aterrados. Aseguran que la pelea fue multitudinaria, escandalosa y de gran violencia “decenas de jóvenes y muchos menores, con pistolas y cuchillos enormes y gritaban vamos a mataros”.
La reyerta comenzó cuando una de las bandas acudió armada en busca de sus rivales. Se encontraron en la calle Peña Gorbea, cerca de un locutorio. La Policía Nacional investiga lo ocurrido. Siete jóvenes resultaron heridos, cuatro de ellos muy graves: uno con heridas de bala, otro con la mandíbula partida, un chico con un machetazo en el ojo y el cuarto con profundos cortes en una mano y la espalda, partes propios de una batalla.
En 2018 cometieron un homicidio, 9 intentos y 65 de sus miembros fueron detenidos
Nueve personas han sido detenidas, entre ellas dos menores. Agentes de la Brigada Provincial de Información van a interrogarles mientras continúan poniendo las piezas a este complejo puzzle.
Dominican Don´t Play es en la actualidad la banda más peligrosa de España. Atacan principalmente para defender a sus miembros, su territorio o por ajustes de cuentas. Algunos también han sido detenidos por hurtos, robos o tráfico de drogas. En Madrid, Barcelona o Valencia se registran sus comunidades más numerosas. Según el informe de la Fiscalía, en 2018 cometieron un homicidio, nueve intentos y 65 de sus miembros fueron detenidos.
Últimos crímenes en Madrid
El pasado 14 de abril un hombre de 28 años murió tras recibir un disparo en el pecho. Estaba en El Pato Mojado, un bar de copas de Aluche, cuando su verdugo entró a buscarle. Le disparó y salió corriendo. Facultativos del SAMUR practicaron a la víctima una toracotomía y le trasladaron al 12 de Octubre, pero falleció días después. El autor era un miembro de los Dominican Don´t Play, que acabó cayendo en un control rutinario en la localidad barcelonesa de Villafranca del Penedés.

No se registraba ningún homicidio de este tipo en la capital desde el 27 de julio de 2018. Ocurrió en Vía Carpetana, una zona de Carabanchel frecuentada por estos pandilleros. Decenas de jóvenes se enfrentaron pasadas las once de la noche. Salomeo M.F., un brasileño de 19 años que pertenecía a los DDP, recibió una puñalada en el corazón. Sanitarios del SAMUR intentaron revertir la parada, pero el chico falleció. Era padre de una niña de tres meses. Su presunto agresor, un adolescente de 17 años y origen dominicano resultó herido y fue trasladado semi inconsciente al Hospital 12 de Octubre. Tres personas fueron detenidas por su implicación.

El 4 de marzo de 2018 otro joven de 19 años murió después de que le disparasen en el hemitórax en una vivienda en la Avenida de Abrantes, también en Carabanchel. Los vecinos del inmueble escucharon una fuerte discusión. Después un tiro. Los agresores sacaron a la víctima al descansillo y varias personas huyeron. Hubo cuatro detenidos
Operación “Don’t Play”
El 24 de marzo de este año la Guardia Civil recibía un aviso en Illescas (Toledo) cerca de una discoteca. Dominican Don’t Play se enfrentaba a los Trinitarios en una trifulca multitudinaria. Dos personas resultaron heridas con armas blancas, entre ellos un joven que tuvo que permanecer nueve días ingresado en la UCI del hospital Virgen de la Salud de Toledo.
Dos meses después la Guardia Civil puso en marcha la Operación “Don't play”, en la que nueve personas fueron detenidas por un delito de homicidio en tentativa, otro grave de lesiones y riña tumultuaria, el pasado mes de junio. Los agresores eran un joven que acababa de salir de la cárcel tras cumplir una condena por hechos similares y un menor, ambos pertenecientes a los DDP.
Buscando la revancha
También en junio se registraron dos reyertas, dos días consecutivos, en las calles de Ciudad Lineal (Madrid). El 19 un chico fue brutalmente apuñalado al salir del Metro en la estación de Quintana y resultó herido grave. Tuvo que refugiarse en un bar y pedir auxilio. Dos días después fue a buscar la revancha en unas pistas de fútbol, con el consecuente resultado: otro herido de gravedad, al que apuñalaron con punzones y machetes.

Durante las fiestas de San Juan, la Policía realizó un gran despliegue con el apoyo de agentes de la Policía Municipal para evitar enfrentamientos en la zona, frecuentada por estos pandilleros. Incautaron gran cantidad de armas escondidas en distintos lugares: machetes, palos con clavos y chinchetas, puños americanos…
A principios de julio el Cuerpo Nacional de Policía puso en marcha una operación en la que 17 miembros de los DDP resultaron detenidos por su presunta implicación en esos hechos.
Soldados sin escapatoria
Para los miembros de estas bandas, salir es difícil. En febrero Los Trinitarios dieron una paliza a uno de sus miembros, menor de edad, que quería abandonar el grupo. Acabó herido de gravedad. Una agresión protagonizada por menores de la misma banda, que utilizaron armas blancas y botellas de cristal. Le golpearon en la cabeza, le acuchillaron en las piernas. Tuvo que ser trasladado grave al Hospital Gregorio Marañón. Hubo varios detenidos.
Repunte de la violencia
Las últimas cifras de la Fiscalía de Madrid datan de 2018. Alertan de un repunte de la violencia entre estas bandas latinas. Se han ido reactivando estos últimos cuatro años. Muchas de estas peleas se convocan a través de las redes sociales, pero también se producen de forma espontánea, al coincidir en calles, plazas o vagones del metro. Situaciones de máxima violencia y que ponen en peligro sus vidas y las de otras personas.